Narrador Omnisciente.
Harry estaba estupefacto observando como su tía estaba con un pelaje blanco completo. Era enorme a comparación del perro negro en que Sirius se transformaba.
Casi del mismo tamaño que Remus.
Rosaline se puso imponente frente a ambos hombres, quienes por solo un segundo dejaron de pelear.
Rosaline Seydoux se había transformado en una animaga no oficial con ayuda de James, quien le había dejado las instrucciones exactas antes de fallecer, dijo que así tendría una ventaja para cuidar de Harry y que como buena prima de un Potter, debía hacer una travesura al menos una vez en su vida.
Rosie dudo muchos años en si debía o no hacer lo que su primo le había dejado, además de que era algo ilegal si no le decía a nadie y podía terminar muy mal.
Pero las palabras de su primo James en aquella carta eran más fuertes que lo demás, y si lo pensaba lo era tan mala idea.
En un principio, trató de buscar un poco de ayuda en la profesora Minerva McGonagall, ya que ella es una reconocida animaga, pero Rosaline tenía claro que no aceptaría nada ilegal, y sabía que de nada serviría tener ese poder si la vigilarían a cada segundo del día, más aún si ese mago tenebroso amenazaba con volver.
Y con mucho esfuerzo, logró transformarse cuando Harry había cumplido 7 años, ella pensó todo el tiempo que su forma sería de un ave, ya que siempre se había sentido fascinada por ellas y por la libertad que expresan.
Pero no contaba que el estar profundamente enamorada de Remus le iba a jugar en contra, transformándose en una loba a voluntad y no por enfermedad.
Rosie solo le contó de esto a su almohada y a su mejor amiga Tessa, quien no quiso ser animaga ya que su esposo la descubriría tarde o temprano.
Además de que sintió que fue doloroso para Rosaline ver que se podía transformar en la peor pesadilla de su amado.
Por eso ella jamás se había transformado de esa manera.
Hasta esa noche.
Harry estaba sorprendido mientras observaba como su tía, ahora transformada en un lobo, estaba luchando contra el profesor Lupin, tratando de alejar a Sirius.
<<¿CUANDO PENSABAS DECIRME QUE ERES UN ANIMAGO?>> Ladró Sirius hacia Rosaline.
Rosaline quiso echarse a reír aunque no era el momento.
<<Estabas en la cárcel, ¿que esperabas?, ¿una carta que dijera "hola Sirius, soy un lobo"?>>Gruño Rosaline.
Por la distracción de Rosie, Remus en su inconsciencia, rasguñó el rostro de ella con fuerza. Sirius se abalanzó sobre Remus para proteger a Rosaline, quien había quedado muy adolorida, jamás había peleado de esa manera con su forma de animago.
Por lo cual, todo le estaba jugando en contra, no sabía bien como usar su forma animaga.
Harry no sabía que hacer, veía como su tía solo recibía golpes y Remus no paraba de pelear.
Hasta que se escuchó un aullido con fuerza, Remus dejó en paz tanto a Sirius como a Rosaline, atacó por última vez a Rosaline con fuerza, empujándola en contra de un árbol, haciéndola perder el conocimiento, por lo que regresó a su forma humana.
Otro aullido y Remus salió corriendo detrás de él.
Harry suspiró aliviado, Sirius volvió en su forma humana y tomó en brazos a Rosaline, pero estaba igual o más debilitado que ella.
Harry corrió detrás de ellos, bajando por el bosque, por suerte no se encontró con el profesor Lupin, él entendía que no tenía la culpa de nada, mucho menos de su enfermedad, pero estaba totalmente furioso por ver cómo su tía estaba tan malherida.
—¡TÍA ROSIE!—Grito Harry cuando vió a Sirius con la tía Rosaline tirados en el suelo del lago.
Tanto Sirius como Rosaline tenían muchas heridas en el cuerpo que no paraban de sangrar.
Harry observó todo a su alrededor y se encontró totalmente solo, sin nadie que lo ayudara y sin tantos hechizos en su mano para curarlos.
Trato de calmarse y de respirar, tenía que hacer de todo para salvar a su tía y a Sirius.
Pero todo empeoro, el lago empezó a congelarse de a poco, fue como si toda emoción alegre desapareciera. La misma sensación que Harry tuvo en el tren.
Sirius y Rosaline se revolcaron en el suelo bajo su poca consciencia, Harry miró hacia arriba para ver nuchas capas negras que decoraban el cielo.
Dementores.
—No, no, no—Dijo Harry mirando como se acercaban hacia ellos en el suelo.
Un dementor se acercó a Sirius, succionándole el alma, mientras otro hacía lo mismo con Rosaline, Harry se levantó con su varita en mano.
—¡Expectro patronum!—Conjuro Harry con fuerza.
Una luz blanca salió de su varita, alejando a algunos dementores, pero no fue suficiente para alejarlos a todos.
Otro dementor se acercó a Rosaline para seguir consumiendo su alma.
Los hechizos que Harry trataba de hacer con esfuerzo, parecían no importar, los dementores parecían aparecer debajo de cada piedra que había en el lugar. Harry se levantó con fuerza cuando otro dementor se acercó a el, y Harry sintió como una parte de el se desgarraba mientras el dementor volaba sobre ellos tres.
Otro dementor se acercó, dejando a Harry aun más débil. Ya ni siquiera podía sostenerse de pie por sí mismo, por lo que cayó sobre sus rodillas.
Harry se acercó lo más que pudo hacia su padrino Sirius y a su tía Rosaline, quienes estaban pálidos y no respiraban.
—No...no, no...—Susurró Harry con miedo, pero sin fuerza alguna de salvarlos.
Hasta que una chispa se encendió frente a él, era su mismo hechizo, era un patronus por completo.
Tenía la forma de un ciervo, se ve alguien detrás, pero Harry no logró descifrar quién es. El ciervo se transformó en una onda de luz blanca enorme, la cual alejó a los dementores por completo.
Harry se relajó por unos segundos, al ver que ninguno de los dementores estaba atascando a su familia. Incluso la calidez volvía a sus mejillas al ver como Sirius y su tía Rosaline volvían a respirar.
—Tía...—Susurró Harry con pesadez.
El aire se fue de sus pulmones, no podía seguir manteniendo la consciencia, era ya casi imposible para el y todo se volvió oscuro.
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favorite crime [Remus Lupin]
FanficUna bailarina de ballet, un sueño hecho verdad, pero las inseguridades de Remus Lupin no lo dejarán ser feliz con la francesa que adora con el alma. Una oportunidad para Harry de ser feliz, de tener una familia de cuatro que lo llenarán de una vida...