favorite crime [Remus Lupin]

quarante - neuf

Rosaline.

—¿Recuerdas el juego que me enseñaste en la boda de James y Lily?—Pregunto Remus entrelazando sus dedos con los míos.

—Si...mi abuela me lo enseñó cuando era pequeña, también se lo enseñé a Harry—Respondí sonriendo.

Mi abuela me había enseñado ese juego cuando tenía miedo o pesadillas por la noche, era una abuela estupenda.

Por eso veo a mi abuela reflejada en Minnie, aunque sea algo chantajista conmigo a veces.

Recordé perfectamente la noche de la boda, James estaba totalmente feliz por haberse casado con Lily, Sirius bailaba y bebía ron sin parar.

Y a pesar de que me resfrié esa noche por pasar frío con Remus, fue una noche maravillosa.

Todos éramos felices.

—Quizás en un futuro se lo enseñes a alguien más—Dijo Remus sonriendo.

—¿De qué estás hablando?—Pregunte confundida.

—Oh nada...ahora necesito que cierres los ojos amor—Respondió Remus.

Lo miré con una ceja alzada.

—Vamos, ¿no confías en mi?—Pregunto Remus.

Me puse a reír mientras cerraba los ojos.

—Tomare ese silencio como un "si"—Dijo Remus.

—Tu sabes que si, ¿ahora que?—Pregunte con los ojos cerrados.

—Quiero que imagines tu lugar favorito en el mundo—Respondió Remus.

—¿Real o imaginario?—Pregunte imitándolo, él me había preguntado lo mismo la primera vez que le enseñé el juego.

—El que quieras—Respondió Remus riendo.

Empecé a imaginar mi lugar favorito en el mundo, dejando de lado que mi hogar está en donde Tessa, Emma y Harry estén.

Y solo pude imaginar la Academia de baile que creé con Tessa.

—¿Lo tienes?—Pregunto Remus.

—Si...la Academia de baile que tengo con Tessa, es todo para mi—Respondí.

—Ahora que recuerdo jamás te he visto bailar—Dijo Remus.

—A fin de año nos verás bailar—Dije sonriendo ampliamente, no servía de nada mantener el secreto, el me había visto ensayar.

—¿Estas bromeando?—Pregunto Remus.

—Idea del profesor Flitwick—Respondí riendo.

—Estaré en primera fila—Dijo Remus.

Sonreí ampliamente aún con los ojos cerrados, Remus colocó sus manos en mi cintura y me acercó a él.

—Explícame como es la Academia—Dijo Remus susurrando en mi oído.

—¿Quieres detalles?—Pregunte nerviosa por su cercanía tan repentina.

—Si me lo explicas, lo imaginaré contigo—Respondió Remus.

Sonreí nerviosa mientras colocaba mis manos en el pecho de Remus.

—Es un gran salón, las paredes son color marfil, el suelo es enorme, como esos suelos de los palacios antiguos en Paris—Empece a explicar.

—¿Y el techo?—Pregunto Remus.

—¿Conoces esas pinturas renacentistas?—Pregunte.

—¿Esas que están en los museos?—Pregunto Remus.