favorite crime [Remus Lupin]

cinquante - neuf

Severus.

Ordene otro libro en su lugar en la biblioteca, ya es de noche casi, Lupin renunció durante el día de hoy por suerte.

No tengo idea quien ayudo a que Black escapara, pero puedo apostar a que fue Potter.

Lo único bueno de todo esto, es que Rosie está sola otra vez, esta es mi oportunidad, tengo que ser caballeroso con ella.

Ser el hombre que si merece, no ese monstruo de Lupin.

Estoy profundamente enamorado de Rosaline Seydoux desde que la vi al final de primer año cuando Potter estaba en la enfermería, desde ahí que me enamoré perdidamente de ella.

Había sentido algo por Lily, si, pero eso ya forma parte de mi pasado y de su muerte.

Aunque pedí que la dejaran vivir, jamas pensé que sentiría eso mismo por otra mujer.

Además de que Lily jamás me amó, y no puedo obligar a alguien a que me amé.

Rosaline llegó con esa aura tan adorable que la caracteriza, con esa sonrisa perfecta que me hace delirar, que me hace sentir que no hay otra mujer en el mundo que se le compare.

Me encanta discutir con ella, me encanta hacerla enojar, me encanta crear alguna excusa para verla aquí.

Aunque sean 5 minutos, son unos 5 minutos en el jodido cielo con ella.

—¡Severus!—Escuche su suave voz llamarme.

¿Me está llamando?, ¿a esta hora de la noche?

Me giré para encontrarla caminando hacia mi dirección.

—Realmente tienes un don para esconderte cuando uno te necesita, ¿no es así?—Pregunto Rosaline cruzándose de brazos.

Esbocé una sonrisa burlona.

—¿Tanto anhelabas verme Rosie?—Pregunte sonriendo.

—No quiero verte ni en un millón de años, ¿cómo carajos puedes ser tan egoísta?—Pregunto Rosaline.

La miré totalmente sorprendido.

—No, egoísta no es la palabra, cruel. Esa es la palabra, eres la persona más cruel que he conocido en mi jodida vida—Dijo Rosaline.

—Rosaline sabes cuanto me encanta discutir contigo pero no entiendo que quieres decirme—Dije aún acomodando los libros.

—Si sabes de que te estoy hablando, una persona inocente perdió su trabajo por tu culpa, ¿me lo vas a negar?—Pregunto Rosaline quitándome el libro de las manos.

Me gire por completo para mirarla, estamos entre dos estantes de libros.

Quise poner los ojos en blanco de la irritación, no tenía ganas de hablar del monstruo de Lupin aquí con ella.