1| Pintura verde

10.1K 651 522
                                    

Cierro los ojos víctima del cansancio y los abro cuando la mirada del profesor se dirige hacia mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cierro los ojos víctima del cansancio y los abro cuando la mirada del profesor se dirige hacia mí. Sostiene una vara en su mano derecha con la que señala ciertas partes de lo escrito en la pizarra. Trago grueso, pues temo que me golpee con ella por tanto bostezar. Tal vez no fue buena idea quedarme leyendo en Wattpad hasta que faltara media hora para que sonara mi alarma. Me repetí a mí mismo que leería sólo un capítulo más y al final terminé el libro entero.

¡Los protagonistas se besaron! ¡Se besaron! ¿Pueden creerlo? Estuve en modo fanboy durante toda la madrugada. El demonio de mi habitación debe haberse asustado con todos mis gritos.

Lástima que esas cosas no pasan en la vida real. Fuera de la ficción, las parejas se divorcian y los matrimonios duran cada vez menos. Varios hombres golpean a sus esposas, las engañan con otra mujer y abandonan a sus hijos. Aunque en algunos casos también sucede lo contrario. No me resulta difícil darme cuenta, me basta con reparar en mis padres.

Prefiero sumergirme en los libros y recrear situaciones que, pese a que jamás me ocurrirán, siguen pareciéndome hermosas y perdurarán para siempre en mí. Quizá debería dejar de leer y comentar en cada párrafo para concentrarme en mis estudios, mas la vida me sabe mucho mejor así.

Por primera vez siento que encajo en este mundo, que he logrado adueñarme de él. Estudiar Literatura era mi sueño y hoy se ha convertido en realidad. Muchas veces pensé que no lo conseguiría y que pasaría el resto de mis días trabajando en una oficina, siendo completamente infeliz.

Me enorgullece haber superado los obstáculos que obstruyeron mi camino. Así aprendí que, si la puerta que quieres no se abre, sólo tienes dos opciones: tirarla abajo o entrar por la ventana.

Después de todo, le prometí a una persona muy especial que batallaría a capa y espada por mi felicidad. Espero que ella esté orgullosa de mí, dondequiera que se encuentre ahora.

Me sobresalto al escuchar un golpe en la pizarra por parte del profesor, por lo que decido prestar atención. Estoy en clase de Filosofía, curso que me hace dudar hasta de mi existencia y sólo para asegurarme, me pellizco. Al percibir dolor niego y sacudo mi brazo. Por lo menos acabo de comprobar que soy real. Ya puedo quedarme tranquilo. Sí existo. No soy ningún personaje de un libro de Wattpad.

Creí que nos enseñarían cosas más sencillas en esta materia, como, por ejemplo, si fue primero el huevo o la gallina. Dicen las malas lenguas que el huevo, pero yo le apostaba por la gallina.

En mis años de secundaria un maestro nos contó a mí y a mis compañeros que los antiguos filósofos armaban debates al aire libre acerca de si los ángeles mantenían relaciones o eran asexuales. Y con honestidad, no me entusiasma la idea de que mi maestro actual organice uno.

—Disculpa, te buscan afuera. —Un chico de gafas sentado detrás de mí toca mi hombro y apunta la puerta—. ¿Lo conoces?

Miro hacia el exterior con disimulo y localizo a mi mejor amigo, realizando unas señas bastante extrañas. Parece un mimo. Ahora entiendo por qué le asignaron el papel de árbol en una obra teatral a los cinco años. Me reí de él durante dos semanas luego de descubrirlo.

Dibújame entre letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora