Bajo las estrellas

1.1K 161 25
                                    

13 años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

13 años

Cuando el viento sopló a mi alrededor, afiancé el nudo de los globos amarrados a las ramas más bajas de ambos robles por temor a que el aire se intensificara y salieran volando. Las luces amarillas que enredé en torno al fierro de compresión de los columpios se reflejaban en la tonalidad platinada de las cadenetas que até de un tronco a otro.

Mis padres no me habían permitido asistir al baile de fin de curso por segunda vez y preferí no insistir, porque todo lo que me importaba era pasar tiempo con Kiara. Dado que tenía prohibido acudir a la fiesta, improvisé una en el hospital, aprovechando que ellos se encontraban en una reunión laboral aquella noche. Le aseguré a mamá que podía quedarme solo sin problemas y por fortuna, ella y papá accedieron. Así que me vestí con la mejor ropa que encontré, usé el traje que pensaba llevar al baile y una chaqueta a juego. Cubrí los ojos de Kiara durante el corto recorrido hacia el patio y la única razón por la que no me atosigó con tantas preguntas fue porque conocía mis planes.

—¿Ya me vas a dejar ver? —me consultó con curiosidad y asentí, para luego quitarle la venda.

Ni bien contempló el ambiente una sonrisa se dibujó en sus labios y giró sobre sus talones para apreciar el espacio, ambientación que a simple vista pareció gustarle. Traía puesto un vestido color azul sin mangas y con el diseño de La noche estrellada de Van Gogh, pero era la felicidad que irradiaba su rostro lo que hacía que mis ojos la percibieran igual de hermosa que todos los días.

—Estás preciosa, Kiara —me incliné para besar su sien y ella clavó sus pupilas en mí.

—Tú te ves lindo con ese traje. —Sonreí cuando se acercó para acomodarme la corbata. Todo lucía tan perfecto que esperaba que mis energías no se agotaran tan pronto. Necesitaba que me permitieran disfrutar este momento—. Creo que esto resultará mejor que una fiesta repleta de desconocidos y música estridente.

—Me esforzaré porque así sea. —Le extendí mi mano—. ¿Bailas conmigo a medianoche?

—Son apenas las diez.

—Lo sé, pero me da sueño a las once. No dormí durante la tarde para decorar esto. Aunque no actué solo, tu hermano me ayudó.

—¿Por qué no me avisaste para ayudarte a colgar los globos?

—Estabas dormida, no quise despertarte. Después te pones de mal humor y te las agarras conmigo.

—¿Cuándo he hecho yo algo así? —Codeé ligeramente su brazo y rodó los ojos, divertida. Adoraba que pudiésemos bromear sobre cualquier cosa. No quería que eso cambiara nunca—. Tú te enojas cuando te hablan mientras estás leyendo.

—Pero no si eres la que me interrumpe. Por ti dejaría de leer mi libro favorito.

—Déjame sentirme especial por eso.

Dibújame entre letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora