19- Te amé, desde el primer momento.

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"Lamento ser yo quien derrumbe sus esperanzas Padre Blake, pero, no hay salida posible para su amigo".

Las lágrimas corrieron por el rostro de Gerónimo, como venía sucediendo los últimos 2 días. Sin esperanzas, sin nadie que se animara a emprender ese viaje, o le indicara al menos dónde buscar.

Ariel no era una buena persona, Danisa le había demostrado con cada letra de ese libro la verdadera esencia de ese kinesiólogo que, a simple vista, parecía un ser simpático y hermoso.

"Lo amo, lo amo y no importa cómo sea".

Su corazón gritaba, a punto de desangrarse, sufriendo cada noticia, cada negativa desde la embajada hasta de los propios familiares no sólo de Ariel sino también de esos hombres, de los cuales, nadie quería saber nada.

Gerónimo había buscado información del resto de sus compañeros y el resultado fue nulo. Familias desconocidas, escaso apego, un estado de soledad que los condujo a entregarse a su profesión y nada más.

Arturo Médici era un hombre intachable, es así como todos hablaban acerca de él en el círculo médico, incluso su antigua esposa, con la que tenía una buena relación, pese a estar divorciado.

No obstante, cuando se trataba de mover cielo y tierra para buscarlo, a nadie le interesaba ir más allá. Ni hablar de Gonzalo Hoffman un hombre de 25 años, con una carrera brillante y meteórica que había seguido a su mentor, Arturo, hasta los confines del mundo.

Gael Bernasconi también era un fantasma, nadie lo buscaba, como si no existiera. Gerónimo pensó cuanto dolor llevaban en el corazón estos hombres para vivir entregados a su profesión, para negarse una vida normal. Y sí, debía aceptar que en el fondo él era exactamente como ellos.

Ariel no era un gran hombre, pero, sin duda, algo en su corazón debió haberse movido para terminar en ese lugar abandonado por Dios.

"Una nueva blasfemia".

Gerónimo había maldecido y odiado a Dios tantas veces durante días, meses, culpándolo de su desgracia cuando, en realidad, él mismo había sido el gran artífice de su desdicha.

Colgó nuevamente el teléfono, cansado de la falta de respuestas de la embajada, cansado de luchar cuando recién comenzaba, cuando era consciente de que, cada segundo, era vital para la supervivencia de Ariel.

"Quiero que vivas".

Puso las manos en su corazón y volvió a llorar. Gerónimo no esperaba un futuro con él, pero, una cosa era imaginarlo vivo, aunque fuera inalcanzable y otra que su amor estuviera 2 metros bajo tierra.

Damián y Emiliano le habían dicho que era una cuestión sin sentido, que nadie arriesgaría su vida por rescatar a un puñado de hombres, sobre todo, teniendo en cuenta el monstruo climático al que debían mirar cara a cara para sacarlos de allí.

TEMPESTAD - S.B.O Libro 10 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora