23- Tempestad

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El día que había comenzado con un sol radiante se tornó triste y sombrío con el transcurrir de las horas. Danisa estaba nerviosa, todo lo que le estaba ocurriendo la ponía así. Indefensa, triste, con ganas de huir de sus propios demonios.

Una tontería. Nadie huye de sus fantasmas, debes enfrentarlos, pero, en ese instante carecía de fuerzas. Necesitaba un abrazo, una palabra de aliento, un beso, una caricia.

"Soy una imbécil".

Habría tenido todo eso la noche anterior, cuando Bruno se arrancó el corazón del pecho y se lo ofreció en bandeja. Contándole sus miedos, el dolor que lo atravesaba y el amor incondicional que le profesaba.

Y ella había respondido como una leona, una mujer territorial pero que poco sabía del amor.

"Un golpe".

Danisa le había dado como respuesta a todos esos sentimientos puros un golpe.

Bruno se iba, y Dani rogaba por un milagro, por algo que lo detuviera, ya que ella, era incapaz de hacerlo.

― Hemos llegado...

Aclaró Bruno y Dani despertó de su letargo. Estiró su mano para tocarlo, pero, el muchacho, de manera inconsciente se movió rápido, sin percatarse de lo demás.

Danisa se había quedado con las manos vacías por enésima vez, y, ahora, le tocaba hacerse responsable una vez más de sus errores.

Bajó del vehículo y caminó hacia la iglesia en donde se encontró con un Kellan y un Andy que desbordaban alegría.

― Dios, estás muy bella.

― No lo estoy...

Kellan la abrazó y acarició su rostro.

― Mi hermosa niña...

― Ya, Kellan, dejé de ser una niña hace mucho tiempo.

― No para mí...

El instinto protector y paternal de su hermano mayor, nunca se cansaría de él y su contención. La primera persona que había conocido todo de ella, sus puntos oscuros y los de luz.

― ¿Estás lista para convertirte en madrina de la niña más maravillosa?

Dijo, Chase acercándose con su hija, mientras Lautaro hablaba a metros de ellos con Damián y Martin quienes había llegado sobre la hora, del mismo modo que Emiliano y Mike.

La mujer estiró sus brazos y la niña, como había sucedido antes, también lo hizo hacia ella. Se abrazaron, y Dani dejó un beso en la frente.

― Bien, amiga. Es hora de hacer frente a esto ¿no te parece?

TEMPESTAD - S.B.O Libro 10 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora