16- Elecciones

2.2K 369 157
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Danisa tomó un sorbo de vino mientras sus ojos se encontraban en el hombre ébano a varios metros que, de vez en cuando, clavaba sus orbes miel en ella también.

Azali estaba hermoso, más de lo que recordaba y, de pronto, todos los deseos que había reprimido emergieron una vez más.

― Vamos a ir a la discoteca ¿te sumas?

Preguntó Bastian esa noche, acercándose a su lado, cuando su novio conversaba con Azali y Baltimore.

― No, cariño...

― Por Dios, mujer, anímate, que ese imbécil no te saque las ganas de salir a disfrutar de la vida.

― No lo hace — respondió apresurada —. Es que, de verdad, prefiero tomar una copa en mi habitación y luego dormir o ver televisión.

Bastian se giró a observar a Azali.

― No creo que él esté con su esposa por amor.

― ¿Eso importa acaso? La eligió y es suficiente.

― ¿Has hablado con él?

― Muy poco, sólo nos saludamos en el pasillo, es raro ¿sabes? Me gustaba hablar con él y me duele haber perdido incluso eso.

― ¿A qué te refieres?

― A que no sé cómo actuar a su lado, no quiero acercarme y él tampoco hace el intento.

― Dale tiempo...

Bastian le acarició el brazo y la mujer sonrió.

― ¿Tiempo? Le he dado eso a cada bastardo con el que he salido, créeme, no necesita tiempo sino pelotas para afrontar la realidad.

Danisa se puso de pie, tirando de su vestido color carmesí que le quedaba muy corto.

― Cuidado, estás a punto de mostrar tus sensuales nalguitas.

― Vete a la mierda.

― ¿Qué? ¿Es mi culpa acaso?

Bastian se señaló a sí mismo y Danisa lanzó una risa floja. El restaurante, poco a poco, comenzaba a recibir mayor cantidad de gente.

Mario y Bruno se acercaron a la mujer de inmediato.

― Chicos, no hay problema, quédense...

― ¿Estás mal de la cabeza? Nos pagan por cuidarte...

Explicó Mario, y Danisa observó a Bruno quien se mantenía callado.

Era tan diferente a Azali, Danisa los comparó desde su físico hasta su personalidad.

― ¿Y bien? ¿Vamos? Baltimore nos va a acompañar también. Le dije que le invitarías una copa de champagne gratis del minibar.

Danisa apartó la vista de Bruno y negó, intentando hilvanar una conversación.

TEMPESTAD - S.B.O Libro 10 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora