42- Facciones

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― Luciano y Alexander, saben qué hacer.

Ordenó Azali formándose con Bruno y Mario adelante. Azali se acercó a Danisa y Gerónimo y le entregó un arma a cada uno.

― No debo explicarles cómo funciona.

― Correcto — dijo Dani —. Son ellos o nosotros.

― Exacto.

El moreno le dio un guiño de ojo y se alejó, moviéndose al frente. Se arrojaron al piso, los rifles puestos en sus trípodes para mayor precisión.

― ¿Cuántos ves?

― Una docena — dijo el ruso y Luciano sonrió.

― Error viejito, son 13.

Luciano ubicó la mirilla y tuvo a los hombres en el punto exacto. El ruso se quedó observándolo por un segundo.

― Tus ojos en los muñequitos, ruso...

Alexander chasqueó la lengua. Ubicándose en posición, a varios metros de dónde estaba el resto. Entonces, los disparos no tardaron en llegar.

― No somos su enemigo.

― No, pero estamos vestidos como militares y ellos no van a confiarse.

El primer disparo salió y Luciano dio en el blanco. Directo a la cabeza de uno de los hombres, el líquido rojo esparciéndose en el aire como en una película de ciencia ficción, alertando a los demás.

― ¡Ahora!

Gritó Azali y abrió fuego junto a Bruno y Mario. Los hombres gritaban y disparaban a mansalva. Los muchachos se mantuvieron al ras del piso entre la corriente de agua y el fango. Fue cuando uno de los rebeldes arrojó una granada de mano que las cosas se pusieron feas.

― ¡Cuidado!

Hicieron maniobras para replegarse, pero, fue inútil. La granada cayó cerca y Bruno salió volando por los aires, golpeando el suelo a metros de ellos.

― ¡Hoffman!

El ruso iba a ponerse de pie y Luciano lo detuvo.

― ¿Qué carajo haces?

― Soldado caído, imbécil.

― Pues te aconsejo que sigas disparando y elimines a cada bastardo, de lo contrario, ninguno quedará vivo.

― Luciano...

― Somos francotiradores — le recordó —. Y en mi caso, pésimo en combate cuerpo a cuerpo. Esta es mi única salida y no la voy a desaprovechar. Azali y los muchachos lo van a ayudar

Y dicho esto, Luciano volvió a acomodar el arma y continuó disparando, sin cesar. Su cuerpo vibraba ante la potencia en cada disparo que lo impulsaba hacia atrás, eliminando a cada enemigo mientras Danisa y Gerónimo corrían hacia donde estaba Bruno quien volvía en sí, sus ojos desenfocados.

TEMPESTAD - S.B.O Libro 10 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora