― Luciano y Alexander, saben qué hacer.
Ordenó Azali formándose con Bruno y Mario adelante. Azali se acercó a Danisa y Gerónimo y le entregó un arma a cada uno.
― No debo explicarles cómo funciona.
― Correcto — dijo Dani —. Son ellos o nosotros.
― Exacto.
El moreno le dio un guiño de ojo y se alejó, moviéndose al frente. Se arrojaron al piso, los rifles puestos en sus trípodes para mayor precisión.
― ¿Cuántos ves?
― Una docena — dijo el ruso y Luciano sonrió.
― Error viejito, son 13.
Luciano ubicó la mirilla y tuvo a los hombres en el punto exacto. El ruso se quedó observándolo por un segundo.
― Tus ojos en los muñequitos, ruso...
Alexander chasqueó la lengua. Ubicándose en posición, a varios metros de dónde estaba el resto. Entonces, los disparos no tardaron en llegar.
― No somos su enemigo.
― No, pero estamos vestidos como militares y ellos no van a confiarse.
El primer disparo salió y Luciano dio en el blanco. Directo a la cabeza de uno de los hombres, el líquido rojo esparciéndose en el aire como en una película de ciencia ficción, alertando a los demás.
― ¡Ahora!
Gritó Azali y abrió fuego junto a Bruno y Mario. Los hombres gritaban y disparaban a mansalva. Los muchachos se mantuvieron al ras del piso entre la corriente de agua y el fango. Fue cuando uno de los rebeldes arrojó una granada de mano que las cosas se pusieron feas.
― ¡Cuidado!
Hicieron maniobras para replegarse, pero, fue inútil. La granada cayó cerca y Bruno salió volando por los aires, golpeando el suelo a metros de ellos.
― ¡Hoffman!
El ruso iba a ponerse de pie y Luciano lo detuvo.
― ¿Qué carajo haces?
― Soldado caído, imbécil.
― Pues te aconsejo que sigas disparando y elimines a cada bastardo, de lo contrario, ninguno quedará vivo.
― Luciano...
― Somos francotiradores — le recordó —. Y en mi caso, pésimo en combate cuerpo a cuerpo. Esta es mi única salida y no la voy a desaprovechar. Azali y los muchachos lo van a ayudar
Y dicho esto, Luciano volvió a acomodar el arma y continuó disparando, sin cesar. Su cuerpo vibraba ante la potencia en cada disparo que lo impulsaba hacia atrás, eliminando a cada enemigo mientras Danisa y Gerónimo corrían hacia donde estaba Bruno quien volvía en sí, sus ojos desenfocados.
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TEMPESTAD - S.B.O Libro 10 (Romance gay +18)
RomanceUn hombre peligroso y otro prohibido. Danisa Jansen ha tenido el privilegio de probarlos a ambos. Y, al mismo tiempo, ese privilegio se transformó en dolor. Hoy, ella cuenta su historia a través de un libro, un libro que ha llegado a manos de ambos...