Liam había tenido claro que Zayn se había marchado a Londres esa misma mañana tras despertarse de la siesta en el sillón que él mismo le había preparado. Lo había tenido claro hasta que su padre dijo algo que le hizo salir del adormecimiento en el que se encontraba, por el trayecto desde el hospital, y abrir los ojos sorprendido agrupando todos los nervios que había tenido alguna vez en su vida.
-Siempre he querido un BMW como ese.
En efecto, ¿Qué probabilidades podía haber de que cualquier persona con un BMW lo hubiese aparcado justo en el lugar en el que la noche anterior Zayn había aparcado el suyo? ¿0.1%? ¿0.01%?
Habían pasado el día completo en el hospital, pues Carol no había dado a luz hasta cinco horas antes. Dieciséis horas de parto que habían terminado en cesárea y que habían producido en la espalda de Liam un conjunto de nudos que no se quitaría sin las manos de un fisioterapeuta, pero tampoco podía quejarse, a su cuñada le habían abierto la tripa y le habían sacado casi cuatro kilos de dentro del cuerpo.
Se había obligado a no pensar en Zayn y en el viaje a Liverpool que habían tenido, en el que tristemente habían acabado hablando del tiempo y de la tregua que estaba dando la lluvia a mediados de agosto, una conversación que se había terminado cuando Liam le había dicho con seriedad que no iba a hablar de la meteorología más con él, nunca, que ellos no tenían conversaciones de ascensor.
Así que su profundo interés por intentar solucionar las cosas entre ellos durante las cuatro horas de camino había naufragado y no había tenido ningún éxito. Por eso ni siquiera había pensado en la posibilidad de que a la vuelta de la ciudad, volviendo con sus padres en el coche, Zayn siguiera en su casa. Solo pudo pensar que se había quedado dormido.
"Zayn, ¿estás durmiendo?"
"Contéstame, voy a entrar por la puerta con mis padres en un minuto"
"No saben que estás aquí, ¿por qué no te has ido?"
La respuesta, ansiada porque al menos Liam estaba seguro de que Zayn no estaba durmiendo, llegó no más de diez segundos después, cuando el corazón de Liam apretaba en su caja torácica como no recordaba que hubiese hecho desde hacía mucho tiempo. Y más lo hizo con la respuesta de Zayn.
"¿Querías que me fuera? Pensé que querías que me quedara. ¿Tienes puerta de atrás?"
"Puedo esconderme en algún sitio mientras les distraes y salir sin que se enteren"
"Esta ha sido la peor idea del mundo"
Liam sintió casi sus piernas derretirse al momento. Zayn se había quedado, se había quedado a propósito porque creía que era lo que él quería, se había quedado por él.
"No te vayas"
"Vale" recibió como respuesta cuando su padre había estacionado el coche en el garaje.
-Vale- se dijo a sí mismo en voz alta-, no pasa nada.
-¿Qué?- preguntó su padre, mirándole a través del retrovisor.
-No os volváis locos, ¿vale? Lo principal es que no os volváis locos. Papá, no le digas nada sobre el coche, ni sobre que no te quiero comprar uno de esos porque no quiero que corras, ni que te deje dar una vuelta, ni nada sobre sus tatuajes, por favor. Mamá...
-Hijo... ¿es Zayn? ¿Está Zayn en casa?
Liam gimió entre la vergüenza y el no saber qué esperar de la vida y asintió.
-Louis no me lo ha dicho cuando hemos hablado, pero imaginaba que alguien debió traerte porque pagaste menos de cien libras al taxi cuando te dejó en el hospital. ¿Es él? ¿Lo habéis arreglado?
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El Café 17 - Louis y Harry
Fanfiction"Debemos darle a los personajes ficticios esos finales felices que no se encuentran en la vida real". Harry ama leer. Louis solo adora escribir. Liam es dramaturgo. Zayn pinta, lo hace bien. Niall sirve café y vive, quizá sea el único que vive...