Capítulo 8

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Liam se escabulló del café en un segundo en el que Zayn y Harry estaban hablando con Kim y no estaban pendientes de ellos. Por eso cuando Louis llegó a la barra y Zayn miró a su espalda, esperando ver a Liam con él, sus cejas se entrecruzaron.

-¿Cómo va lo de las pizzas?- preguntó Louis, quedándose de pie pese a haber un taburete vacío junto a Harry.

El castaño abrió los ojos sorprendido y sonrió instantes después a Zayn, que se esmeró en mostrar su mejor cara de póker.

-¿Cenamos entonces?

-Eso parece- le contestó Louis, asintiendo también con la cabeza.

Harry miró a Zayn, que todavía intentaba no mostrar emociones en su rostro y fingía distracción, y desvió después su atención de nuevo a Louis.

-Normalmente las pedimos a una pizzería unas calles más abajo, tardan como veinte minutos, así que lo hacemos antes de cerrar para que las traigan nada más acabar- dijo. Se preguntó si sería bueno preguntar por su amigo, el cual no había dado señales de aceptar el ofrecimiento. Harry no veía muy plausible, habiendo conocido a Louis simplemente de una mañana, que fuera a dejarse caer solo por la cafetería para cenar con tres extraños, pero tuvo que preguntar por si acaso-. ¿Y Liam, también viene?

-Sí, claro- dijo Louis, riéndose al pensar en presentarse él solo a la cena.

-¡Oh eso es genial!- se alegró Harry-, ¿Verdad, Zayn?

El moreno miró al más alto elevando una ceja y suspiró levantándose de su asiento y caminando hacia la parte trasera sin responder a la pregunta y atrasando a Louis un poco más en su intento de darle una oportunidad de entendimiento y relación aceptable.

-Es bueno, lo prometo. Al parecer Liam ha...- comenzó, dándose cuenta de que no llegaría a buen puerto poniendo delante de Louis a Liam como un tocanarices poniendo musiquita con mensaje oculto-. ¡Da igual! Vamos a cenar tranquilamente, unas pizzas, y... hablaremos. Niall puede encargarse de todo, se moverá con agilidad entre Zayn y Liam y me aplacará si me paso de la cuenta, cosa que no prometo que no pase. Si pones de tu parte y sonríes un poco todo saldrá bien.

-Lo intentaré- aceptó encogiéndose de hombros y pensando para sí mismo que tampoco él podía prometer que ocurriera.

-No, tienes que hacerlo- le instó Harry-. Imagínate una cena con Zayn callado y perezoso, Liam terriblemente nervioso, Niall gastando bromas absurdas, yo mirándote y tú serio y frío como un témpano.

-¿Mirándome?- preguntó Louis, siendo esa la única parte con la que se había quedado.

-¡Oh! No hagas como si no supieras del olor a encanto que rezumas.

Louis abrió los ojos sorprendido y miró a otra parte ligeramente avergonzado. No le gustaba encontrarse con fans locos, definitivamente era una de las cosas con las que menos le gustaba encontrarse, pero también había perdido la práctica completamente en eso de coquetear. Y si se juntaban ambas, un loco coqueto, Louis podría encontrar su fin esa misma noche. No alcanzaría a jurar que no se hubiese sentido ligeramente alagado por Harry, no había que haber estudiado un master en comportamiento humano para dictaminar sin temor a equivocarse que Harry podía hacer que cualquier persona en el mundo se sintiera como lo más importante con solo un par de palabras adecuadas saliendo de su boca. ¡Y qué boca! Louis tenía que dejar de pensar en ello, definitivamente.

-¡Ves! Ya he empezado- dijo Harry, para nada avergonzado pero sí arrepentido-. Discúlpame de verdad. Pero me pierden los ojos azules y el pelo de tu estilo. De todas formas nosotros no podríamos tener nada nunca, ¿sabes?

El Café 17 - Louis y HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora