Capítulo 11

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Zayn agradecía que Niall se hubiera hecho el loco esa mañana cuando él había bajado al café temprano después de intentar dormir durante la noche y no hubiera hecho preguntas. No es que no hubiera querido pintar, es que no había podido, en su cabeza rebotaban ideas absurdas a las que no quería hacer frente pero que sin duda le carcomían por dentro. Y quería pensar que era su preocupación por Harry lo que le tenía así, pero se estaría engañando a sí mismo.

Él realmente aborrecía a Louis Tomlinson. Harry, Niall y las sesiones con su psicólogo le habían enseñado a desterrar el odio de su cuerpo, pero podía seguir aborreciendo a algunas personas, y definitivamente aborrecía a Louis. Simplemente le parecía despreciable, porque habían jugado con sus sentimientos en el pasado, que se dedicara a ilusionar a alguien para quitarle todo tras ello. Era simplemente ruin. Zayn le aborrecía con razón.

Parte de él, además, no podía dejar de pensar que Liam había desaparecido movido por las circunstancias de aquello, movido por su amor a su amigo. Liam también había sido un capullo, Zayn no había negado eso, pero si Louis se hubiera comportado, Liam seguiría ahí con él. No reconocía realmente que Liam hubiera aparecido en primer lugar movido por Louis, eso no importaba, porque el hecho de que no estuviera era más relevante que el hecho de haber hecho acto de presencia en un principio.

Lo peor es que después de un año, cuando Zayn ya había desistido de esperar otra cosa, de pronto las tornas se movían y las cosas cambiaban con un movimiento tan sutil como que Louis hacía de nuevo el gilipollas, algo para nada raro en él, pero que tenía relevancia cuando les atañía a ellos en particular. Que Louis fuera a aparecer le había tenido dando vueltas toda la noche, no entendía por qué iba a hacerlo, tampoco porque había buscado a Liam en un primer momento allí. ¿Liam en Londres? ¿En el café? Zayn solo podía reír sarcásticamente ante ello.

No tener respuesta le tenía de los nervios, quería relajarse, no pensar en ello, pero simplemente no podía, de hecho, cada vez que la puerta del café se abría, su mirada se dirigía rápidamente hacia allí esperando que Louis apareciera. No lo había hecho durante toda la mañana.

-Si no le pegas tú le pegaré yo.

Zayn sonrió negando y sorbiendo su café.

-No te detendría, sería un buen espectáculo, eres casi tan alta como él.

Kim le sirvió un poco más de líquido y se dejó caer con los codos sobre la barra.

-¿Estás preocupado por algo más?- le dijo la chica, sin mirarle directamente.

-¿Algo aparte de que el gilipollas que jodió a Harry aparezca buscando redimirse o alguna mierda de esas? ¿Qué podría preocuparme además?

-No lo sé... quizá que no venga solo.

Zayn apretó su mandíbula con fuerza y gruñó ligeramente. No le gustaba ser obvio, pero no podía evitar ser obvio cuando de Liam se trataba, nunca había podido evitar enseñar lo que el castaño provocaba en él, desde el primer momento que apareció en el café hacía más de un año. Y con el tiempo que había pasado, y los progresos que Zayn había hecho para consigo mismo, era triste seguir sin poder ocultar sus pensamientos a nadie.

-Tengo tan claro lo que haría en ese caso que preocuparme por ello no solucionará nada.

Y sí, en su mente lo tenía muy claro, normalmente todo el mundo tiene claro lo que haría en distintas circunstancias, aunque llegado el momento, cuando el pensamiento se hace presente, el mismo puede hacer aguas y fracasar estrepitosamente enfrentándose a la realidad.

Zayn creía que podría desde tirarse sobre Liam y no soltarle nunca, sin importar que hubiera miles de personas alrededor, hasta negarle una sola vez y desaparecer de su lado para siempre definitivamente. Tenía claro en su mente que su decisión estaría entre medias de esas dos, pero el presente se define solo por sí mismo.

El Café 17 - Louis y HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora