Capítulo 15

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La luz de la mañana temprana entraba de lleno en el salón cuando Liam salió de su habitación, aún en pijama y con el pelo revuelto. No le extrañó ver a Louis sentado frente a su ordenador, con los ojos entrecerrados por el sueño y la concentración, ambas a partes iguales. No dijo nada, había dejado de intentar que Louis le hablara de lo que estaba escribiendo. Le extrañaba que no hubiera dado al menos una pista cuando siempre, anteriormente, había dejado que Liam fuera el primero que leyera cada palabra que escribía, emocionado por su reacción.

Era una mezcla entre interés y preocupación la que le invadía, porque pese a saber que lo que escribía estaba siendo tan bueno como para merecer el tiempo de Louis, también estaba el hecho de que nadie esconde durante demasiado tiempo algo de lo que se siente orgulloso.

-Tienes tortitas con chispas de chocolate en la nevera, las hice hace un rato, solo tienes que calentarlas, y zumo de naranja recién exprimido, y... ¿qué tal ayer con Zayn?

Liam se volvió hacia Louis con curiosidad.

-¿Qué te pasa?

-Nada- dijo Louis, tan rápidamente que evitó cualquier duda de Liam sobre su veracidad-. Nada, de verdad- intentó, más calmado.

-Podemos jugar a este juego mucho tiempo si quieres- le dijo, con una sonrisa empezando a formarse-. Yo me siento aquí enfrente, te preguntó qué ocurre, tú me respondes que nada, te pregunto por lo que escribes, tú me das las mismas largas que me llevas dando dos semanas, yo me preocupo un poco, tú tratas de comprar mi silencio con mi desayuno favorito y preguntándome por cosas felices,...

-¿Felices? ¿Fue bien con Zayn anoche?

-Como esas preguntas- dijo, sonriendo al haber probado su punto de nuevo.

Louis suspiró y dejó sus ojos clavados unos segundos en la pantalla abierta de su ordenador, en la que descansaba el documento con nombre "Harry", porque no se había atrevido a cambiarlo durante esos días, y volvió a suspirar cerrando finalmente la pantalla.

-¿Alguna vez has escrito algo que sabes que no debes escribir?

-¿Algo como qué?

-No lo sé- dijo, intentando encontrar algo que se pareciera, sin hallarlo.

-¿Algo que pueda herir sensibilidades?

-Sí, quizá.

-¿Cómo esa obra que escribí el primer año en Boston sobre el grupo de amigos que se suicidaba?

Louis recordó esa historia de Liam, la que presentó a un concurso y rechazaron sin haberla leído completamente. Una historia cruda que a Louis le encantó, pero con la que podía afirmar con rotundidad que Liam sufría ataques de locura de escritor.

-Tal vez- le respondió-. Pero tal vez algo más como... basado en hechos reales, algo que sabes que no le va a gustar a alguien pero que a ti te parece decisivo para tu literatura y quizá para más gente.

-No lo sé.

Liam no sabía hacia dónde estaba yendo Louis, pero comenzaba a entender que esa historia, la que Louis tenía entre manos, era lo suficientemente intensa como para que su preocupación tuviera sentido.

-No puedo enseñártela todavía, no la tengo acabada.

-No me hace falta.

-Creo que es mejor que la acabe para que la leas, si... si la leyeras ahora... Es mejor que esperes- dijo Louis, liándose con las palabras.

Liam asintió aceptándolo, al fin y al cabo no era su historia, no la había escrito él y Louis tenía el derecho como autor de mantenerla para él mismo el tiempo que creyera necesario. Pese a su preocupación, se prometió darle el espacio para escribir que necesitara y no volver a preguntarle por ella.

El Café 17 - Louis y HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora