Vamos a sufrir un poco.
"Y aprendió en el estado lamentable del amor perdido, ese duro y real, ese apegado a las entrañas y que no abandona el alma, el verdadero sentido del arrepentimiento. Porque habría corrido millas, navegado nudos y volado a través del tiempo para simplemente volver a observar su corazón, el que él se había quedado, el que jamás volvería a latir".
Harry había releído esa frase tantas veces que las palabras habían llegado a perder verdaderamente el sentido, entremezclándose las unas con las otras hasta solidificarse en una pasta que solo significaba penitencia.
No sabía si Louis había sentido alguna vez ese amor desaparecido, si había dejado su corazón atrás antes, ¿se lo habría regalado a alguien que prometió cuidarlo y se habría encontrado vacío?
Harry no lo había experimentado, no sabía lo que era desaparecer de la vista del amor de tu vida y marcharse. Se había enamorado tantas veces que se había preguntado alguna vez, sin darle mucha importancia, en cuántas partes estaría dividido su corazón. Ahora en realidad se había dado cuenta de que el corazón siempre le había pertenecido a él mismo, que nunca se había dejado ofrecérselo a alguien antes.
El miedo llegó cuando se supo en la posición de James, siendo capaz de dejarle su corazón a Louis para irse a Ghana. Supo que podría hacerlo, que podría marcharse dejando atrás a Louis y el amor que sabía habían creado entre ambos y que la frase de James en el propio libro de Louis definiera su vida de ese punto al final.
Pero lo cierto es que no quería ser James, nadie querría ser James; no conocía a la persona que estuviera dispuesta a dejar el amor atrás sin ni siquiera intentarlo como había hecho el protagonista de El hombre al que solo tú conociste, todo el mundo se daría la oportunidad de intentarlo, simplemente descomponerse un poco, ¿no? Enfrentarse al rechazo. Para Harry era mejor eso que ser el protagonista de una novela de amor que acababa con dos corazones rotos. Harry no había sido hecho para tener el corazón roto, al menos era lo que él quería creer.
-Tenemos la suerte de poder trasladar el trabajo y el amor por lo que hacemos con nosotros y no depender de un lugar en el mundo, esa es una buena manera de verlo.
-Esa es una buena manera de verlo- aceptó Zayn asintiendo.
-Si tengo que ser sincero, no veo a Louis en una de las tiendas de campaña, ni siquiera poniendo un pie en el hospital. Pero quizá sí le veo compartiendo una habitación en el edificio conmigo y yendo algunos días a la semana a la escuela a enseñar literatura- Zayn asintió de nuevo-, como obra social y enriquecedora para todos. O quizá solo quiero verle y jamás me diría que sí.
-No creo que solo quieras verle, yo también le veo. En realidad le veo casi en cualquier parte del mundo en la que tú estés.
Harry sonrió queriendo creer a su amigo pero no totalmente convencido de ello.
-Te persigue a donde quiera que vas, veo cómo te mira y pese a todo no se aparta cuando le besas en público.
-Él no me besa a mí en público, nunca.
-No es difícil ver que está loco por ti, Harry. Y sinceramente no creo que Louis tenga la capacidad emocional como para pedirte que te quedes, ni siquiera como para pedirte acompañarte. Y creo que si no lo haces te vas a arrepentir.
"El que él se había quedado, el que jamás volvería a latir".
Harry volvió a pensar en esas palabras con fuerza, como si pudieran definir el momento sin realmente hacerlo, porque la historia de James y Connor era amplia, mucho más que la que ellos habían compartido, mucho más dura e intensa. Pero era una historia de amor al fin y al cabo, y se podía ver a él mismo reflejado en el espejo siendo James.
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El Café 17 - Louis y Harry
Fanfiction"Debemos darle a los personajes ficticios esos finales felices que no se encuentran en la vida real". Harry ama leer. Louis solo adora escribir. Liam es dramaturgo. Zayn pinta, lo hace bien. Niall sirve café y vive, quizá sea el único que vive...