Había estado redactando un resumen de aquello que quería decir, aquellas sencillas entradas que dieran la oportunidad de profundizar en el conocimiento de la mujer, sin llegar a ser un completo loco. Era cierto que si ella lo sabía, si tenía conocimiento desde el inicio de lo que había ocurrido con su padre en el pasado, aquella conversación acabaría en breve. Y si ella no lo sabía, pese al dolor que ello causaría en Louis, pensó que acabaría la conversación con simpleza y rendición y seguiría con su vida.
Era media tarde en Inglaterra cuando una voz femenina descolgó el teléfono al otro lado del Atlántico y se dirigió a Louis con un acento inglés que el chico extrañaba, cosa de la que se dio cuenta cuando ella respondió.
-Buenas tardes- dijo, simplemente.
Louis respiró una última vez y se dirigió al futuro.
-Hola. ¿Hablo con Margaret Roberts?
-Sí, soy yo.
-Hola, Margaret- dijo Louis, sin haberse visto tan nervioso hacía tiempo-. No sé si me conocerá, soy Louis Tomlinson.
La mujer no respondió al momento, se quedó en un profundo silencio solamente sofocado por su respiración intensa en la línea.
-Quería hacerle unas preguntas, si fuera tan amable- siguió él, intentando calmar su respiración agitada.
-Louis...
-Sí, soy escritor, actualmente vivo en Nueva York pero soy inglés.
Que ella no mostrara un conocimiento rápido sobre él solo le ponía más nervioso. Porque sí, tenía la excusa perfecta para salir del problema más pronto que tarde. Diría que creyó ir con uno de sus hijos al colegio en Londres y que estaban preparando una cena de clase para las navidades de ese año, y que había sido elegido portavoz por un grupo pequeño de amigos para avisar a todo el mundo. La mujer obviamente negaría que su hijo fuera al mismo colegio que Louis, y él solo tendría que colgar antes de mentir sobre su confusión con la lista. No había más.
-Sé quién eres, Louis Tomlinson.
Bien, la mujer le conocía, un buen primer paso, ahora solo tenía que aventurarse un poco más, pero no le dio tiempo a continuar.
-¿Me llamas por la carta?- preguntó ella, con un tono tranquilo que congeló a Louis en su sitio.
-¿Carta? Disculpe, no sé a lo que se refiere concretamente.
-La carta que te envié. Imagino que recibirás cartas como la mía habitualmente. Pero si me estás llamando tiene que ser porque has leído la carta. No esperaba que con el tiempo que ha pasado quisieras contestar o... no lo sé.
-Disculpe, pero realmente no sé a lo que se está refiriendo.
-¿No?
Louis echó a la basura su discurso establecido, perdido en el interés por saber de lo que estaba hablando la mujer. No estaba entendiendo nada. Había imaginado que ella quizá le reconocería por su conocimiento sobre todo lo que ocurrió en el pasado, o que ella simplemente negaría que su hijo fuera al mismo colegio que él y colgara con un saludo amistoso. No que saliera a la luz una carta del pasado de la que él no tenía ningún conocimiento.
-Te envié una carta hace algo más de dos años, cuando publicaste tu primer libro.
-¿Es usted fan?- preguntó Louis, sin dar crédito a lo que estaba oyendo.
-No, Louis, o no al menos del tipo de fans que escriben cartas. Imagino que podrías, si te esforzaras un poco, conocer el motivo de la misma. Pero... si desconoces la existencia de esa carta...
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El Café 17 - Louis y Harry
Fanfic"Debemos darle a los personajes ficticios esos finales felices que no se encuentran en la vida real". Harry ama leer. Louis solo adora escribir. Liam es dramaturgo. Zayn pinta, lo hace bien. Niall sirve café y vive, quizá sea el único que vive...