Capítulo 10

28 6 18
                                    

-He estado dudando en si llamarte o no durante las últimas tres horas.

-Y has decidido romper mi día de descanso con tus locuras para...

Gemma sonrió para sí misma y observó el libro entre sus manos, el libro que había llegado hacía unas horas con el correo, el libro que había estado releyendo esas últimas tres horas, aunque eso se lo podría reconocer a pocas personas. Porque ahora ella odiaba a Louis Tomlinson, pese a las mierdas esas que soltaba su hermano de tratar a las personas con amabilidad. Bueno, ella quizá no odiaba a Louis Tomlinson, y ella quizá le amaba un poquito. Pero nadie se tenía que enterar de eso, ¿verdad?

-Voy a leerte algo, ¿vale?

-¿No será esta como esa vez en la que me llamaste para leerme los componentes de un champú mientras hacías caca, no?

-Sabes que intento luchar contra mi estreñimiento desde niña.

-¡No soy tú medicamento!

-Calla, te voy a leer esto- dijo, aclarándose la voz y mirando las líneas entre sus manos-. "Para Gemma, que aborrece el amor romántico que finaliza en alegría extrema y eterna, ese que no existe. Gracias".

Harry suspiró en la línea.

-Me han regalado un libro firmado por el autor.

-¿Qué libro? ¿Lo he leído?

-Sí, es un buen libro, no nos cae muy bien el escritor, pero escribe como un jodido maestro de la literatura.

Harry intentó poner en una lista aquellos escritores que no le caían bien. Pero no logró dar con ninguno en ese momento, su mente barrió externamente y Louis no pasó por su cabeza.

-No lo sé, no conozco a nadie en persona como para dilucidar que no me caigan bien. De todas formas a ti te cae mal mucha gente, así que posiblemente está entre ese ochenta por ciento de la población. Espero que lo disfrutes- dijo, bostezando sonoramente.

Gemma acababa de despertarle de la siesta, vale que se había quedado dormido en una hamaca del último piso del hotel, frente a la piscina, donde cualquier podría verle, pero estaba realmente cansado y tenía tres shows consecutivos lo siguientes días, agradecía cualquier tiempo de sueño, por muy expuesto que fuera.

-Harry- dijo su hermana, elevando ligeramente la voz-. Louis Tomlinson me acaba de enviar El hombre al que solo tú conociste, firmado por él mismo.

No. No podía ser cierto y, a pesar de ello, Harry se irguió totalmente en la hamaca casi cayéndose al suelo por la velocidad.

-Quizá se me olvidó contarte que le conocí cuando estuvimos en Nueva York... Pero bueno, ahora tengo un libro firmado por él... ¡Tengo que dejarte! Hablamos dentro de unos años, cuando no crea que podrías guardar un cuchillo en su espalda para asesinarme. ¡Te quiero, enano!

Harry gruñó y esperó que la tontería de su hermana se pasara para hablar desde la adultez y no desde la sandez.

-Louis no firma sus novelas. No las firma, alguien te debe estar gastando una broma. ¿Le viste en Nueva York?- gritó después-. ¿Hablaste con él? ¿Estás loca?

-Definitivamente él ha firmado este libro, no sé bajo qué amenazas, sin embargo. Y sí... digamos que le vi en la obra de teatro que fuimos a ver y no pude evitar hablar con él. ¿Sabes?, rompió el corazón de la persona más importante de mi vida, es lógico que quisiera arrancarle el suyo aunque en mi mente barajaba la idea de que no tenía de eso, pero... Harry, me llevé una sorpresa, creo que sí tiene.

-Eres una idiota, de los pies a la cabeza. ¿Por qué siquiera hablaste con él? ¿Por qué no me lo dijiste?

-Quizá por la misma razón que tú no me dijiste que fue al concierto.

El Café 17 - Louis y HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora