Juntos, ¿Cierto? (Sexta parte).

29 2 0
                                    


...

Meredith comía tranquilamente sus Waffles mientras todos los demás estaban en silencio sin saber que decir.

— Entonces... — Comenzó Kim alejando su malteada — ¿Cuándo nos dirán que pasará con Trina? —.

— La niña necesita comer primero — Su gemela frunció el ceño antes de beber de su taza de café.

Todos estaban en una cafetería donde habían decidido ir a comer por falta de ganas de cocinar. Aunque la única persona que estaba comiendo era Meredith y los adultos sólo tenían algunas bebidas.

Corey miró a Meredith estudiando sus movimientos. Ella estaba sentada en frente suyo, había dejado un lugar considerable a lado de ella y después estaba Konnie, a lado del guitarrista estaba Kim impaciente por lo que sucedería.

Le habían dicho que necesitaba su ayuda para hacer que Trina creyera que Meredith podía ver a sus amigos. Y con eso se dió cuenta que era un tío horrible.

Por satán, él en verdad quería morir.

Había dejado a Meredith a su suerte con la loca de Trina, y debió de saber que  la única persona que la mantenía a raya y en paz era Kon. Claro que cuando él se fue, ella tenía que volver a sus viejos hábitos de odiar a todo el mundo.

Si se portaba así, él no dudaría en golpearla en la cara.

Y después de eso, haría todo lo que estuviera a su alcance para que la menor tuviera una vida normal, él la cuidaría. No será su padre pero tratará de llenar esa figura paterna.

Y sus amigos...

Sus amigos habían estado ahí todo el tiempo, cada vez que lloraba, cada vez que gritaba y cada vez que se quería suicidar. Ellos habían estado ahí.

Seguramente también los hizo pasar por mucho.

Corey no necesitaba de mucho para saber que Meredith decía la verdad, aunque para ser sinceros, aunque fuera mentira, él la tomaría con fuerza.

— ¿Qué tal los Waffles? — Kon le sonrió a su hija que se giró a él asintiendo con entusiasmo.

— Me gustan, están deliciosos — Tomó un poco con su pequeño tenedor y se lo extendió a su padre — ¿Quieres? —.

— Oh no, hoy no se me antojan — Negó rápidamente pero cuando vió su expresión triste, trató de calmarla — Además son tus Waffles, ya habrá otra ocasión donde yo compre los míos —.

— Está bien — Asintió volviendo a comer.

— Aún es extraño — Murmuró Kim al ver a Meredith hablar al aire junto a ella.

— ¿Ya sabes que le dirás a Trina? — Kin llamó la atención de su hermano mientras se paraba junto a Laney frente a la mesa.

— Por supuesto, primero necesito que ellos la intenten convencer y si no funciona, le diré unas cuantas palabras — Habló sin mirar a su hermano aún observando a su hija comer.

— Espero que funcione — Murmuró Laney mirando a Kin que asintió esperando lo mismo.

...

Estúpido sol de mierda.

Trina jugó con su anillo sin dejar de mirar por la ventana como siempre hacía. Como hacía cuando esperaba que su esposo volviera a casa después de salir a cualquier lado.

— Maldito Kon — Murmuró con desprecio.

¿Cómo se atrevía ese imbécil a morir después de prometerle en el altar que estaría con ella toda la vida?

Leyendas Del RockolimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora