Leyendas Del Rockolimpo

Forever

En una casa a las afueras del pueblo de las bandas más famosas del mundo, apenas se levantaba el día, cómo si ese día por algún motivo fuera especial.

—¡Mamá! ¡Papá! — dos niños interrumpieron en el cuarto de sus padres que aun dormían y se lanzaron a ellos.

—¿¡Qué!? — un hombre adulto de pelo azul se asustó y cayó al suelo en donde rápidamente se levantó poniéndose en defensa.

—Por dios, es muy temprano, si van a molestar a alguien molesten a su padre, ya esta despierto— La mujer pelirroja se volteó tapándose los oídos aun con su antifaz para dormir.

— Si, niños, salgamos, mamá tuvo una larga noche— Corey se llevó a sus hijos afuera pero antes de salir habló — además no quiero que vuelva el dragón escupe fuego—

—¡Te oí! —

—¡Corran niños!— El adulto tomó a sus hijos en hombros y salió corriendo escaleras abajo con los pequeños riendo.

...

—Buenos días — Laney le dio un beso a su esposo que estaba desayunando con los niños ya vestidos.

—Buenos días— Corey le sonrió y le arrimó la silla para que sentará mientras le servía el desayuno.

— ahg, amor anciano— Colín sacó la lengua con asco

—Callate Colín, es lindo— Roxana sonrió poniendo sus manos juntas— Sólo eres un inmaduro de 10 años—

—¡Tenemos la misma edad!— El pelirrojo la miró con enfado apuntó de lanzarle su tostada.

—¡Niños!— Su madre alzó la voz viendo a los dos pelirrojos que se detuvieron— Son hermanos, deben actuar como tal—

—Lo sentimos— Los dos bajaron la cabeza y luego sonó el timbre—¡Tío! —

Colín y Roxana corrieron a la puerta para abrirla y encontrarse con un hombre robusto, alto y barbudo.

—¡Que lindas cositas!— el hombre se inclinó a abrazar a los dos niños apretándolos con fuerza

—¡Tío Kon— Los dos niños reían aun siendo abrazados.

—¡Kon!— Corey se acercó a su amigo con una sonrisa y lo abrazó cuando este dejó a sus hijos.

—Corey, siempre me alegra verte aunque te vi ayer— Kon le sonrió y luego señaló el auto— Trina esta en el auto intentando que Sammy coma esa cosa asquerosa llamada papilla, ya sabes si quieres saludarla—

—Jajaja tu hija no cambia, iré a verla— Salió de su casa y se acercó al auto de enfrente con una sonrisa divertida

De la casa se asomó Laney y abrazó a Kon con fuerza.

—Kon, no te veo desde hace un mes— La pelirroja sonrió amistosa soltándose del abrazo y ayudando a acomodar la mochila de su hijo.

—Si, por cierto, ¿Cómo te fue firmando nuestro contrato de descanso?— El hombre tomó la mano de los dos niños.

—Muy bien, sólo tuve discusión con la disquera pero nada que una mánager como yo no maneje— le guiñó el ojo y besó la mejilla de sus hijos— Cuidense, no quiero más quejas de ustedes, ¿escuchaste Roxana?—.