Leyendas Del Rockolimpo

En vivo •2•

Contenido explícito.

...

— ¡Ya llegué! — Kin entró al departamento con una cuantas bolsas en las manos y cerró la puerta tras él.

Dejó sus llaves en el mueble junto a la puerta y caminó hacía la pequeña cocina del lugar para dejar las bolsas. Hoy las compras le habían tocado a él.

— ¿Qué hay de comer hoy? — Preguntó Corey llegando a la cocina y revisando las bolsas.

— Compré comida china — Murmuró guardando algunas compras en la alacena.

— ¿Otra vez con el dinero de tu seguidor? — Se burló Laney entrando y tomando las bolsas de comida para llevarlas al sofá.

— No es mi culpa tener a una persona atenta que me da dinero extra — Se alzó de hombros. Caminó fuera de la cocina detrás de sus amigos y luego vió a su hermano sentado buscando un canal que ver mientras comen — Aunque jamás competiré con la mujer que te da todas esas cosas caras —.

— Es cierto, un poco más y todas tus cosas serán rosas — Señaló Corey tomando su comida y sentandose junto a su novia en el sofá.

— Traté de decirle que se detenga con los regalos caros pero parece que no le hace caso a nadie — Murmuró Kon tomando su paquete de comida y hundiendo su cuerpo en el sofá a lado de Laney.

— Oh no hermano, mejor dile que nos pague una casa linda — Se rió Kin sentandose junto a él en la orilla.

Todos se rieron de la expresión avergonzada del hombre y comenzaron a comer mientras una película de terror se reproducía en la televisión.

Los cuatro han compartido departamento desde hace más de 5 años y a pesar de que aún están peleando por el dinero, tratan de sobrevivir con lo que pueden. En unos meses estarían libre de su gran deuda.

El celular de Kin vibró en su bolsillo y de forma perezosa lo sacó para revisar el número.

— Mierda — Se limpió la comida de la boca con su muñeca y abrió los ojos con pánico — ¡Bájale a la tele! — Exclamó hacía Corey que buscó el control de inmediato.

— ¿Quién es? — Preguntó Laney al ver lo nervioso que se puso su amigo.

— Los del trabajo para el que solicité. Cierren la boca — Les hizo una seña se silencio y contestó la llamada — ¿Bueno?... Si, soy yo... ¿En serio? — Sus amigos lo miraban expectantes a lo que pasaba ya que era una oportunidad grande — Si, estaré ahí... Muchas gracias — Colgó la llamada y miró a sus amigos sin expresión.

— ¿Qué pasó? — Preguntó su hermano.

— Conseguí el empleo — Susurró y luego se emocionó agitando a su gemelo — ¡Conseguí el empleo! —.

— ¡Si! — Todos gritaron de alegría al escucharlo y se levantaron para abrazar al de lentes que sonreía con alegría.

Al fin tendría un trabajo fijo. Esta era una nueva oportunidad para él.

...

Era un lunes por la mañana cuando le pidieron presentarse a trabajar para comenzar con sus días de prueba. Kin se había vestido con una camisa de vestir junto a un pantalón recto negro y un saco del mismo color.

En realidad todo fue bastante bien. Le dieron un recorrido por la empresa, le dijeron en que oficina trabajaría y lo que haría.

Pero al momento en que el hombre de recursos humanos le dió el recorrido por la empresa, sintió un escalofrío cuando pasó por la sala de juntas y observó que tres personas lo miraban desde dentro.