Descanso

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¿Alguna vez se imaginaron que estaríamos aquí? — Preguntó de repente Corey volteando a ver a sus amigos.

— ¿En nuestro jardín bebiendo cerveza y esperando a que las cosas se calmen dentro de la casa? No me imaginaba otra cosa — Contestó sarcasmo Laney bebiendo de su botella.

— No, me refiero a todo esto — Señaló todo a su al rededor — Toda nuestra vida —.

— Corey, amigo, no salimos de esa masacre para venir a escuchar tu maldito discurso sentimental — Kin frunció el ceño.

— ¿Por qué siempre tienes momentos sentimentales? — Kon Inclinó la cabeza.

Los cuatro se encontraban sentados en unas sillas en el jardín de la casa de Corey y Laney. Habían escapado después de que una gran pelea con sus demás amigos sucedió adentro y ninguno quería meterse en ella.

No lo hagan raroCorey se recargó en la silla y miró hacía el cieloEs sólo que a pesar de que adentro sea el infierno, estoy feliz por todo lo que hemos pasado. Creo que me siento realizado en la vida —.

— Si, sé a qué te refieres — Kin asintió moviendo su botella y sonriendo — Tenemos apenas 27 años y ya hemos logrado todo lo que queríamos —.

— Nos casamos, tuvimos hijos, tenemos una banda famosa y ya hemos ido al espacio — Mencionó Laney guiñando hacía su esposo que le sonrió.

— Es cierto, los quiero chicos — El guitarrista les sonrió con cariño.

— Ayyy yo también los quiero — Kon envolvió a los cuatro en un fuerte abrazo.

— Ahora Kon lo hace raro — Soltó sin aire Kin mirando hacía Laney que asintió pero ninguno se movió para salir del abrazo.

En un segundo, varias gotas de agua cayeron del cielo junto a otras más comenzando una lluvia.

— La lluvia lo hace más raro, ¿Verdad? — Preguntó Kon.

— Si — Los cuatro se separaron incómodos volviendo a sus sillas.

Laney miró hacía la casa donde aún se escuchaban gritos y luego se giró a Kin y Kon.

— ¿No irán adentro? — La lluvia no caía tan fuerte pero aún así era lluvia.

— ¿Tú no irás por tus hijos? — Preguntó Kin con una ceja alzada.

La pelirroja lo miró entrecerrando los ojos y volvió a su cerveza sin decir nada más.

Después de un tiempo, Kon volvió a hablar.

— ¿Saben? Yo aún no me siento realizado. Aún falta algo para saber que estoy bien con la vida — Se giró a sus amigos que lo veían expectante y luego sonrió con diversión — Quiero verlos a todos como abuelos —.

— ¡Ahg amigo! — Los tres agitaron la cabeza ante esa imagen y Kon comenzó a reír.

— Mi hija acaba de nacer y mi hijo tiene un año, déjame disfrutar mi vida — Laney lo miró con molestia.

Leyendas Del RockolimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora