Estará bien.

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En el que Laney no es correspondida pero sigue teniendo unos buenos amigos.

...

De acuerdo, ella a estado entrenando frente al espejo durante mucho tiempo para este momento y no va a desperdiciarlo por nada del mundo.

Los gemelos ya se han ido y ella puede hacer su movimiento ahora.

Miró a Corey recostado en el escenario jugando con una pelota de goma.

Sea lo que sea que pase después de su confesión, ella lo aceptará y estará bien.

—Core — La pelirroja se acercó al escenario.

— ¿Mmm? — El chico la volteó a mirar causando que la pelota que jugaba le cayera en la cabeza — Auuuuu —.

— Hay... Algo que tengo que decirte — Laney miró hacía otro lado ignorando el sonrojo en su rostro y su corazón palpitando.

Corey la miró un segundo mientras se sobaba la cabeza y alzó una ceja.

— ¿Es algo malo? — Arrastró las últimas palabras intentando pensar bajando del escenario para quedar a la altura de su amiga.

— No... Bueno, no lo sé... Yo... — Se tomó la muñeca izquierda tratando de darse ánimos.

— ¿Estás enferma? — Abrió los ojos al pensar eso y la tomó de los hombros con pánico — ¡Rápido! ¡Vayamos al hospital! —.

— ¡Corey! — Se soltó reteniendo los brazos del chico entre los suyos — ¡No es nada de eso! Sólo escúchame —.

El de cabello azul se quedó callado asintiendo y esperando a lo que sea que pasara a continuación.

Vamos Laney, ahora o nunca. No lo pienses.

— Me gustas — Susurró levemente sin tartamudear para su suerte y sin pensarlo, luego lo miró aún más decidida — Me has gustado desde hace tiempo y... Espero entiendas que no es como amigo —.

El garaje se quedó en silencio después de eso y el rostro de Corey se quedó completamente estático al escuchar eso. Luego se empezó a teñir de rojo y hasta el final hizo un intento de risa nerviosa.

— ¿Es una broma? — Se alejó unos pasos de ella aún intentando reír — Tú... Jamás... Jamás lo hubiera pensado... Yo... —.

Laney observó toda la reacción del chico con una expresión en blanco y sólo reaccionó cuando Corey dijo lo siguiente.

— Nunca he pensado en el romance... Jamás había pensado en tí de esa forma — En sus ojos se veía la tristeza pero en su rostro una mueca parecidas a una sonrisa se mostraba.

Oh

Laney sintió sus ojos arder por las lágrimas amenazando a salir y agitó su cabeza sonriendo a su amigo, luego dió unos pasos para rodearlo y estar cerca de la puerta del garaje.

— ¿Sabes qué? No importa, será mejor que me vaya a casa, olvidemos todo esto — Habló velozmente para que no se notara su voz quebrada y caminó a la salida.

— Lanes, lo siento — A pesar de que Corey aún estaba conmocionado, trató de no hacer sentir mal a la chica.

— No, está bien, entiendo que no te guste — Agitó las manos con nerviosismo — Sólo necesito un poco de tiempo y... Mañana nos vemos, ¿Si? —.

Laney salió antes de que se dijera otra cosa y el chico se quedó solo en silencio.

Esperaba que estuviera bien.

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