Leyendas Del Rockolimpo

Aroma Omega.

Los estudiantes de la preparatoria caminaban por los pasillos buscando a sus amigos o dirigiéndose a clases.

En realidad, el ambiente era agradable, menos para una persona que caminaba veloz y nerviosa por esos pasillos, se veía desesperada, apresurada, incómoda y acalorada.

Un chico de pelo rojo vio pasar a su amiga junto a él y la siguió pero se detuvo al ver hacía donde se dirigía.

Baño de niñas.

— ¡Laney! ¿¡Estás bien!? — El pelirrojo intentó llamar a su amiga desde la puerta del baño para no entrar.

— ¡Claro que no estoy bien! — La chica contestó desde dentro asustada — ¡Trae a Cinthia o a Kim! ¡O a cualquier mujer Omega! —.

— ¡De acuerdo! — Lenny presentía que era esa semana del mes en donde se la pasaba mal su amiga así que salió corriendo buscando a alguien.

Dentro del baño, Laney se tomaba del cabello con desesperación.

— Mierda, ¿Cómo se me pudo olvidar que hoy inicia? Estoy tan ¡Ahg! — Junto las piernas y golpeó la puerta con desesperación haciendo que resonara en todo el lugar.

— ¿Hola? — Una voz llamó la atención de la pelirroja.

De pronto sus fosas nasales se llenaron de un aroma familiar, olía tan delicioso, tan apetitoso, tan excitante.

Como un alfa.

¡Mierda!

¡Doble mierda!

¡Conocía ese olor!

¡Carrie!

— ¡No! — Laney se acercó a la puerta del cubículo para hablar mejor — Sal de aquí, por favor, no es un buen momento para mi —.

— ¿De qué hablas? Sabes que somos amigas y pu... — La chica de afuera se detuvo al oler el ambiente, de pronto sintió un calor abrazador por todo su cuerpo y su boca salivando — Estás en celo —.

— Necesito que salgas de aquí, ahora — Laney cometiendo un gran error, abrió la puerta mirando asustada a su amiga.

— Lanes — Carrie se acercó a su amiga con lentitud — Hueles delicioso —.

— ¡Alejate! — El cuerpo de la pelirroja reaccionó a contrario ya que pudo sentir su aura de alfa, un alfa que estaba entrando también en celo por su culpa.

Carrie la tomó de los brazos y la acorraló contra la puerta de un cubículo, luego acercó su rostro al cuello de la más bajita.

— No — Laney podía sentir su intimidad humedecerse en contra de su voluntad.

— Serás mía — Carrie  abrió la boca para acercarse a la clavícula de su amiga y lamer toda esa sección, luego acercó sus dientes.

Antes de poder marcarla, un golpe en su cara la dejó en el suelo y la alejó de la otra chica.

— ¡Konnie! ¡Llevatela lejos! — Cinthia señaló la puerta a su amiga rubia mientras se acercaba a Laney.

La rubia asintió y poniendo mucha fuerza, se llevó a Carrie que aún estaba hipnotizada por el aroma de Laney.

— ¿Estás bien? — Cinthia inspeccionó a su amiga y luego buscó en su mochila — ¿Por qué no me enviaste mensaje antes de llegar a la escuela? —.

— Yo... —.

¿¡Qué mierda acaba de pasar!?.

— No te preocupes, luego me cuentas, lo importante es que estás bien, toma — La chica le dio una caja — Siempre las traigo por si acaso, toma dos, ya sabes como te pones de sensible en esta semana —.