Capítulo 14

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Su vestido se hinchaba y el viento le azotaba la cara. Las ramas de los árboles parecían querer detenerla, pero aquel roce solo provocaba una caída más lenta. Se dio la vuelta intentando un aterrizaje sereno sobre la tierra y el pasto, sentía sus piernas ensuciarse y rasparse mientras pretendía detener la caída. Parecía que había una pequeña colina junto a su ruta de escape. Dejó de girar con un golpe seco usando las rodillas y con ambos brazos raspados. Al menos pudo frenar lo suficiente con las manos antes de que su cara tocara el suelo.
La caída resultó más dolorosa de lo que esperaba, sentía todo su cuerpo arder de dolor y no necesitó de luz para saber que estaba sucia. Intentó tomar aire, había levantado polvo y se estaba ahogando.
Se incorporó lo más rápido que pudo para que Marcus no le cayera encima y encontró a Rona, parada junto a unos árboles cerca de ella, con las manos puestas sobre un tronco. Se había metido entre las sombras, aunque podía verla desde donde aterrizó. Pronto se dio cuenta de que era ella la que hacía mover las ramas.
Marcus estaba bajando y salió una nube de polvo al tocar el piso, ambas caminaron hacia él y lo ayudaron a sentarse para que se recompusiera. Tenía ahora toda la cara negra, pero no había indicios de heridas graves.
Noli miró a su alrededor, no sabía en qué parte estaban. Solo los alumbraba la luz de la luna y junto a ellos empezaba un bosque completamente oscuro. Arriba de las torres no habían ventanas de donde saliera luz y eso no les daba ni una pista de su ubicación.
-Mac, por favor dime que sabes en donde estamos -Noli movió los hombros y comenzaron a arderle. Era la única forma de salir, se recordó.
Marcus se levantó de la mano de Rona y alzó la mirada. Noli no sabía ni si quiera si podía ver bien, uno de sus ojos ya estaba casi cerrado y parecía palpitarle.
-Por la dirección del calabozo, diría que estamos en la zona oeste del castillo -a Noli no le servía de mucho saber eso, necesitaba ubicarse con algo más-. Pero ese bosque me dice otra cosa, parece del este, no estoy muy seguro.
Noli lo tomó del brazo y lo apartó unos pasos de Rona, ella seguía en silencio y parecía asustada.
-Se supone que Lukas te había enseñado el mapa de todo el lugar -replicó en voz baja.
-Me mostró una parte y las salidas del calabozo, pero esa ventana claramente no estaba marcada.
Noli suspiró.
-Pronto vendrán a buscarnos, tenemos que movernos ya.
-Lo único que tenemos es el bosque y a Rona. Está angustiada, pero seguro que puede ser de ayuda -dijo Marcus subiendo el tono de voz.
Rona era una transmisora lo cual significaba que podía comunicarse con cualquier ser vivo. A su familia la reconocían más por controlar el crecimiento de las plantas, tenían un buen negocio.
-Esta bien... más vale que lo logre -Noli pasó a un lado de Marcus.
No le gustaba hablar con Rona, creía que sus dones no eran muy útiles más que para una ocasión como ésta. A pesar de todo, conocía varias cosas sobre ella por voz de Marcus, pero jamás la había llegado a tratar. Ahora la chica estaba temblando de pies a cabeza, tal vez tuviera frío, aunque a Noli no le interesaba saberlo.
-Oye, Rona -dijo con calma-, si nos adentramos en ese bosque, ¿podrías dirigirnos para salir?
-¿Salir a dónde? -dijo con una voz temblorosa.
-Lejos, no sé en realidad en dónde estamos, pero tal vez atravesando los árboles podamos llegar a algún punto más... útil.
Rona comenzó a caminar en dirección al árbol más cercano, puso una mano sobre él y cerró los ojos. Después de lo que pareció un minuto, volteó y abrió los ojos para hablarles.
-Hay un establo al otro lado del bosque y se puede ver una salida desde ahí.
Noli respiró aliviada, no quería quedarse a acampar en medio de la nada. Recordó que algunas personas, cuando exploran nuevos lugares, a menudo llevan los materiales necesarios para escribir cartas para que, en caso de perderse, un circunvolador vaya en su rescate. ¿Por qué no se me ocurrió antes? Luego recordó el precio incómodo por guardar cosas bajo su vestido y se esfumó la idea.
-Vayamos. Marcus, tendrás que alumbrarnos.
-Claro, ¿porqué no también ponemos un camino de flores? -dijo con sarcasmo. Noli creía que ese era un signo de que se sentía mejor-. Así cualquiera podrá vernos... no puedo.
-¿Encerio pretendes que atravesemos a oscuras? -le dijo Noli intrigada.
-No necesitamos luz, yo les diré por dónde pisar -dijo Rona un tanto animada.
Noli accedió de mala gana y comenzaron a seguir a Rona.

Sangre y lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora