Sangre y lágrimas

Capítulo 34

Después de mucho planear, Noli por fin decidió responderle a Lukas. Aunque tuvo que escribir una carta extra para explicarle que sus palabras del mensaje anterior -donde decía que ya no trabajaría para él- eran inciertas.
También le escribió un mensaje a Marcus pidiéndole que se reunieran esa misma noche. Ella estaría corriendo un gran riesgo al salir, pero entre más pronto tuviera el libro en sus manos, más rápido terminaría con todo esa situación. Sin embargo, antes que todos, Lena pidió verla por la tarde y, por suerte, su padre no puso objeciones.
-Limpia y sin un rasguño, te has portado bien, ¿eh? -le dijo cuando la recibió en la puerta.
-Estando encerrada todo el día en casa, sí.
Lena sonrió y subieron a su habitación.
-¿Cómo te sientes con tus dones? ¿Has tenido alguna molestia o algún cambio extraño?
-Todo parece ir bien. De echo, el calor parece llegar más rápido que antes.
-Eso es bueno, ¿y qué tal el frío?
-Ya casi no necesito algo para cubrir mis brazos. O tal vez es porque estando en casa no se siente tanto la diferencia.
-Puede ser.
Se quedaron calladas unos segundos. Noli quería contarle lo entusiasmada que estaba por encontrar la cura para su madre y que seguramente le llevaría a ella ese libro en cuanto lo tuviera, pero su amiga también parecía querer hablar.
-¿Pasa algo? -le preguntó buscando su mirada.
Los ojos de Lena se reflejaron con el sol y parecían esmeraldas, aunque eso no podía descartar el brillo melancólico que tenían.
-He estado pensando en las implicaciones de tus sentimientos con el tónico.
-¿Y?
-Bueno si dices que has estado pasando tiempo con el príncipe Lukas, creí que tal vez él estaría involucrado en esto...
-¿Dices que Lukas me gusta? -se adelantó a decir.
-Solo es una teoría.
Noli sonrió tímidamente.
-No, eso no es posible. Trabajo para él, pero solo eso. Es imposible que entre nosotros dos pueda haber algo más -le aseguró.
-Ajá, ¿estas segura? -Noli asintió-. Porque eso mismo dijiste cuando conociste a Yedian y mira en qué terminó.
-...en que él me siga buscando. ¿Quieres dejarlo ya?
-No puedo, es divertido molestarte con eso -soltó una carcajada.
-A propósito, ¿crees que de verdad me haya gustado él? Osea, ya sé lo que pasó -dijo cuando vió que Lena abría la boca-, pero creo que pudo haber sido bajo la influencia del tónico.
-No intentes justificar tus malos gustos con ese tónico -la apuntó con un dedo.
-Solo quiero saberlo. De ser así, puede que no me haya gustado nadie nunca.
-¿Y ahora si te gusta alguien? -Lena levantó una ceja del mismo tono que su cabello.
-Tal vez...
-... es el príncipe Lukas.
-¡No!
-No lo niegues, es atractivo y le gusta meterse en problemas. Te gustan ese tipo de chicos.
Noli puso los ojos en blanco y ambas se disolvieron en pequeñas carcajadas.
-Como sea, no creo que nada pase entre él y yo por mucho que lo insinues.
-Ya veremos.
-Lo que sí podría decirte es que hay... bueno tal vez si haya un chico, pero ni siquiera sé su nombre.
-¿El chico del club con el que te fajabas?
-¡Oye! -le dio un leve toque en el brazo para reprenderla por su lenguaje.
-No me digas que él. No lo conoces. Ni siquiera le has visto la cara.
-No necesito verle todo el rostro, el atractivo está también en su interior.
-Ay, cállate. Yo solo sé que el amor es ciego... o medio ciego -tapó su cara con sus manos, simulando que tenía un antifaz.
Noli volvió a reír e ignoró sus ademanes.
-Oye, pero ¿y Chainstom?
El rostro de Noli cambió y su sonrisa se extingió. Suspiró antes de contestar.
-Pues... me fue a ver el otro día y le cerré la puerta en la cara -Lena sonrió en aprobación-. Pero después tuve que salir con él y dijo una estupidez sobre que él piensa que somos compañeros, ¿lo puedes creer?
-No. Que horror. Ese chico solo dice eso para convencerte.
-Lo sé, y lo peor de todo es que creía que con un beso podríamos saber la verdad.
-¿Lo besaste?
-Claro que no, pero insistía y no me dejaba ir así que tuve que golpearlo y me fui.
-Al menos tuviste la fortuna de ser la que lo golpeara. En cuanto oigo hablar sobre ese chico es como si intentaran sacar mi lado violento.
Noli sonrió al imaginar a Lena golpeando a alguien, con la dulce y tierna imagen que le reflejaba a todo el mundo.
-A mí también, en realidad es muy placentero hacerlo. Tal vez pueda convertirlo en mi nuevo pasatiempo.
Lena rió y contagió a Noli. Sentía que era lo que debió de hacer desde hace tiempo, en vez de encerrar todo lo que sentía.
-En fin, ya debo irme.
-¿Verás a tu príncipe?
La sangre se apoderó del rostro de Noli.
-Nunca será mi...
-Nunca digas nunca -la interrumpió y le dio una mirada firme.
-Como sea, sí, lo veré, pero por negocios.
-¿Y esos negocios implican besos?
-No -dijo fríamente.
-Cuando lo impliquen, notifícame.