Más cartas aleatorias de Lukas siguieron llegando durante un día entero.
Sus mensajes hablaban sobre cualquier trivialidad y se salían del tema que les importaba, Noli solo las leía. Seguía enfadada con él por haberle hecho esa broma tan pesada, solo le respondió una vez para pedirle que le diera su parte del trato y él le había respondido, un par de horas más tarde, que debían hablarlo esa noche. Noli tuvo que enviarle una carta a Marcus para preguntarle si su reunión era verdadera pues no pensaba volver a cometer el error de escaparse sin sentido alguno. Pero la respuesta nunca llegó y tuvo que decidir en último momento salirse en silencio y a mitad de la noche.
Lukas no había especificado dónde se tenían que ver, pero algo le decía que se trataba de los túneles y, cuando encontró a Lukas y a Marcus, mirándola con recelo, supo que algo no marchaba con normalidad.
-¿Qué sucede? -les preguntó a ambos.
-Sucede que, como siempre, llegas tarde -le dijo Lukas.
Noli avanzó hasta él y se enfrentó con su egocéntrico gesto.
-Tal vez llegaría más temprano si me confirmaran el momento y lugar exactos de la reunión -le reprochó en un tono molesto.
-Creo que alguien no está al pendiente de su correo.
-Lo estoy, tanto que tuve que ir al Centro por tu estúpida broma, pero me las pagarás...
Un segundo después, Noli tenía dos dagas curvas en las manos y lo miraba fijamente. Lukas levantó las manos y se quedó muy quieto.
-¿De qué estás hablando? Yo nunca te llamé.
-Me enviaste una carta que decía que tenía que reunirme contigo, que era una emergencia y que debía llegar al castillo lo más pronto posible.
-Nunca he hecho eso -dijo extrañado.
-Algo esta pasando en la ciudad -intervino Marcus-. Alguien ha estado enviando cartas falsas, firmas que parecen idénticas.
-¿Cómo lo sabes? -le preguntó Noli.
-Porque tú no me escribiste una declaración de amor ni le dijiste a Marcus que se alejara de tu vida después de tener sexo, ¿o sí? -dijo Lukas.
Noli abrió levemente los ojos.
-Por supuesto que nunca he hecho tal cosa, eso es absurdo -dijo y volvió a guardar sus armas.
-Entonces ya podemos concluir que la comunicación, de ahora en adelante, ya no será segura.
Noli ahora podía entender el distanciamiento con Marcus, las insistencias inexplicables de Lukas para hacer algo y las múltiples cartas que habían llegado a su padre pidiéndole cosas absurdas que solo lo enfurecían.
-Ha habido revueltas en toda la ciudad por cartas extrañas, y la mayoría de la gente se lo cree -comenzó a explicar Lukas-. Ya no debemos hablar por escrito, desde ahora en adelante solo nos comunicaremos de manera física y, si alguna emergencia llegara a surgir -hizo énfasis mirando a Noli-, solo podremos creer en las cartas que estén selladas con sangre, ¿hecho? -Marcus y Noli asintieron.
-De acuerdo -dijo Noli-. Entiendo esa parte, pero no tengo mucho tiempo ahora y necesito que me des aquel papel para poder anular mi matrimonio.
-El libro todavía no está abierto, ¿o sí? -contestó el príncipe en un tono altanero.
-Te dije que me quedé sin tiempo, lo necesito ya.
-Pronto lo tendrás, solamente tienes que seguir convenciendo a los demás de que todo va bien y cuando...
-No es posible -lo interrumṕió-. Todos estan haciendo planes y... mi padre no aceptará un no, no puedo convencerlo de que... no puedo con él, necesito ese papel -su voz se fue apagando.
-Lo tendrás, créeme -le aseguró.
-Lo necesito ya.
-Te recuerdo que firmaste por terminar este trabajo.
Noli ladeó la cabeza.
-¿De verdad no puedes dármelo antes? -insistió.
Lukas negó con la cabeza. Marcus en ese momento fue junto a Noli y la hizo sentarse sobre una silla.
-¿De verdad es tan complicado? -inquirió Lukas.
-¿Qué cosa? -preguntó Noli.
-Enfrentas guardias, borrachos y personas que creen saber luchar, y ¿no puedes con tu padre?
-No olvides príncipes -señaló.
Lukas sonrió con un lado de la boca.
-Tendrás lo que acordamos, solo necesito que abras el libro.
-Pero no sabemos cómo.
-En realidad -habló Marcus-, sí sabemos cómo. Es por ello que nos reunimos ahora, porque justo necesitamos planear cuándo abrirlo.
-Estuve investigando y fue difícil porque en las leyendas nunca se menciona que el libro tuviera un tipo de protección, yo también se sentí estafado -Lukas puso una mano sobre su pecho-. Pero después de tanto leer, supe que el libro requiere de una llave.
-Que inteligente -se burló Noli.
-Pero además, necesitamos unas manos puras y castas -miró a Noli. Ella rió entre dientes.
-Pues entonces busca a alguien más, yo no podré abrirlo.
-No hay más, tú lo tocaste primero -dijo Marcus.
-Pero eso no significa que yo lo deba abrir. Puede hacerlo cualquiera.
-Debes ser tú. Eres la única persona que puede abrirlo, te necesito -le dijo el príncipe con una mirada solemne. Noli creyó que todo era falso.
La forma en que Lukas le habló, la forma en que le estaba pidiendo eso, hizo que no pudiera negarse a ese tipo de encanto que le aterraba cada vez que le pedía amablemente que hiciera algo.
-¿Dónde está la llave? -preguntó.
-En el castillo -respondió Marcus-. Es un anillo en realidad, pero lo que aún no sé, es cómo lo vamos a tomar -dijo mirando a Lukas, como acusándolo.
-¿Por qué? -le preguntó Noli.
-Porque el anillo es de la reina y no podemos simplemente entrar a pedírselo -respondió Lukas.
-Pero tú puedes tomarlo -le explicó Noli.
-El príncipe no se puede andar paseando por los aposentos de...
Lo interrumpió.
-Sí sí sí, lo sé. Pero bien podrías pedírselo de buena manera. Vamos, es su madre.
-En realidad -comenzó a decir Lukas-, ningún príncipe puede andar cerca de los dormitorios de los monarcas.
-¿Qué? -dijo Noli con sorpresa-. ¿Qué clase de familia es esa? Si es que se le puede llamar familia.
Lukas ignoró su comentario y siguió desarrollando su discurso.
-La reina no suelta sus accesorios así como así. Y, ¿crees que no he intentado pedírselo? Porque lo hice, y ahora parece que lo tiene... alguna de mis hermanas.
Noli suspiró.
-Si tú no puedes pasearte en tu propio castillo, mucho menos nosotros podremos entrar nosotros.
-Yo me encargaré de eso -dijo Lukas.
-Pero, ¿cómo? No creo que me pueda colar de nuevo por las habitaciones, seguro hay más seguridad.
-Yo me ocuparé de eso -insistió-. Entrarás limpiamente.
-No volveré a fingir ser tu pareja otra vez -señaló antes de que se le ocurriera decirlo.
-Eso ayudaría a dar otra imagen y pasar desapercibidos -comentó guiñándole un ojo.
-¿Y si alguien nos decubre? -dio un paso hacia él-. ¿Qué pasará cuando todos se enteren de que sigues soltero?
Lukas, a su vez, dio un paso hacia adelante.
-Descuida, dulzura, soy muy bueno haciendo que se corran los rumores.
-Pues eso no me deja más tranquila -se cruzó de brazos-. ¿Cómo vamos a entrar ahora que ni las cartas son seguras? ¿Acaso crees que con una invitación baste? -preguntó Noli.
-Es exactamente así, dulzura. Entrarán tal como lo hicieron la primera vez, pero ahora sin menos problemas -dijo Lukas mientras metía ambas manos dentro de sus bolsillos.
Noli compartió una mirada con Marcus que denotaba confusión.
-Pronto les llegarán unas invitaciones, todo ya está planeado. Mientras tanto, deben mantenerse en las sombras el mayor tiempo posible -sentenció Lukas.
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Sangre y lágrimas
Fantasía¿Y si el destino de todos ya estuviera escrito? ¿Y si no es una coincidencia conocer gente, experimentar cosas, ni tener "accidentes"? Había una vez, en una isla donde los más acaudalados no poseen ningún don sobrenatural y los débiles estallan de p...