-La boca del toro, ¿qué rayos es eso? -preguntó Marcus.
Noli lo había convencido para que, después de hacer la limpieza de su departamento, se reunieran con Lukas en la mañana.
-Tal vez es metafórico. Quizás tiene que ver con los dientes de un toro -comentó Lukas.
-¿Qué tienen que ver eso? -Noli se burló-. ¿Piensas ir a husmear entre la dentadura de un toro para ver si está ahí la espada? No seas ridículo.
-No sería mala idea... -intervino Marcus- solo por ver quién pierde la mano.
-Concéntrense, debemos hallarlo pronto -articuló Lukas.
-¿Por qué? ¿Acaso tiene algo que ver con el rey? -preguntó Noli y Marcus también lo miró. Ella le había escrito lo que había escuchado cuando fueron a la biblioteca y se mantenían al pendiente por si el rey pensaba hacer algún otro movimiento en su contra.
-No tiene nada que ver con él. Solo quiero terminar con esto lo más pronto posible.
Noli quería lo mismo.
Se tiró sobre una colchoneta y miró el techo, intentando aclarar sus ideas y midiendo el tiempo que le quedaba. Se supone que había salido a comprar productos íntimos, pero la excusa no daba para mucho.
-Comenzaré a hacer preguntas a mis conocidos, veré si alguien entiende algo -declaró Marcus.
-Hazlo con discreción -le advirtió Lukas.
Estaban a punto de irse, cuando Noli habló.
-Creo que deberíamos llevar la copa cuando vayamos por la espada.
-¿Por qué lo dices? -inquirió Marcus.
-De alguna manera están unidas y se supone que la sabiduría caracteriza a la copa...
-... con los líquidos -terminó de decir Lukas.
Noli se enderezó de golpe.
-La fuerza está vinculada con la espada, y dice algo sobre el polvo -meditó Marcus.
-No creo que se trate de suciedad -dijo Lukas.
-Tal vez habla de algo fino y pequeño -mencionó Noli.
-La espada se vincula con el agua, pero trata más sobre la fuerza y... -Lukas los miró a ambos y abrió los ojos como platos-. La arena.
-Fue forjada con arena -agregó Marcus.
-Dentro del mar -aportó Noli.
-Se habla del perdón, ¿Rilo y Omindo eran... tuvieron alguna pelea o algo? -preguntó Noli.
-Los libros no dan para saber eso, pero eran muy buenos amigos -respondió Lukas.
-La espada está en Septentrión -habló Marcus y ambos lo miraron-, está vinculada con el agua y la arena.
-La playa -dijeron Noli y Lukas al unísono.
-La espada está en la costa -dijo Marcus, sorprendido.
-¿Hay algún lugar relacionado con un toro? -cuestionó Lukas.
-No como tal, más bien es hay una roca enorme con forma del cuerpo de un toro -dijo Marcus.
-¿La boca tiene alguna entrada? -inquirió Lukas.
-Es una roca, no se ve ninguna entrada -aclaró Marcus.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque una vez intentamos partirla -contestó Noli.***
Las mentiras y los engaños a menudo se confunden, pero utilizar las primeras son más útiles a la hora de pedir perdón.
Noli no se sentía muy cómoda al mentirle a los demás, pero consideraba que en ocasiones era realmente necesario y, a pesar de los desastres que podía ocasionar, siempre disfrutaba ejecutar sus propios planes. Sin embargo, mentirle a su padre sobre salir con Chainstom para poder verse con Marcus, era una situación irritante por el hecho de que la dejara ir tan fácilmente. Sabía que no era correcto usar a ese chico, pero en algo tenía que servirle su supuesto vínculo.
Estaban en su querido y seguro departamento, entrenando con cuerdas y sudando como seguramente no lo habían hecho en varias semanas, cuando Marcus comenzó a charlar.
-¿Recuerdas que quería una espada única? ¿Exclusiva para mí? -le preguntó Marcus de repente y sin dejar de saltar.
-Lo recuerdo, ¿qué con ello? -respondió Noli entre jadeos.
-Ya la hice, ¿quieres verla?
Noli se detuvo. Estaba a punto de objetar que él no era un forjador, pero Marcus habló primero.
-No es precisamente de metal y es justo eso lo que la hace auténtica -puso distancia entre ellos y comenzó a frotar sus manos, entrando en calor.
Noli también se detuvo, intrigada. Marcus tenía unidas las palmas de sus manos y las fue separando muy lentamente, revelando un fino y largo rayo de luz blanco. Noli jamás hubiera imaginado que podía hacer eso, no sabía si los demás iluminadores lo sabían.
-Dime que no solo sirve para alumbrar.
Marcus sonrió y le señaló con la cabeza la cuerda que había dejado en el suelo. Noli sujetó una parte para ponerla frente a ella y esperó. Marcus hizo un movimiento rápido, pasó sus manos entre las de Noli y cortó la cuerda en dos.
-Bien hecho -dijo maravillada.
-Y eso es solo el inicio, deja que termine de perfeccionarla y verás qué más puede hacer.
-¿Puede cortar cosas más duras?
-Trabajo en ello. Quiero que sea tan útil como una espada, pero es delgada y me preocupa.
El recuerdo de lo ocurrido en la habitación de cierto príncipe vino a la memoria de Noli. Tal vez podrían hacer algo juntos. Notó que su lazo luminoso no estaba adherido a las palmas de Marcus y tuvo una idea.
-¿Qué tanto la puedes estirar?
-Hasta donde llegan mis brazos... conozco ese tono -alzó una de sus cejas espesas y la miró con intriga-, ¿qué tienes en mente?
-¿Has pensado en que, si de verdad quieres hacer una espada, tal vez calentarla podría favorecer a su composición?
-No lo había pensado. Hazlo, pero no te acerques demasiado.
Noli se paró frente a él y la temperatura de sus manos se encendió rápidamente, como si su cuerpo hubiera sabido qué hacer antes de que ella lo pensara. Pasó varias veces sus manos por ese rayo y fue adoptando un tono amarillento con forme el ardor la llenaba. Pero no solo era el color, comenzaban a verse mínimas modificaciones en el grosor.
-Funciona -expresó Marcus.
Noli se limitó a sonreír, estaba demasiado absorta en lo que hacía que no deseaba perder la concentración. Cuando notó que la luz parecía no cambiar más, apartó sus manos y fue disminuyendo la temperatura.
-¿Tienes algo que ya no te sirva? -le preguntó Marcus sin levantar la mirada.
Noli comenzó a buscar entre sus cosas hasta que halló un pequeño remo de madera y lo sostuvo frente a él.
-Cuidado con los ojos -le advirtió antes de atravesar el objeto con su luz.
La madera quedó con marcas oscuras, pruebas del corte, y ambos sonrieron complacidos.
-Nol, esto es genial, ¿sabes todo lo que podré hacer ahora? Me has dado lo que necesitaba para seguir.
Lo miró complacida con lo que había hecho, pero de pronto la luz regresó a ser clara y adelgazó.
-Tal vez el efecto es solo temporal -dijo Noli observando entre sus manos.
-Ojalá durara más. Tal vez podríamos averiguarlo, pero tendrá que ser otro día.
-Debemos irnos -concluyó Marcus con un ligero tono melancólico en su voz.
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Sangre y lágrimas
Fantasía¿Y si el destino de todos ya estuviera escrito? ¿Y si no es una coincidencia conocer gente, experimentar cosas, ni tener "accidentes"? Había una vez, en una isla donde los más acaudalados no poseen ningún don sobrenatural y los débiles estallan de p...