Capítulo 39

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Si Noli hubiera sabido que esa noche iba a enfrentarse de verdad con un príncipe, hubiera optado por traer una de sus mejores armas. Lo cual, no resultaba del todo incierto ya que llevaba consigo la Espada sin Límites, pero por desgracia Marcus había dicho que no sería justo que ella peleara con eso mientras Lukas usaba una espada cualquiera. No le quedó más remedio que aceptar y tomar una de las espadas iguales que había llevado su amigo.
-¿Puedo decir que es ridículo que peleen por una espada? -preguntó Marcus mientras se sentaba, paciente por el espectáculo.
-No es solo una espada -reprochó Lukas.
Noli se quitó la chaqueta y estiró los brazos, giró el cuello y movió las piernas. Estaba lista para pelear por lo que creía que era suyo.
Lukas tomó una espada y se paró frente a ella en una posición de combate.
-Podemos hacer más sencillo esto, tú me dejas conservar la espada y a cambio prometo no dejarte el ojo morado -propuso Noli.
-¿Vas a hablar o a pelear?
Noli saboreó el filo de sus palabras y cuadró los hombros mientras blandía su espada. Se imaginó a sí misma representando su propio papel y deseó tener un antifaz, eso la haría para verse aún mejor.
-¿Les pongo las reglas? -preguntó Marcus divertido.
-¿El primero que caiga? -preguntó Lukas, mirando fijamente a Noli.
-Hecho -contestó y al instante atacó.
Lukas se defendió usando la espada y, por el rabillo del ojo, Noli notó que usaba sus piernas para intentar hacerla caer. Él era más alto y le sacaba ventaja, pero aún podría vencerlo. El ajetreo pronto hizo que comenzara a elevarse la temperatura entre los dos y se encontraron moviéndose en todo el espacio que les permitía el pasillo. El choque de sus armas era el único sonido que invadía el lugar hasta que Lukas habló.
-Deja de atacar.
-¿Qué? -preguntó Noli mientras intentaba echarlo para atrás.
-Ríndete y déjame ir con la espada, ese es el trato que habíamos acordado.
Noli se dio la vuelta y volvió a atacar, esta vez más rápido.
-Sé que la tendrás, solo pido unos días más con ella -dijo con los dientes juntos.
Lukas hizo un movimiento que no lo vio venir hasta que estuvieron cercas y con la frente sobre la suya.
-Mentirosa.
-Estúpido.
-Será tuya algún día, la podrás tener el resto de tu vida si así lo quieres, solo ríndete ante mis encantos -dijo sobre su aliento.
Noli sonrió frente a su boca.
-Eso jamás.
Se alejó de él rápidamente y, sin tocarla, arrojó su espada por los aires hasta que quedó incrustada entre las rocas del muro a la altura de la cabeza del príncipe.
-Eso es hacer trampa -señaló Lukas.
-Corrección, así se gana.
-Pero sigo en pie.
Noli se acercó a él con paso decidido y Lukas cerró sus manos en puños. Noli le puso la punta de su espada en el cuello.
-Al suelo -ordenó.
-De esa forma no lograrás que caiga a tus pies, apuesto a que tienes otras formas mejores para hacerlo -dijo con coquetería.
Noli se alejó un poco y se agachó para girar y dar la vuelta con una pierna extendida, llevándose a Lukas al suelo. Éste rápidamente le separó las muñecas y la tumbó hacia atrás. Lukas estaba sobre ella y pronto notó que su pecho subía y bajaba anormalmente rápido. No creía que fuera posible sentirse así en una pelea. Pero tenía más terror de lo que significaba para ella tenerlo en esa posición.
-Me llevaré la espada -le dijo sin bajarse de ella y juntando sus piernas con sus rodillas.
-Yo te tiré primero -reprochó.
-Pero hiciste trampa, y no me detuviste por completo.
Su comentario la hizo encolerizar e intentó zafarse de su agarre, necesitaba solo una mano suelta y podría vencerlo. La angustia se hizo presente en cuanto Lukas se acomodó más, rozando sus cuerpos en el proceso.
-¡Bájate! -gritó Noli con repulsión.
Lukas obedeció y al momento ella sacó una daga de su bota y le apuntó en el costado.
-No vuelvas a hacer eso, nunca. Ahora, me llevaré la maldita espada con o sin tu aprobación.
Lukas la miró de pies a cabeza y Noli corrió hacia Marcus y hacia la espada que tenía en las manos.
-¿Contenta? -le preguntó mientras le entregaba el arma.
Lukas se acercó por detrás y tomó la espada de sus manos. Noli la aferró con fuerza, negándose a ceder.
-Lo que dije fue cierto.
-¿Qué? -le preguntó con indiferencia.
-Todo. La tendrás para ti, será tuya en cuanto terminemos con todo esto.
Noli se volteó hacia él.
-¿Y para eso me hiciste pelear?
-Quería saber qué tanto resistías, pero aún así sé que pude ganarte.
-Mac, ¿puedes darnos un momento?
Marcus se levantó de la silla y caminó detrás de ellos, detrás de Lukas. Noli alzó una mano y golpeó a Lukas en el cuello, causando que se desmayara. Solo alcanzó a decirle a Marcus que lo sujetara antes de que el príncipe tocara el suelo.
La noche pasó rápidamente y Noli sabía que ya debería de haber vuelto a casa, pero unos segundos antes de irse, decidió que sería mejor esperar a que Lukas despertara o se sentiría muy mal por dejarlo así.
-Entonces, ¿solo te llevó a tu casa el otro día? -preguntó Marcus de repente.
-¿De qué hablas?
Ella le había contando todo lo que pasó aquel día en una de tantas cartas que intercambiaban a diario.
-Estoy hablando de que el príncipe menor se ofreció a sacarte de las garras de los guardias e intentó darte un collar de diamantes con tal de que fueras con él. Yo creí que también te iba a ofrecer una casa en el Centro o una corona.
-Ja, ja. Sabes muy bien que solo acepté porque no tenía más opciones.
-Y si las hubieras tenido, ¿también hubieras aceptado ir con él?
Noli frunció el entrecejo.
-Ya sé hacia dónde vas, Mac, y no. No, no, no, estas muy equivocado.
Marcus la miró con un brillo burlón en sus ojos. No me cree.
-Llevas varios años soltera, sin encontrar nadie que pueda estar a tu altura. Quizás ya vaya siendo tiempo de que pienses en estar con alguien.
Noli abrió la boca para protestar, pero en ese momento Lukas volvía a estar consiente.

Sangre y lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora