Noli no creía que observar a los demás fuera realmente una habilidad útil hasta que comenzó a pelear. Podía evaluar a sus oponentes y saber cosas sobre ellos con tan solo reconocer los accesorios que llevaban consigo. Es así como, después de un tiempo, mentalmente hizo una clasificación aproximada sobre los tipos de dones. Cada don y familia compartía algunas costumbres en su vestimenta o en el uso de joyas. Por eso Noli odiaba los uniformes, eso pocas veces le dejaba ver quienes eran realmente y se limitaban a incluir a las personas en un modelo igualitario.
Cuando llegaron a El Santuario de la Salvación, las personas a su alrededor les impedían ver lo que había adentro. Había una fila interminable que ocupaba toda la entrada. En todos los templos trabajaban sortilegos, personas capaces de modificar el destino de otras por medio de brebajes u objetos extraños. Podían predecir el futuro cercano y, en ocasiones, someter a alguien a su voluntad. Eran muy demandados, pero también despreciados.
Los tres se formaron y notaron que, detrás de esas altas puertas que terminaban en punta como el resto de la construcción, había un par de hombres haciendo guardia y se ocupaban de revisar personalmente a todo aquel que quisiera entrar en terreno sagrado. Noli llevaba sus cuchillos y, si los encontraban, seguro que no se los devolverían o le prohibirían el paso. Sabía que Marcus también iba armado, aunque Lukas no, así que salieron de la fila y dejaron al príncipe entrar solo.
-Espero que lo haya visto bien, no quiero que se equivoque -le dijo Noli a Marcus cuando se apartaron de la multitud.
-Todo apunta a que lo hará bien -afirmó.
Noli se dio cuenta de que había pasado tiempo desde la última vez que estuvieron solos y ahora mismo estaban lejos del peligro, con unos minutos de sobra, así que se atrevió a hacer la pregunta que había estado dándole vueltas.
-Mac -volteó a mirarla-, ¿desde cuándo lo contactaste?
-Él vino a mí -sentenció-, aunque hace unos meses estaba haciendo una inspección en el puerto ya que habían llegado cargamentos nuevos desde Meridión así que... bueno hubo algo que me pareció sospechoso dado que ninguno de los marinos informó absolutamente nada. No me traspasaron ningún informe y fui a hacerlo yo mismo entonces, me topé con que un marino estaba jugando a ser el líder y mover a las personas a su voluntad.
-Déjame adivinar, fue Yedian -dijo Noli mirando al cielo.
-Así es. Tuvimos una conversación un tanto, bueno... sabía que ocultaba algo e hice un trato -Noli hizo una mueca al recordar lo que había pasado-, eso ya lo sabes. En fin -Lukas venía de regreso y habló más rápido-, el barco era de Lukas y él estaba transportando y navegando cosas sin permiso y, después de hacer un papeleo con mi padre, lo ayudé a salir ileso.
Lukas estaba frente a ellos y a Noli le molestó su pronto regreso ya que había interrumpido una historia interesante.
-Seguro que hoy no podremos entrar, en realidad no sé cuando -les informó Lukas con tranquilidad.
-¿Qué viste? -preguntó Marcus.
-Vi a Aimon y su círculo de seguidoras, había varias mujeres detrás de él, o casi encima. Pude ver una puerta trasera, pero no sé hacia dónde se dirige y las personas que trabajan ahí parecen muy ocupadas como para responder unas simples preguntas. En todo momento están atendiendo a los demás.
Noli consideró las pocas posibilidades que tenían si no podían entrar armados y con tanta gente dentro. Además de que no sabían en qué lugar exactamente estaba escondida la copa y no podían ponerse a rebuscar con tantos espectadores.
-Necesitamos vigilarlo de cerca -concluyó Marcus antes de regresar, con más preguntas que antes, a Septentrión.***
Noli estaba acostada sobre una tabla cubierta por suaves telas blancas. Lena le había indicado que debía quedarse lo más quieta posible lo cual también implicaba tener los ojos cerrados. Intentaba no quedarse dormida, pero resultaba una tarea pesada después de días tan arduos.
-Ya puedes sentarte -le indicó Lena detrás de sus notas.
Noli hizo lo que decía y la miró esperando el resultado.
-A simple vista no hay nada extraño -le informó sin mirarla.
-Te lo dije, me siento bien.
-Eso no significa que no haya ningún daño -puntualizó-, hay algo extraño dentro de tu pecho que hace que tu respiración tenga cambios bruscos. Necesito analizar tu sangre.
Considerando las veces en que Noli había peleado y tenido heridas graves, que le sacara un poco de sangre le parecía uno de sus menores problemas.
-Hecho.
-También necesito que respondas con sinceridad unas preguntas -le lanzó una mirada autoritaria.
Noli suspiró.
-Está bien.
Lena recogió las faldas de su vestido amarillo y se sentó junto a Noli.
-¿Has tenido emociones fuertes últimamente?
-Sí.
-No hablo de salir a que te apuñalen o caerte de un tejado -Noli subió los hombros en un gesto tímido-, me refiero a que si las has tenido por causa de otra persona. Alguien tal vez del sexo opuesto...
Noli no estaba segura sobre qué responder. Recordó lo que había pasado con el Zafiro Negro, pero no estaba segura de qué fue lo que sintió en ese momento.
-Creo que no, no he tenido.
-¿Hay alguien por quien te sientas atraída?
Noli tosió una carcajada.
-Sabes que eso es lo que menos me importa y que no busco a alguien.
-Ya lo sé, pero has estado ocultándome cosas y cuando te enamoras me lo dices en el momento en que la magia ya surgió.
-¿La magia? -Noli levantó una ceja y soltó una carcajada que contagió a Lena.
Cuando pararon de reír, Lena retomó el tema.
-Son solo cosas que creí importantes, puede que en algo haya afectado en tus emociones.
Los restos de diversión se extinguieron, remplazándolos con un toque de seriedad.
-¿Cómo mis emociones podrían tener algo afectado? -inquirió Noli.
-Puede que tus sentimientos estén asociados con el cambio de temperatura en tu cuerpo y creo que algunas partes tuyas pueden arder con tu calor, pero otras tal vez se congelen.
-¿Significa eso que ya no puedo sentir nada?
-No, no. Bueno espero que no, lo que quiero decir es que esa es una posible consecuencia de tu tónico.
Noli asintió con una expresión consternada.
-Por eso los restablecedores esperan a tener toda la información para dar el diagnóstico.
Eso alivió un poco a Noli.
-Supongo.
-Verás que sí. Mientras tanto, no te preocupes de otra cosa más que de mantener la temperatura de tus manos. Pronto te conseguiré algo bueno.
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Sangre y lágrimas
Fantasi¿Y si el destino de todos ya estuviera escrito? ¿Y si no es una coincidencia conocer gente, experimentar cosas, ni tener "accidentes"? Había una vez, en una isla donde los más acaudalados no poseen ningún don sobrenatural y los débiles estallan de p...