Extra

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Dos personas ¿Donde encontraría dos personas para interactuar?
- no te preocupes abuela, puedo ir con los padres de Severus la semana entrante- sonrió tímidamente Scorpius cuando vio que afuera nevaba y su abuela detestaba el frío
-no dejaré que alguien como los Potter te ayude a elegirlo- renegó Narcissa molesta. No es que le disgustaran los Potter, pero no tenían buen gusto a la hora de vestir.
Quedaban pocos días para la partida de Scorpius a Hogwarts y solo faltaba que fueran por la túnica, puesto que la última vez no pudieron conseguir una descente.
- Hannah podría acompañarme - dijo repentinamente el niño, llamando la atención de la rubia
Narcissa la miro algo incómoda, que saliera con Draco no significaba que tenía que hacerse cargo de su ñieto. Sabía que la rubia no era muy buena con los niños.
- no creo que Hannah quiera...-
-realmente no me importa- la chica de encogió de hombros con expresión indiferente- ¿Que necesitas?-
- el uniforme y una tunica- respondió sonriente al lograr su cometido -¿Puedo ir con ella abuela?-
- bueno, si Hannah accede... ella tiene muy buen gusto- sonrió Narcissa sintiendo un nudo en su garganta. Le emocionaba ver lo bien que Scorpius había aceptado a Hannah en su familia.

- ¿A dónde iremos ?- pregunto el niño al observar a su alrededor. No se encontraban en el callejón diagon como el creía que irían.
-te preséntare a alguien- fue lo único que dijo antes de tocar la puerta de un departamento. Se encontraban cerca del valle de Godric. Estaba nevando y tanto ella como Scorpius traían sus capuchas puestas.
Alguien abrió la puerta del departamento y sonrió al instante.
-querida, reconocería esa hermosa capa en cualquier lugar, yo la hice- los recibió Hodge Harrison
Hodge era un hombre ya en sus 50, se notaba que cuidaba mucho su imagen, fue siempre el diseñador personal de la familia Hamilton. Conseguía las mejores telas y cocía a mano cada traje y cada vestido que hacía. Muchas de las personas más influyentes iban con el.
-querida, cuánto tiempo sin verte, te creí muerta- la saludo el hombre con extremada confianza a la joven, quien observo el lugar con atención.
La última vez que había estado en ese lugar fue antes de ingresar a Hogwarts.
-yo también lo crei- respondió sonriendo ante la broma personal
-¿Y quién es el niño?- pregunto Hodge observándolo de pies a cabeza, claro que sabía quién era, leía los periódicos, su padre era bastante famoso en el ambiente, pero era descortés no preguntar.
- Mí nombre es Scorpius Malfoy - se presentó el niño algo sonrojado.
- un Malfoy, si, puedo notarlo- dijo admirando su rubia cabellera. Hannah sabía lo que hacía, el estaba pensando ya en que tipo de telas y colores quedarían bien con el niño
- Scorpius necesita un traje para Hogwarts. El pertenece a Slytherin- explico la joven con detenimiento
- Slytherin, ¿por qué no me sorprende?- se pregunto Hodge con gracia- los Malfoy han estado en esa casa por siglos, recuerdo cuando mí padre hizo algunos trajes para tu abuelo Lucius- Hannah torció el gesto recordando al rubio que había sido condenado al beso del dementor- vengan, pasen por aquí-
Hodge los llevo a otra habitación, allí en medio había una gran tarima junto con algunas telas y un gran escritorio. Sobre el se encontraban muchos dibujos de trajes a medio hacer y algunas agujas con hilos de todos los colores.
- parate en ese lugar por favor, te tomare algunas medidas-
Scorpius hizo lo que hodge le pidió. Se paró en el centro de la tarima y hodge se acercó a el con una cinta métrica.
-dime ¿De que largo te gustaría la capa? ¿Que clase de tela te gustaría? ¿Quieres algún bordado particular?-
El niño se sintió agobiado, dirigiendo su mirada a Hannah en busca de ayuda.
-solo haz tu magia Harrison, no tenemos todo el dia- le pidió la rubia caminando por el lugar con curiosidad
Se dirigió a una esquina de la habitación. Allí se encontraba el dibujo de un vestido corto color bordo que se le hacía familiar. Le recordaba al que había usado en una de las reuniones de mortifagos.
El hombre se tomó su tiempo para medir exactamente todos los detalles del diseño y luego se dirigió al escritorio donde hizo un boceto del uniforme y la capa con pequeños detalles que la hacían única.
- me gusta - sonrió el niño al verlo, era la primera vez que disfrutaba ir con un diseñador, o tal vez era que por primera vez alguien tomaba en cuenta sus opiniones
-me encargaré de avisarles cuando esté listo, tardaré al menos una semana-
-lo quiero antes del 11, el niño no puede partir sin el- miro al diseñador de manera intimidante
-querida, me ofendes- fingió enojo llevando una mano a su pecho
Se despidieron rápidamente del diseñador, habían estado unas horas sin darse cuenta en ese lugar y la nieve se había intensificado pero sin llegar a molestarles. Comenzaba a atardecer y debían llegar pronto a la mansión si no querían que Draco pensara que había raptado a su hijo.
-¿A qué te refieres con que el hace todo a mano? ¿Por qué no utiliza la magia?- pregunto el chico curioso una vez que salieron
- Harrison es un Squib, no posee magia- respondió la rubia rápidamente- sus padres eran magos, eran muy conocidos en el ambiente, y cuando él decidió dedicarse a esto perdieron muchos clientes-
Entre ellos mí padre y tu abuelo. Quiso decir pero se lo guardo para sus adentros.
Caminaron unos metros hacia un lugar fuera de la vista de curiosos para desaparecer. Con eso de que los periodistas los seguían Hannah se sentía algo paranoica.
- pero no lo entiendo- dijo el confundido - eras un mortifago, ellos creían que eran superiores por poseer magia-
- no todos nos unimos porque queríamos, muchos se unieron a Voldemort por temor a lo que podría llegar a pasarles- respondió nuevamente con paciencia. Hoy parecía estar extrañamente verborragica con el niño quien no paraba de aprovechar la oportunidad.
- ¿Y porque te uniste tu?- pregunto el finalmente.
Eso la hizo detener su paso. Se giró a verlo con detenimiento, intimidando un poco al chico quien creyó que tal vez se había pasado con la pregunta. Pero en realidad, Hannah lo observaba porque tenía muy claro en su mente la primera vez que tuvo una visión sobre el joven frente a ella.
- porque unirme a los mortifagos era solo un obstaculo para poder cumplir mí objetivo- se acercó lentamente al niño quien trago saliva algo incomodo- dime, ¿alguna vez haz  hecho algo que no estaba bien solo porque sabías que el resultado valdría la pena?-
Su pregunta solo pudo llevarlo tres años atrás, cuando desobedeció todas las normas de Hogwarts por una causa mayor.
Y la joven sonrió ladinamente, sabiendo lo que el chico pensaba en ese momento.
-vamos, no creo que tu padre confíe en que puedo mantenerte vivo cinco minutos- lo apresuró a colocarse junto a ella para poner su mano en el hombro del niño y desaparecer con destino a la mansión.
Le agradaba el chico, era inteligente y tenía una personalidad peculiar.
Tal vez podría ser una de las personas con quién podría interactuar más seguido.

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora