Capitulo 3

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•De pronto un silencio arrollador se formó en la habitación, al tiempo que el mismísimo Voldemort entraba en el salón, vestía una túnica negra, su rostro era pálido y parecido al de una serpiente, una Boa Constrictor reptaba a su lado, y la gente se abría paso admirándolo en silencio, bajando su mirada en muestra de respeto a su señor, los jóvenes al verlo entrar se levantaron de sus asientos y e imitaron a sus padres, mientras que la jovencita admiraba al ser oscuro con curiosidad.
Theodore de reojo observaba la falta de miedo que la jovencita poseía, se asombró al no ver gesto de temor ni respeto ante la presencia del mago más oscuro de toda la historia. Pero al parecer el mago no se dio cuenta de ello, y siguió caminando hasta el final del salón, donde se dio vuelta observando a sus seguidores uno por uno, ante la expectación de su público.
-Que alegría verlos aquí reunidos a todos-dijo con una extraordinaria sonrisa amarillenta que estremeció a muchos- espero que los estés tratando como se merecen querido Lucius-le dijo al padre de la familia que residía en la mansión, el hombre era el calco de su hijo, facciones angulosas y refinadas, su mirada estaba en el suelo que su señor pisaba
-así lo hice mi lord, como usted lo ordeno- Hannah no pudo evitar notar la diferencia que había en el Lucius durante la presencia de Voldemort y en su ausencia, era abismal.
-Hamilton, ¿Cómo va lo del ministerio?-preguntó con curiosidad mientras acariciaba la cabeza de su serpiente, imponiendo algo de temor en su padre quien miraba fijamente al animal escamoso frente a él.
-Todo como fue planeado mi señor-respondió con voz temblorosa al tiempo que Voldemort recorría con la mirada la multitud
-¿y tu hija donde se encuentra?-preguntó con interés al tiempo que inspeccionaba la multitud, escuchó un bufido bajo proveniente de una señora de pelo abultado color castaño, vestía un vestido negro de corsé con cordones enfrente. Y su mirada parecía algo desquiciada.
-¡Hannah!-La llamó su padre con urgencia, haciendo que la jovencita se acercara a la reunión caminando con gracia entre los invitados
-Aquí estoy señor-le dijo con una sonrisa mientras se inclinaba como señorita para saludar, como su madre le había enseñado de pequeña.
-espero que estés adaptándote bien a nosotros querida Hannah-le dijo su lord fingiendo amabilidad para luego mirar a su padre-Tu hija tiene un gran futuro en nuestras filas Félix-
-Gracias, mi lord-respondió el agachando la cabeza, mientras el señor tenebroso le sonreía nuevamente a la niña, quien no hizo ningún gesto más que devolver la sonrisa.
-Los reuní a todos aquí hoy para contarles de algo que pasó hace poco tiempo entre los nuestros- con una señal de cabeza, un hombre bastante velludo (intuía que era un hombre lobo) bajó a los sótanos y trajo consigo a un hombre de aspecto desalineado y mugriento. Tenía rastros de sangre seca por todo su cuerpo y rostro, sus ropas, estaban rotas por algunos lugares y su cara estaba demacrada, tenía signos evidentes de torturas.- reconocerán a este joven, como nuestro amigo Johan Miller-Muchas risas corearon mientras se burlaban de él, la joven miraba curiosa la escena-El señor Miller, decidió ser un informante de la Orden del fénix, fue descubierto por mi querida Bellatrix queriendo huir del país, sin nuestro consentimiento-
Bellatrix, la señora de aspecto demente que al principió había bufado ante la mención de la niña, ahora rió completamente fuera de sí, mientras observaba al torturado con un brillo particular en los ojos.
- hoy nos hemos reunido para demostrarles que es lo que les pasa a los desertores, Fenrir por favor...-con una mirada a el Hombre lobo, esté inmovilizó con un hechizo al hombre que gritaba agonizante pidiendo piedad, el cual todos ignoraban-Shaaasaah shasashe-murmuró a su serpiente con devoción, y esta comenzó a reptar por el piso en dirección al hombre que miraba con temor y gritaba, queriéndose alejar del animal.
Hannah observó fascinada como el hombre era triturado por la serpiente, esta se había enroscado alrededor de él quien gritaba despavorido, ruidos de huesos resquebrándose resonaron por toda la habitación que se encontraba en silencio ante la expectación de todos, la piel del hombre comenzó a cambiar de color, primero a un rosado fuerte, luego a un rojo furioso para pasar al morado oscuro, los poros de su piel empezaron a dejar salir pequeñas gotas de sangre, pronto dejó de gritar, desprovisto del aire en sus pulmones colapsados al igual que el resto de sus órganos completamente comprimidos, su piel comenzó a rajarse por la presión que la enorme boa constrictor ejercía sobre su cuerpo, sus ojos comenzaron a salirse de sus cuencas cayendo sobre su rostro y quedando colgando a cada lado de su nariz, sus orificios :nariz, cuencas donde colgaban sus ojos, orejas, boca, sangraban profundamente, su expresión de horror quedó marcada en su rostro como muestra del devastador sufrimiento , su sangre comenzó a esparciese por el suelo, demasiado espesa para ser absorbido por la alfombra donde dejaba una gran mancha de sangre roja brillante. Naggini, la serpiente del señor oscuro, abrió sus fauces y comenzó a engullir el cuerpo... parecía una imagen irreal. Los colmillos del animal goteaban un veneno terriblemente mortal para cualquier ser vivo victima de él, veneno que solo ella en su especie poseía, su quijada sufrió una extraña dislocación, que le permitió el paso de la cabeza de su víctima hacia su garganta, los músculos de esta misma comenzaron a moverse, trasladando el cuerpo del desertor hacia el interior de la serpiente, en pocos minutos, la enorme boa de cuatro metros de largo, había ingerido a un hombre de aproximadamente 80 kilogramos.
Muchos jadearon de la impresión, Narcissa dejó caer su copa junto a ella manchando su elegante vestido verde al paso que el liquido se derramaba, y se puso pálida , trató de disimular su mareo apoyándose en el sillón que estaba junto a su hijo, el cual estaba igual o más pálido que ella, incluso parecía no respirar. Bellatrix reía como desquiciada, pero no era la única en disfrutar la imagen, Fenrir reía por lo bajo, al igual que algunos otros Mortífagos, su padre, sostenía con firmeza su copa, y su respiración era superficial, y el señor Malfoy sudaba de temor mientras temblaba imperceptiblemente.
-Buen trabajo Naggini-la felicitó el señor tenebroso a su mascota la cual había adquirido una extraña forma ya que aun no digería su comida, eso tardaría varios días -Eso es todo, disfruten la reunión-

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora