Capitulo 49

431 37 4
                                    

Hannah suspiró con pesadez mientras caminaba hacia la fuente en medio de la habitación donde se daría un largo baño, esta era una gran bañera que se hundía en la tierra, rodeada de grifos de los cuales salía jabon y espuma de diferentes colores. Mientras lo hacia Draco la observaba de brazos cruzados mientras ella se deshacía de la trenza con dificultad ya que tenia sangre seca y algo de suciedad del calabozo donde había estado. Dejó caer su cabello el cual llego casi hasta su cintura y luego procedió a deshacerse de su vestido roto, dejándolo caer al piso sin importarle que este el chico presente. Claro que el chico ya no tenía lugar que no conociera de su cuerpo.
Se sumergió en la especie de piscina lentamente, Draco pudo observar como el agua comenzaba a bloquear la gran vista de su trasero que tenía en ese momento, sonrió de lado, la actitud de la joven de "me importa todo una mierda" siempre le atrajo como un imán atrae un metal, pensaba en todas las veces que recorrió su cuerpo por las noches, aunque aun no lo había hecho en Hogwarts, tal vez debería...
-Potter robó algo de la cámara de Bellatrix-suspiró la joven sacándolo de sus pensamientos, mientras se acomodaba con los brazos apoyados en el borde de la gran piscina y reposaba su mejilla en ellos, dejando su espalda a la vista, la cual estaba llena de heridas
-¿Qué fue lo que robó?-preguntó el joven acercándose lentamente, recorriendo el cuerpo de la chica con detalle, pudo ver como la sangre se desprendía de su cabello dejándolo nuevamente blanco, el cual ahora estaba completamente mojado. Llego a la orilla donde ella se encontraba y se sentó allí.
La joven se lo pensó un segundo antes de responder.
-No estoy segura, pero creo que fue algún objeto de magia oscura-dijo cansada mientras parecía cerrar los ojos relajada por la temperatura de la tina-¿te quedaras allí observándome solamente?-
-Tengo una buena vista desde aquí-respondió el con una sonrisa soncorrona- ¿Dónde estuviste todo este tiempo?-preguntó algo más serio.
-¿En verdad quieres saberlo?-preguntó algo adormilada la joven.
Parecía realmente cansada. Draco pensó que se veía realmente bien, podía ver donde terminaba su tatuaje en la cintura tapado por el cabello, y el inicio de su trasero, no podía creer que esta sea la misma chica que días atrás que había casi asesinado a una de sus compañeras. Acercó lentamente su mano para recorrer el tatuaje de su espalda, tenía la camisa remangada hasta los codos por lo que mojarse no fue un problema. Recorrió con lentitud cada trazo del tatuaje, como una leve caricia que producía cosquillas en ella. Las heridas habían dejado de sangrar pero algunas necesitaban ser tratadas.
-Deberías curar eso- dijo el chico con el tono más indiferente que pudo.
Pero la joven no respondió, tal vez sucumbió ante el cansancio que poseía. No le parecía extraño, si había sido torturada estaba seguro que le costaría mucho recuperarse.
Llevado por un momento de debilidad, corrió su mano desde la espalda de la joven hasta su rostro, era increíble como su piel se semejaba a la porcelana, corrió levemente el fleco que caía sobre sus ojos, estos estaban cerrados impidiendo ver ese color azul que tanto la caracterizaba. Fue allí en ese momento que no pudo seguir negándoselo a si mismo. Sentía algo por esa muchacha, no podía negarlo más, si la veía con alguien más...si ese Ethan le ponía un dedo encima.
Se preguntó cuál sería la misión de la joven. Si, ella en su arranque de ira había dejado el libro tirado en la sala común el día que desapareció, solo fue cuestión de atar cabos sueltos.
-hhm-hablo la chica en sueños algo inquieta, haciendo que una risa se le escapara al joven, lo que logró despertarla
-no vayas a ahogarte-bromeó el chico ante una mirada fulminante de ella.
-Puede que yo no sea quien se ahogue-retrucó ella con una sonrisa traviesa. Luego lo tomó de la corbata y lo empujó al interior de la tina, haciéndolo caer con ropa y todo.
Draco escupió algo de agua al salir a la superficie y la miró enojado.
-Te metiste con quien no debías Hamilton- amenazó para luego salpicarla y hacerla retroceder hasta la pared de la piscina, donde la acorraló haciendo que ella enroscara las piernas en su cintura.
-Creo que ese eres tú-murmuró ella con una sonrisa, al momento que era callada con un beso cargado de lujuria. Su desnudes le facilitó el trabajo, recorrió con sus manos cada curva del cuerpo de la chica mientras se quitaba las prendas mojadas y la hacía suya en la piscina. Fue diferente aquella vez, nunca lo había sentido así, podía estar horas recorriendo cada rincón de su cuerpo sin dejar de cansarse, no era un deseo que pudiera saciar esa vez. La escuchó gemir mientras besaba su cuello dejando pequeñas marcas, un pequeño jadeo escapo de sus labios cuando mordió el lóbulo de su oreja. La velocidad de los besos y caricias descendió considerablemente, Hannah comprendió lo que todo aquello significaba, ella también lo había sentido.
-Necesito dormir-murmuró la joven esquivando su mirada cuando terminaron su sesión de sexo por segunda vez. Ni siquiera sabía de dónde había sacado la fuerza aquella noche, pero ahora comenzaba a pasarle factura la tortura y los días de insomnio. Draco comprendió al instante y se alejó lentamente de ella para salir de la piscina y con un movimiento de varita secar su pelo, y recoger su ropa mojada, haciendo lo mismo. Hannah lo siguió, el hizo un movimiento mas de varita para secarla ya que la de ella no la traía consigo y procedió a vestirse.
-De esta no te salvas Hamilton, ya verás por la mañana-le amenazó el con una sonrisa traviesa mientras ambos salían del baño de prefectos del quinto piso.
Ella soltó una risa, olvidando por completo todo lo que había ocurrido los días anteriores, comenzando a pensar si valía la pena realmente todo lo que la visión y su misión conllevaba.

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora