Capitulo 59

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Sus ojos se cerraron inconcientemente. Sentía la mano de Draco cernirse sobre su cintura, clavando sus uñas en ella. El calor era insoportable. Su cabeza daba vueltas. Su cuerpo no soportaría más esfuerzo del ya dado.
Sentía la respiración del rubio sobre sus cabellos. Todo parecía ir en cámara lenta. El llamado de Goyle llegaba a sus oídos, pero ella no podía llorar.
Ya no le quedaban lágrimas que derramar.
-¡Si morimos por ellos... Te asesino!- escucho la voz de alguien a lo lejos.
Y la realidad se reanudó alrededor de ella.
El sonido volvió a envolverla, el humo se coló nuevamente en sus fosas nasales.
Sus ojos volvieron a abrirse, encontrándose con el fuego a su alrededor.
-es Potter- mumuro Draco mirando al techo en alguna dirección.
Una rafaga de adrenalina corrió por tus venas cuando vio abrirse el humo y dar paso a tres jóvenes. Cada uno montado en una escoba. No podía creer que habían vuelto por ellos.
-¡Rápido!- grito Harry. Hermione fue quien le tendió una mano. Se sentía mareada, pero hizo un esfuerzo y tomó su mano.
-¡Vamos! ¡Sube! - grito Draco a su lado.  Goyle se encontraba ya en la escoba de Ronald.
Con un empujón del rubio terminó de subir a la escoba. Draco subió rápidamente a la de Potter y se abrieron paso entre la humadera. Muy poco aire entraba en sus pulmones.
Vio a los chicos ir tras ellas. Hermione lanzando un hechizo para abrirse paso entre las llamas y una gran puerta que daba paso a la salida.
Luego de que la atravesaron, cayeron de bruces al suelo, mientras ron buscaba una especie de corona y Hermione clavaba un colmillo enorme en ella. Para luego Ron patearla al fuego mientras las puertas se cerraban.
Sus pulmones pesaban. No era capas de parar la tos que invadía su pecho. Se encontraba arrodillada en el suelo, Goyle a su lado lloraba desconsoladamente mientras que Draco parecía estar en shock.
-estamos a mano- dijo Potter cerca de ella.
Ella había salvado su vida en la mansión, el lo había echo en la sala de menesteres, la deuda había quedado saldada.
Asintió sintiendo su cabeza punzar. Un gusto metálico subió por su garganta mientras que volvía a toser un poco. Esta vez escupiendo algo de sangre.
-Crabbe... Él murió... Cayó al fuego...-pero no tenías tiempo para detenerte en los lamentos del Slytherin.
-¿Que le ocurre?- pregunto ron extrañado al ver el estado en el que la joven se encontraba.
Draco se levantó del suelo al instante, cercándose pero ella levanto una mano impidiendolo.
-solo...necesito un minuto-murmuro con voz rasposa. Se sento contra la pared de tu espalda intentando respirar con normalidad.
Pero no tuvo tiempo de pensar. Una bomba explotó cerca de ellos derrumbando parte de una pared.
Viste a Potter junto con ron y Hermione correr hacia el lugar de la explosión, desapareciendo de su vista.
-Hannah tenemos que irnos- murmuró Draco junto a ella tomando su brazo intentando levantarle- ahora, ¡Muévete!-
-yo... no puedo- murmuro cansada.
Draco le observó intentando saber lo que ocurría.
Y allí comprendió todo. Pudo ver realmente como se encontraba en ese momento.
Las ropas de la joven estaban rasgadas, llenas de sangre y polvo. Traía una capa más grande que su talle y su cabello se encontraba sucio y enmarañado. No solo eso, también moretones verdes y violetas cubrían todo su cuerpo, y su rostro parecía demacrado con ojeras y muy pálido.
-¿Que te hicieron?- murmuró más para sí mismo que para ella
Otra explosión retumbó. Draco actuó rápidamente, paso uno de sus brazos por detrás de su cuello. Pateo a Goyle para que saliera de su letargo y comenzó a correr, sosteniendo la mayor parte del peso sobre su hombro.
Bajaron infinidad de escaleras destruidas, por un instante fueron atacados por un mortifago pero un hechizo salió de la nada aturdiendolo. Y luego algo golpeó el rostro de Draco haciendo sangrar su nariz.
La gente lanzaba hechizos por doquier, esquivaron los que más pudieron pero algunos lograron rozarlos.
-¡Tenemos que ir al despacho de Snape!- grito Draco sobre el ruido de la batalla
-¡¿Que?! ¡Tenemos que salir de aquí! - grito Goyle por primera vez-¡Buscar a nuestros padres!-
-¡Abre los ojos Goyle! Los terrenos de Hogwarts son enormes, ¿Cómo planeas encontrarlos?-grito nuevamente el rubio-¡Si no vamos al despacho Hannah no resistirá mucho tiempo!-
-¡Se lo merece!- grito el joven roto en llanto- ¡traicionó al señor tenebroso! ¡Por su culpa Goyle murió!-
-por mi culpa estás vivo... Y ya me estoy arrepintiendo-murmuro ella a duras penas siendo arrastrada por el rubio.
Goyle no espero respuesta, desapareció entre el gentío en un abrir y cerrar de ojos.
Ya de encontraban cerca del despacho, en las mazmorras.
La gente no abundaba tanto como arriba, el lugar era frío, no sentía sus dedos en las manos, los cuales estaban rojos
Draco pateo con fuerza la puerta del despacho. Un hombre lobo adentro intentaba robar algunas posiciones. Saco rápidamente la varita de su madre y con un petrificus y un hechizo de levitación lo saco de la habitación.
El cuerpo de la chica cayó pesadamente sobre un banco pequeño de madera. Puntos negros molestaban en su visión mientras Draco revisaba con frenesí los estantes.
-Blaise... Theodore... Hay que buscarlos...-murmuro por lo bajo la joven
-primero intentemos que no mueras - respondió el con dureza.
Luego de encontrar las prisiones correctas, se acercó a la peliblanca y bruscamente tomo su mentón obligándola a beber la posición.
La tos la invadió nuevamente cuando bebió la última poción. Pero su visión comenzó a mejorar paulatinamente. El calor volvió a subir en su cuerpo y las pulsaciones en su cabeza disminuyeron un poco.
Un pequeño silencio se formó entre ambos.
-la mejora es temporal, pero nos servirá para salir de aqui- dijo el rubio  con rapidez-necesito que mires como salir de aqui-
-tus padres, ellos nos sacaran- murmuró ella habiendo visto esto anteriormente- el señor tenebroso tendrá a Potter, y vendrá reclamando su reinado-
Un frío recorrió la espalda de Draco cuando entendió que probablemente Potter no ganaría la batalla. Y el viviría encerrado en el mundo de los mortifagos, sus padres serían esclavos del señor tenebroso y no habría lugar donde esconderse.
Todo quedó en un silencio pesado repentinamente, y una voz fría y aguda retumbó en el pequeño cuarto, sobresaltando a ambos,  los ojos de Hannah se abrieron desmesuradamente. La voz del señor tenebroso parecía estar en todos lados  y no provenir de ningún lugar específico al mismo tiempo.
-Habéis luchado con valor. Lord
Voldemort sabe apreciar la valentía.
»Sin embargo, habéis sufrido numerosas bajas.
Si seguís ofreciéndome resistencia, moriréis todos,
uno a uno. Pero yo no quiero que eso ocurra; cada
gota de sangre mágica derramada es una pérdida y
un derroche.
»Lord Voldemort es compasivo, y voy a
ordenar a mis fuerzas que se retiren de inmediato.
»Os doy una hora. Enterrad a vuestros
muertos como merecen y atended a vuestros
heridos.
»Y ahora me dirijo directamente a ti, Harry
Potter: has permitido que tus amigos mueran en tu
lugar en vez de enfrentarte personalmente
conmigo; pues bien, esperaré una hora en el
Bosque Prohibido, y si pasado ese plazo no has venido a buscarme, si no te has entregado,
entonces se reanudará la batalla. Esta vez yo
entraré en la refriega, Harry Potter, y te encontraré,
y castigaré a cualquier hombre, mujer o niño que
haya intentado ocultarte de mí. Tienes una hora.

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora