Capitulo 38

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Lamento la tardanza últimamente estoy escasa de creatividad.

•Despertó temprano por la mañana, el sol se colaba por la ventana y molestaba su vista, sintió movimiento junto a el lo que lo hizo volver a la realidad, eran las 6 de la mañana, y la joven junto a el pensaba dejarlo durmiendo solo.
-¿Qué crees que haces?-gruño molesto al voltear a ver a la joven, quien se estaba poniendo el sostén de encaje negro usado la noche anterior, sentada al borde de la cama.
-tengo una reunión, debo buscar a Ethan y arreglar unos asuntos de mortifagos-dijo ella sin voltear a verlo, se puso las bragas y buscó ropa en su armario, para poder bañarse.
-¿Bornes?-preguntó el molesto ante la mención de Ethan-¿Qué debes hacer con ese idiota?-
-¿tenemos un plan recuerdas?-pregunto ella con sarcasmo, ¿Qué le sucedía al rubio y sus celos?
-no, no lo recuerdo porque nunca me incluiste en la parte que consistía en follarte a ese estúpido mortifago-comento el levantándose para tomar la ropa que estaba regada por el suelo, ya no podría dormir si la joven se iba, mucho menos con el mal humor que ahora tenía-creo no hace falta que te diga que no me gusta compartir lo que es mío-gruño con molestia-así que el plan debe cambiarse-
La joven sonrió seductoramente acercándose a él, aun seguía en ropa interior y sostenía entre sus manos lo que se pondría en la ducha. Mientras Draco se ponía los zapatos italianos sentado al borde de la cama, tenia los pantalones puestos desabrochados y seguía con el torso al descubierto cuando ella dejó a un lado la ropa y se sentó sobre el, con sus piernas a cada lado de su cintura.
-Amor-murmuro mientras ponía su dedo en la mandíbula lo obligaba a mirarla-¿Qué te hizo creer que soy tuya?-preguntó mirándolo divertida al ver que fruncía el ceño con molestia
Draco estaba acostumbrado a que las jóvenes cayeran rendidas a sus pies, pero eso no pasaría con ella.
-cuando quiero algo siempre lo obtengo-dijo el mientras dejaba los zapatos de lado y la abrazaba por la cintura, pegándola a su pecho y besando su mandíbula-y te podrás imaginar lo que quiero en este momento...-murmuró dejando un recorrido de besos desde su cuello hacia su sostén.
Tardaron algo más de lo acordado en salir de la habitación, Draco se retiró a la suya a ducharse, esperando no cruzarse a nadie en el camino mientras que Hannah se dio un baño de burbujas esperando relajar su cuerpo para enfrentarse al pesado día que le esperaba. Ese día debía arreglar el trato con la familia Greengrass y también debía mantener las apariencias con Ethan, si bien estaba bajo los efectos de la poción de amor, si algo llegara a enterarse el mortifago las cosas podrían salir distinto a lo planeado. Añadiendo el echo de que su padre quisiera hablar con ella sobre los diarios de su madre.
Se colocó un vestido suelto sobre las rodillas color borgoña, unos tacones negros (los cuales odiaba, pero debía colocarse para mantener una apariencia con el señor tenebroso) y peinó su pelo blanco en una trenza espiga hacia el costado, dejando su tatuaje a la vista.
Con su varita en una liga pegada a su muslo, bajó las escaleras de mármol y se dirigió hacia la salida de la mansión la cual estaba totalmente vacía.
No se sorprendía, puesto que la reunión había sido hasta muy tarde hasta la madrugada, además de que siempre tenía más vida por la noche. Tomó la capa negra colgada en el armario principal junto a la puerta de entrada y se la colocó junto con la capucha de esta para pasar desapercibida. Parecía ser una versión algo oscura y tétrica de caperucita.
Se desapareció luego de atravesar el camino de piedrillas y la reja de los limites de la mansión, y se apareció frente a la gran catedral gotica de Christ Church Gate en Canterbury al sur de Londres, eran las 8 de la mañana, hora acordada para el encuentro, y ella aun con la capucha puesta entró a la iglesia, admirándo el oscuro decorado de la misma. Caminó por el pasillo formado entre los asientos de madera colocados en fila, y se dirigió hacia el primero, que estaba justo al lado de un gran ventanal donde un angel, con vestido blanco y una aureola sobre su cabeza descansaba apoyándose sobre su cabello rubio casi blanco, mientras tocaba el arpa y de su espalda salian dos alas color blancas enormes.
Sonrió con sorna ante la imagen.
Una figura se sentó junto a ella, el señor Greengrass vestía un sobretodo negro que ocultaba gran parte de su cuerpo, logrando así ocultarse de los mirones.
-No deberías burlarte de la religión-murmuró él mientras bajaba la cabeza y hacia una señal de respeto ante el Cristo crucificado frente a ellos-después de todo tu escogiste el lugar de reunión-
-nadie buscaría un mortifagos en una iglesia-respondió ella encogiéndose de hombros y quitando su capucha- y nadie lo buscaría a usted en un pueblo tan popular-
-déjame agradecerte por lo que haces, aun no entiendo el porqué de tus acciones-dijo el hombre mirándola preocupado-¿Por qué arriesgar tu vida por salvarnos?-
-¿Por qué tantas preguntas innecesarias?-preguntó ella a modo de respuesta-mantendré a los mortifagos lejos de ustedes, pero necesito que la estúpida de su hija se mantenga dentro de su casa, Daphne Greengras esta programando una escapada por la noche con un idiota del pueblo...-
-¿Cómo sabes esas cosas?-curioseo el hombre, mirando hacia atrás para saber si había gente tras ellos
-veo mas allá que las personas normales-respondió Hannah encogiéndose de hombros-solo le advierto si su familia sale de donde se encuentran están muertos, y no me molestará en lo absoluto pero tengo una molesta vocecita que me dice que se lo advierta...-
-Tal vez después de tanto tiempo tu conciencia está despertando-dijo el sr Greengrass cerrando más su abrigo debido al frio del lugar
-ojala lo fuera-gruño ella por lo bajo, mientras un pequeño vapor salía de sus labios, a sabiendas de lo que hablaba -bien, dicho todo me retiro, vendré dentro de unos días con provisiones, no use lechuzas ni chimeneas, yo seré quien lo contacte-
Dicho eso la joven se levantó con gracia y agilidad y caminó hacia la salida de la gran catedral mientras sus tacones resonaban chocando contra el cerámico del suelo. El hombre siguió a la joven con la mirada, y justo antes de salir dirigió otra mirada hacia el ventanal junto a él, para salir de allí colocándose nuevamente la capucha.
A Ethan se le ilumino la mirada cuando vio a la joven llegar a la entrada de la mansión Malfoy. Una pequeña sonrisa creció en su rostro, recibiéndola con los brazos abiertos.
-Hannah, pensé que no vendrías, ¿Dónde has estado?-preguntó el mortifago con una mezcla de emociones en su estomago, no sentía mariposas, sino que tenia pterodáctilos volando en su interior.
-no importa-fingió una sonrisa mala mientras lo saludaba con un beso en la mejilla, a veces le repugnaba demasiado ese hombre. Miró al suelo esperando que Ethan le preguntara el porqué de su mala actuación
-¿Qué te ocurre?-preguntó extremadamente preocupado mientras tomaba su barbilla y la obligaba a mirarlo a los ojos-¿algo está mal? ¿Qué ah ocurrido?-
Las lágrimas no tardaron en aparecer en los ojos claros de la joven, inundando su vista logrando que el hombre se preocupara aun más. Fingió sollozar mientras escondía su rostro con tristeza en el pecho del mortifago, quien no tardó en abrazarla acariciando su cabello.
-Hannah, me estas preocupando, necesito que me digas que sucede-dijo Ethan con su voz temblando de angustia
-yo...yo no puedo decirte-murmuró la joven intentando no reír ante su asombrosa actuación-es...yo no puedo...-mintió
-Puedes contarme cualquier cosa y lo sabes-dijo el besando su cabello con adoración mientras sus ojos también se aguaban-necesito que me lo digas-
La joven se calmó un poco para luego alejarse de él, mirando hacia todos lados para ver si había alguien espiando la escena.
-No puedo decírtelo aquí-dijo una vez inspeccionado el área- podrían oírme yo no puedo arriesgarte-Ethan la tomó de las mejillas, mirándola a los ojos directamente, Hannah podía detectar un pequeño agrandamiento en su pupila como si estuviera drogado.
-Arriesgaría todo por ti pequeña, moriría por ti-le habló muy serio. Claro que lo harás, pensó la joven, al final de todo.
Ambos salieron de la mansión, y se dirigieron al departamento de Ethan en el centro de Wiltshire , una vez allí al instante que la puerta de entrada se cerró, Hannah colocó un hechizo de silencio para precaución.
El departamento era pequeño y oscuro, lleno de polvo por todos lados y con unas escaleras hacia el segundo piso donde seguramente estaba la habitación. Solo una pequeña mesa y un sillón amueblaban la sala, y una pequeña puerta de madera maltratada los separaba de la cocina.
-yo...Tengo una amiga-dijo ella comenzando a mentir y relatar lo ocurrido-ella no quiere unirse a nosotros, no quiere ser parte de nuestra revolución, y sé que está mal pero yo....-sollozó tapando su rostro mientras las lagrimas manipuladoras comenzaban a salir nuevamente-...yo le ayude a escapar con su familia...si los encuentran...si descubren donde están...-
Los brazos de Ethan la rodearon nuevamente, dejando que el llanto se apoderara de ella nuevamente, no hacía falta explicar nada más.
-no lo harán no te preocupes, puedo ayudarte con ello-respondió el acariciando su cabello-deja de llorar me partes el alma-
La joven asintió intentando no soltar una carcajada ante lo manipulable que era ese hombre, solo una cara bonita, algo de amortenia y podría hacer con él lo que quiera.
-¿Harías algo por mi?-preguntó sorbiéndose la nariz, mientras lo miraba con ojitos de perro mojado
-haría cualquier cosa por ti-respondió el muy seguro de ello.
-Necesito que vigiles y encubras a la familia Greengrass, si los descubren, si el señor tenebroso se entera, el me matara..me torturará hasta morir de agonía- pidió sin quitar los ojos de los suyos.
Técnicamente era cierto, si Voldemort se enteraba de las cosas que últimamente hacia, pasaría a ser otra de las victimas encerradas en el fondo del calabozo en el sótano de la mansión.
Llego a la mansión con el maquillaje algo corrido, el cual no había podido arreglar debido a que no sabía ningún hechizo para ello. Nunca lo había usado hasta que Narcissa Malfoy la acostumbró a él.
Se ocultó de los demás cuando llegó a la mansión, eran alrededor de las 5 de la tarde y los elfos servían el Té para algunas personas en ese lugar. Subió rápidamente las escaleras atrayendo la mirada del rubio que se encontraba en la sala con Theo y Blaise, fuera de la vista de los mortifagos.
Los jóvenes se encontraban alrededor de la chimenea sentados en los sillones de cuero, a pesar de que esta estaba apagada, Blaise parecía muy cómodo acostado en el sillón doble ante la mirada reprobatoria de Draco.
-asique... ¿tú y Hamilton?-preguntó Blaise con picardía al rubio quien volvió la mirada hacia el molesto ¿Cómo se había enterado?-oh vamos, huele a sexo en el aire-
-Blaise un Caballero no tiene memoria-lo reprendió Theodore con molestia, le disgustaba que hablen de las mujeres como si fueran objetos delante de el.
-como si fueras un santo-le contradijo el morocho sonriendo ladeadamente- Millicent Bulstrode parecía ser bastante grafica con Pansy cuando le decía como había salido la cita que tuvieron...-
-Millicent puede decir lo que quiera de mi boca no escucharas una palabra-contesto el aunque ante la gracia del comentario intento que las comisura de sus labios no se alzaran
-¿Bulstrode?-preguntó Draco volviendo a la conversación-¿la fea?-
-Tuvo varios cambios a lo largo de los últimos años, ¿Qué no la has visto?-preguntó Blaise sorprendido-estas perdonado igual, Pansy no te dejaba respirar-
Un pequeño frio corrió en la espalda del rubio al escuchar el nombre de su ex prometida.
Vió bajar a la joven nuevamente, ya arreglada, y se dirigió a ellos inclinando su cabeza a modo de saludo.
-Caballeros-saludó ella a los jóvenes amigos del rubio, que hace rato no veía-¿puedo sentarme?-
Blaise se levantó rápidamente dejándole un espacio a la joven junto a él.
-¡Hannah hablábamos de ti justamente!-Draco lo fulmino con la mirada-hace mucho no te veíamos, estas hermosa...-
-muchas gracias Blaise-respondió fríamente mientras se cruzaba de piernas y llamaba a uno de los elfos para que sirviera su té-Theo, es bueno verte-
-a ti también Hannah, al parecer eres la única persona con la que se puede hablar de algo interesante-dijo el lanzando una mirada a Blaise quien le hacia caras a Draco
-Eso no es cierto-reprocho el morocho fingiendo ser ofendido
-follamos, ya supéralo y cambia de página-dijo Draco irritado, ante las insinuaciones de su amigo. Dirigio la mirada a la joven esperando que no se ofendiera porel comentario pero Hannah se encogió de hombros restándole importancia mientras sorbía algo de té
-Narcissa se escandalizaría-bromeo Blaise riendo por lo bajo-aunque no creo que le disguste la pareja que hacen...-
-No somos pareja-respondieron ambos al mismo tiempo, para luego echarse una mirada curiosa.
-huy que sensibles-respondió el chico, picandolos.
-Narcissa se escandalizaría al escucharlos hablar, Hannah no debería escuchar sus idioteces-suspiró Theo ante la inmadures de sus amigos
-Parece que alguien esta de mal humor...-murmuró Blaise por lo bajo mirando al castaño
-Mi padre estuvo organizando el ataque a Potter anoche, la mansión se llenó de Mortifagos, no pude dormir en toda la noche-despotrico con desprecio raro en el, pero no era secreto para nadie que Theodore no compartía las creencias de su padre.
-tal vez pueda darte algunas pociones para dormir, Narcissa las deja en mi mesa de noche de vez en cuando-le ofreció la joven tomando un poco de Té-aunque no las necesito-
-al menos no soy el único-dijo Draco al ver que su madre lo hacía también en su habitación-también los deja en la mía-
-¿crees que Narcissa quiera adoptarnos también?-preguntó Blaise refiriéndose al hecho de que la joven vivía en la casa hace tiempo
-Hannah-llamó alguien a la joven desde la puerta de entrada interrumpiendo lo que Draco fuera a contestar, Felix Hamilton estaba allí con su pulcro traje color azul oscuro y con su capa en la mano a punto de salir-ven aquí-
La joven se levantó de su asiento molesta por la manera en la que su padre le exigió y caminó con tranquilidad hacia él, manteniendo su postura erguida y sus ojos en el sin dejarse intimidar.
El ambiente se había vuelto tenso de un segundo a otro.
-debemos hablar-la joven asintió a sabiendas de lo que él quería, puesto que había tenido una visión de ello en la mañana, extendió su brazo hacia él y cuando su padre lo tomó se desapareció con ella, directo a la mansión Hamilton, sorprendiendo a los tres Slytherins allí presentes.

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora