Capitulo 17

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•La botella de hidromiel había pasado a la perfección la revisión de seguridad, claro todo gracias a algunos infiltrados, había llegado a las manos del profesor de pociones con facilidad (lo había elegido a él debido a que era el profesor mas influenciable de todo el colegio, y también a modo de venganza por haberlo echado de la fiesta de su club el muy estúpido)
¿Quién se creía? El era un Malfoy, integrante de una de las familias más poderosas, influyentes y puras de todo el mundo mágico, ¿Cómo no había sido invitado al club de honor? Peor aún ¿Cómo era que la sangre sucia Granger si había ido allí? Se sentía asqueado, y molesto, por lo que allí se le ocurrió el plan.
Era simple, infalible, una botella envenenada, un hechizo para borrar todo rastro de la memoria del profesor, un viejo muerto, no podía fallar esta vez.
O eso creía él.
Nuevamente el estúpido Potter cagaba su existencia. Incluso había quedado como “héroe” al salvar a la zanahoria de ser envenenado con la botella que seria para Dumbledore, parecía que el destino estaba en su contra.
Lo único que lo alegro en ese momento fue que el colorado quedó en la enfermería varias semanas…y encima la estúpida de Hamilton no enviaba noticias.
Sabía que preguntarle a Pansy por el compromiso de su primo seria un pase directo a una escena de celos que no estaba dispuesto a soportar, por lo que decidió que lo averiguaría por sí mismo en las vacaciones.
-¿no hay señales de vida?-preguntó Blaise mientras caminaban por el pasillo en dirección de pociones. Draco bufó con fastidio- ¿Draco Malfoy de malas por una chica? No me lo creo-rió él con entusiasmo
-cierra tu jodida boca Blaise-gruñó el rubio sintiendo un calor subir a su rostro, unos Ravenclaw pasaron junto a ellos lanzando miradas amenazantes
-yo que tu aprovecharía la vida ahora, después de casado vendrán los niños, deberás trabajar el resto de tu  vida para mantenerlos  para cumplir los caprichos de tu adorada esposa, quien explotara tu cuenta de gringotts comprando ropa y joyería-Draco lo miro horrorizado, había resumido todo su futuro en tres palabras y era terrorífico, a su mente vino Pansy con una enorme barriga, llorando porque sus vestidos no entraban mientras se escuchan los gritos de su otro hijo quien quería de comer y se veía a sí mismo atareado con las cuentas y los negocios.
-¡Dracky!-grito Pansy histérica desde el otro lado del pasillo cuando lo vio, y la bilis de Draco se fue a su garganta. Ella le había puesto ese apodo desde el momento en que había mejorado su relación, increíblemente desde el mismo momento en que había conocido a la joven de pelo blanco-¿la recibiste? ¿La has recibido? Es hermosa ¿no crees? ¡Quiero una así para la nuestra!-grito corriendo hacia él con sus pergaminos en mano
-¿de qué hablas Pansy?-pregunto el cansado, Blaise fingía silbar mirando hacia otro lado, pero sabía que estaba escuchando toda la conversación.
-de la invitación-dijo ella confundida-me llego esta mañana-Draco la observo enarcando una ceja, lo estaba haciendo perder el tiempo-espera te la mostrare-Pansy comenzó a revolver entre su bolso para buscar la dichosa invitación mientras Draco le lanzaba una mirada a su amigo, quien lo miro encogiéndose de hombros-¡aquí esta!-
Pansy le dio un sobre blanco, tenía delicados detalles en violeta y un sello negro que estaba abierto.

Familia Parkinson:
Están cordialmente invitados a nuestra boda en la mansión de Wiltshire el día 10 de mayo a las 18 hs.
Atte: Hannah  Hamilton y Alexander  Parkinson

Draco observo el sobre con la boca abierta, la realidad lo golpeo de golpe. ¿Era por eso que no había hablado con él? ¿Estaba ocupada en esa estúpida boda?
-¿y porque esto debería interesarme?-pregunto finalmente el rubio con tono frio, sabía que Pansy lo hacía a propósito para marcar territorio.
-es mi primo, debes asistir a la boda-dijo ella confundida por su tono irritable, aunque en el fondo sonreía de victoria
Alexander Parkinson era la peor persona del mundo. Estaba enfermo de la cabeza, violento, psicópata, no había palabras para describirlo. Si no lo hubieran revisado, pensarían que era un hombre lobo sediento de sangre. Muchas personas habían muerto en sus manos, siendo un pequeño en ese momento, y ahora en la actualidad, era un mortifago de alto rango, que asesinaba sin piedad alguna.
Y él no iba a compartir sus riquezas así de fácil.
-tengo cosas importantes que hacer y tú lo sabes-dijo el rubio finalmente aventándole la carta en la cara a su novia-asique por favor, no me molestes con banalidades, no estoy de humor-
Dicho esto pego media vuelta y se dirigió a las mazmorras para encerrarse en su cuarto y no ser molestado. No volvió a salir en el resto del día sin importarle perder las clases, ni tampoco dejo que Pansy viniera a disculparse aun sabiendo que estuvo un largo rato tras la puerta chillando como caprichosa que era.
Simplemente se acostó en su cama, con su corbata floja y sacándose sus zapatos, y puso sus manos bajo su cabeza, pensando cual sería el siguiente paso que haría en su vida. Y ese paso sería sacar a Hamilton de su cabeza.

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora