Capitulo 50

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Siento la tardanza!

Draco despertó a la madrugada ese fin de semana, tenía las sabanas a la altura de la cintura, estaba durmiendo boca abajo y con los brazos bajo la almohada. Le costó un poco recordar que no había pasado la noche solo, eran raras las veces que la chica se quedaba a dormir con él o viceversa. Realmente parecía agotada, al llegar a la habitación se había pasado Díctamo en las heridas, por lo que ahora habían cicatrizado.
No podía entender aun como una piel tan marcada por cicatrices escondidas por la ropa le podía parecer tan hermosa, Hannah estaba prácticamente inconsciente, durmiendo de lado con la respiración lenta. Después de tantos días de tortura, su cuerpo podía descansar al fin, no podía imaginar las cosas que podía haber pasado esa chica, tal vez había perdido la poca cordura que le quedaba.
Giro de lado para mirarla fijamente, podía ver con claridad el tatuaje de su espalda, el cual era tachado en algunos lugares por las cicatrices. Aun así, seguía pareciéndole perfecto, se preguntó en qué momento cambio su interior, cuando dejo de ser solo un revolcón para ser alguien importante para el.
Hannah se giró dormida aun, quedando de frente a él, su ceño estaba fruncido, parecía estar teniendo pesadillas. El muchacho se preguntó si debía despertarla. Sabía que debía dejarla dormir varias horas, pero quería hacer algo.
El frio comenzó a colarse en la habitación, era de madrugada lo que le indicaba que lo único que podía seguir haciendo era seguir durmiendo.
Decidió no despertarla, simplemente movió su varita la cual estaba junto a la mesa de luz y saco una frazada del armario, tapándolos a ambos ya que estaban desnudos y solo con una sabana de seda encima. Luego se coloco junto a ella y la abrazo por la cintura, compartiendo el calor de sus cuerpos, al tiempo que ella suspiro de cansancio.
Tomó su lugar nuevamente como Jefa de la brigada inquisitorial, puesto que había sido ocupado por Draco en su ausencia, los Carrow ahora la veían con una sonrisa de burla cada vez que la cruzaban, pero ella no caería en sus juegos. Suprimió todo signo de debilidad que tenía como siempre lo hacía, pero ahora había una diferencia. Draco marcaba esa diferencia.
Intentaba no pensar en ello, controlar sus emociones cerca de él, pero no podía. Y fue por ello que decidió alejarse.
Pasaba sus días y noches recorriendo pasillos, mientras mantenía a la brigada lejos del sexto piso, donde pudieran ver a los refugiados de la sala de Menesteres. No era tu obligación, no te interesaba sus vidas, pero Harry Potter podría necesitarlos dentro de poco y eso si era de tu incumbencia.
En ese momento se encontraba fuera del castillo, tenía mucha tarea atrasada qué haría más tarde, en ese momento estaba en el lago que se veía desde la sala común de Slytherin, bajo la sombra de un árbol junto a él, una fría brisa corría por el ambiente, la época de frio comenzaba a hacerse presente, el lago seria congelado dentro de poco, y los patios cubiertos por nieve a montones.
Estaba allí por una razón, al otro lado del lago, donde creían que nadie los veía, un grupo de jóvenes rebeldes, quienes estaban en contra del mando de Snape sobre Hogwarts y estaban allí para ayudar a los "debiles".
-¿Qué haces aquí?-preguntó una voz detrás de ella. Dylan se encontraba algo intimidado, pero había decidido que debía darle una oportunidad de justificarse por haber atacado asi a una compañera.
-¿vienes por una respuesta? ¿Una justificación?-preguntó ella sin voltearse a verlo.
-Vengo por una razón-respondió el con voz temblorosa.
-La odiaba, lo disfrute, ¿tiene que haber algo mas detrás de todo eso? –preguntó ella prestándole atención ahora, los jóvenes Gryffindor se había ido-¿quieres darme una charla como Theodore Nott acerca de la conciencia?-
-No, eso era todo lo que necesitaba oir-respondió el joven abatido, estaba decepcionado por esperar algo diferente de ti. Se dio media vuelta con las manos en los bolsillos, y caminó unos pasos para alejarse de ella.
-Te recomiendo que no vuelvas de las vacaciones de Navidad-dijo la chica en voz baja sin voltearse a verlo
-¿Cómo lo sabes?-preguntó el sorprendido
-una corazonada-respondió ella con una sonrisa, se levanto y se alejo caminando tranquilamente mientras dejaba a un joven desconcertado.
Diciembre llego antes de que lo esperaran, las vacaciones de navidad se acercaban, antes de lo previsto se encontraban todos en el tren de vuelta a casa. Aunque eso no era alivio para Malfoy. Debía volver a su mansión lleno de psicópatas por algunos días hasta que estas finalizaran, y solo lo hacía por una razón. Su madre. Hacía mucho tiempo no la veía y no podía sentirse seguro a través de sus cartas de que se encontraba realmente bien. Por otro lado, una vez en la mansión, Hannah no tendría como huir de él, aunque claro estaba la posibilidad de que Ethan Idiota Bornes apareciera por allí.
Subió al tren mientras un poco de nieve acumulada en su cabello se derretía ante la calefacción del vagón. Blaise y Theodore lo seguían junto con Crabbe y Goyle. Sabía que Hannah no se aparecería por el lugar, lo evitaba hacia varias noches, incluso no dormía en su habitación para no cruzarlo en los pasillos de la sala común.
Un alboroto se escucho en los vagones del tren más alejados. Mortifagos habían entrado a este para cerciorarse que todo estaba correctamente. O para llevarse a alguien.
-Parece que se la llevaran-dijo Blaise al ver como arrastraban a Luna Lovegood por el pasillo. La chica estaba perdida, intentando no entrar en pánico. La bajaron del tren ante los gritos de sus compañeros que nada pudieron hacer para evitarlo. Y luego desaparecieron con ella, llevándola a un lugar que solo Draco y tal vez Hannah conocían.
El sotano de la mansión Malfoy.

Un Mortifago Angelical - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora