Capítulo 43-Crucero.

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𝓙𝓾𝓹𝓲𝓽𝓮𝓻.

Camino con Thor entre mis brazos hasta que llego al bar y me siento en uno de los taburetes desocupados. Thor se acomoda sobre mi regazo mientras yo le pido una margarita al barman y a los minutos me lo entrega en una bonita copa con una sonrisa seductora.

Es rubio oscuro, ojos marrones y cuerpo atlético. Debe tener más de veinte, tal vez.

Le sonrío amable y le doy las gracias.

Doy un sorbo degustando el cóctel mientras miro a mi alrededor. Esta parte del crucero tiene un estilo antiguo muy lindo, las paredes de madera oscura acompañadas de grandes ventanas que dan vista al océano, frente al bar hay algunas mesas pequeñas de mármol junto con sillones de cuero color ocre y blancos. También hay un par de plantas cerca de las ventanas. Me gusta. Es un lugar acogedor y relajante.

No hay tanta gente aquí, ya que la mayoría está en la piscina, spa, restaurante o en cualquier otro lugar esperando a que lleguemos a nuestro segundo destino.

—Querido, ¿podrías darme un Cosmopolitan? —giro mi cabeza observando a una señora sentarse en el taburete de al lado.

Es pelinegra con algunas canas, pero le quedan bien, tiene algunas arrugas casi imperceptibles, es delgada y con rasgos suaves. Ella voltea su cabeza y me da una sonrisa amable que yo le devuelvo.

—¿Esperando llegar a Nawiliwili? —habla.

—La verdad, no creo que este mucho en la playa—miro a Thor y ella sigue mi mirada—. Usa protector solar, pero me da miedo exponerlo mucho al sol. No quiero que le pase nada. Es como mi bebé.

—Oh, pero que bebé más hermoso—Thor ronronea al sentir sus caricias y se inclina hacia su mano—. Yo tenía uno de la misma raza. Murió hace un par de años por vejez. 

—Es una lástima—digo con pesar—. Debió haber sido un gran gato.

—Mucho más que un gato—sonríe—. Era mi otro hijo, parte de la familia. Siempre me acompañaba a todas partes.

Sonrío.

—Aquí tiene, señorita—el barman le entrega su cóctel.

—Ya me caes bien con el solo hecho de que me llamaras ‘señorita’ —lo recibe y da un sorbo mientras el hombre sonríe divertido.

—¿Ansiosas por visitar todas las playas del itinerario?

—La verdad, es que sí—respondo—. Espero broncearme un poco y disfrutar del mar.

—Totalmente de acuerdo. Hay que divertirse—dice ella.

—Créanme, todas las playas son hermosas y el entretenimiento nunca falta—nos sonríe mientras limpia unas copas—. Deberíamos llegar a Nawiliwili en una hora, aproximadamente.

Verifico la hora en mi teléfono.

—Creo que debería ir a mi habitación y empezar a preparar las cosas que voy a necesitar—me termino el cóctel.

—Yo igual. Quiero tener todo listo para cuando lleguemos.

Nos levantamos de los taburetes y nos despedimos del barman. Comenzamos a caminar por la misma dirección y la observo curiosa.

Júpiter [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora