𝓐𝓪𝓻𝓸𝓷.
Echo al carrito de compras todo los que voy a necesitar para esta noche. Planeo hacer una cena romántica, o algo así, esta noche, quiero hacerle algo especial a Júpiter. Hace unos minutos le escribí para saber a qué hora llegará a casa y así poder tener todo listo cuando vuelva.
Mientras paso por el pasillo de los helados aprovecho para echar un pote de helado de chocolate y otro de naranja, aunque luego de pensarlo mejor, decido echar tres potes de helado de chocolate.
Minutos más tarde paso a pagar todo. Mientras la cajera pasa las cosas por el lector me da miradas y sonrisas coquetas, yo me remuevo algo incomodo y observo con ansias a que pase todo y poder pagar, pero ella parece tener otras intenciones.
Cada segundo me exaspera más su lentitud y el que me esté coqueteando en vez de hacer su trabajo.
—Disculpa, ¿podrías ser más rápida? O mejor aún, hacer tu trabajo en vez de hacer muecas intentando coquetear, mi esposa me espera.
Tal vez me pase.
Pero ya tenía mi paciencia al límite. Las personas me pueden exasperar muy rápido.
Borra su sonrisa y baja la cabeza avergonzada, comienza a pasar las cosas más rápido y le termino de pagar. Cargando las bolsas me dirijo de vuelta al auto.
Comienzo a conducir hacia nuestra casa, mi teléfono comienza a sonar y al llegar a un semáforo en rojo conecto el audio al auto y contesto.
—Habla Aaron.
El semáforo cambia a verde.
—Aaron—se escuchan sollozos—… Soy Anne…
—Anne, ¿Qué ocurre? —pregunto preocupado.
—Es que… Hubo un accidente-e—sus sollozos aumentan, causando que me cueste un poco entenderle.
—Anne, cálmate, me cuesta entenderte, ¿Qué ocurrió?
—J-júpiter y Lou-uis, ellos… Ellos…
Un mal presentimiento me inunda al escuchar su nombre, haciendo que frunza mi ceño y mi preocupación aumente.
—¿Qué les pasó? —pregunto, pero ella solo solloza—. ¡Anne, qué le pasó a Júpiter!
—… Los atropellaron—logra articular en un hilo de voz. Retengo la respiración—… Estamos en el hospital, no sabemos cómo están ni nada, no nos han dicho nada. Estaban muy mal, Aaron.
Mis pulsaciones se disparan mientras siento una rara sensación de malestar, los nudillos se blanquean de la fuerza con la que afirmo el volante.
—Voy hacia allá—susurro antes de colgar.
Una bocina me saca del estado en el que estaba, dándome cuenta de que casi choco, desvío mi ruta sin importarme las palabras del otro conductor que tocó la bocina y acelero hacia el hospital.
Esquivo autos y tomo atajos para llegar más rápido, estoy seguro de que me habré saltado algún semáforo en rojo o infringido alguna señal de tránsito, pero en estos momentos no me importa, no puedo pensar en nada más que no sea ella. Mi Júpiter. Deseando que no le haya pasado nada grave.
Estaciono en el primer espacio que veo, por suerte no había tantos autos en el estacionamiento, corriendo entro en el hospital y me quedo observando a mi alrededor totalmente perdido, sintiéndome a punto de explotar, pero justo veo a Jill caminando con rostro afligido y ojos llorosos.
—Dónde… ¿Dónde está? —pregunto apresurado cuando llego a su lado y la agarro de los hombros.
Me guía por un pasillo, al final de este logro ver a los demás, pero no me fijo quieres están y solo me acerco a Anne.
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Júpiter [+18]
RomanceJúpiter Walker siempre ha sido una persona feliz y soñando con el amor verdadero, pero con el tiempo las cosas pueden cambiar para bien o para mal, luego de que le rompieran el corazón dos veces prefiere mantener distancia con todo lo que tenga que...