capítulo 2

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P.O.V. Ryder.

Abro mis ojos, pestañeo un poco y la primera imagen que veo ante mí es el techo de mi nido, me retuerzo de dolor que provoca el celo en mí, veo mi cuerpo lobuno transformado hace apenas unos segundos.

- Madre... Madre, por favor. – Suplico a la madre luna para que haga cesar el dolor, es mi ultimo día con el celo y el más fuerte en esta ocasión.

Sigo suplicando fervientemente porque esto pare y también para que aparezca mi hermosa luna. Un aullido gutural emite mi hocico debido al dolor, (que bien podría dejar sordo a cualquiera.) mi cuerpo tiembla. No importa que tan fuerte sea, esto es más fuerte que yo. Y estar sin ella me debilita al igual que a mi manada.

Las épocas de celo cada vez son peores y llevo demasiados siglos soportándolas de esta manera. No tengo opción, mi naturaleza me lo impide rotundamente, pero sin mi luna claramente es mucho peor.

No sé si pueda soportarlo más, y si no entonces moriré, porque un lobo sin su luna no es nada. Y ese es mi destino, morir. Tuve una larga y solicitaría vida, pero cómo dije; un lobo sin su pareja evidentemente morirá en agonía profunda, tal vez es lo que me está pasando justo ahora.

Trato de no moverme y dejo mi cuerpo descansar en el suelo, esperando que pase lo que tenga pasar. Aguanto los gemidos de dolor y trato de mantener cerrado mi hocico, mi mente y mi corazón.

Al menos puedo estar aliviado de saber que jamás he lastimado a alguien ya que mis épocas de celo siempre las he pasado en mi nido encerrado bajo llave. Desde el primero hasta este que vivo hoy.

Y si te preguntas lector quien soy entonces me presento; mi nombre es Ryder Scott, un cambia formas, licántropo, lobizón. (demasiadas formas de llamarme.) ¿Mi procedencia? Soy uno de los siete monstruos de la mitología, una criatura mitad hombre y mitad bestia, cuya figura guarda mi ADN (de un lobo prehistórico. Conocido cómo lobo terrible o lobo gigante) y no me parezco, soy un hombre lobo. Soy oriundo de Alaska. Mis padres murieron hace muchos siglos y tampoco tuve hermanos. Lo que me convierte en el Alfa, de alguna manera familiar heredé algunos títulos, soy el Alfa de alfas. Soy uno de los más antiguos y el más antiguo.

Tengo setecientos ochenta y ocho años, (788) todos estos siglos he buscado a mi mate y jamás la encontré, sin embargo, algo dentro de mí me dice que pronto la encontraré y que mi dolor ella hará desaparecer.

En verdad espero que así sea, es lo que más anhelo en mi existencia y daría lo que sea, todo lo que tengo por tenerlo, pues estoy muriendo, cada minuto muero y es una terrible agonía, fallezco sin ella.

Me encantaría que me ame y le guste cómo soy yo, no sólo mi apariencia si no también mis sentimientos y si no se puede desde un principio entonces al menos gustarle de forma física. No es por presumir o ser arrogante, pero soy guapo; mi pelo es rubio y mis ojos azules, mi piel de tez blanca y mi estatura de 1.95 complementa perfectamente el resto de mi apariencia además de mi excelente musculatura lo que se convierte en la cereza del pastel.

Además de ser el Alfa; cómo dije, soy antiguo así que todo el mundo me respeta por eso, aparte soy el más fuerte. Mis títulos cómo el Alfa supremo y el rey Alfa no son de adorno.

Desde que cumplí treinta años aparento tener esa edad y desde entonces no envejezco, (cómo algunos lobos que si lo hacen.) siempre sigo igual. Vivo con mi nana, quien me ha cuidado desde que nací y educó cuando mis padres murieron. También vivo con mis dos mejores amigos; mi beta y mi delta, Tyler es mi beta y Lia mi delta. Crecimos juntos, pero soy unos cuantos años mayor que ellos.

Nuestros padres murieron en una guerra contra vampiros y otras manadas, así que la nana los cuidó y educó a ellos también desde entonces.

Mis amigos heredaron los rangos de sus padres, así como yo lo hice del mío. Soy como él en todo sentido, por eso soy muy fuerte, él era pura sangre, de la realeza, igual que yo. Y mi mamá era una mujer loba de rango Alfa, tenía muchas habilidades y era fuerte además de muy hermosa y amorosa.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora