Capítulo 62.

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P.O.V. Rocío.

Me acerco a Ryder y a William.

- Mi bebito, acepta las disculpas de Thomas. – Pido tierna.

- ¡Papi!... – Lo llama llorando mientras abraza a Ryder por el cuello dándome la espalda e ignorando lo que le pedí.

Siempre que le pido hacer algo, y él no quiere, abraza a Ryder y llora.

- Está bien, Roce, a fin de cuentas, mi hijo lo hizo molestarse. – Dice Escarleth tranquila.

Veo que el pequeño Thomas se pone triste y se abraza a sí mismo. Sé que no fue su intención. ¿Cómo lo sé? Bueno, William siempre se enoja por todo y más si tocan a su papá.

- Amor. ¿Te puedo cargar? – Le pregunto a Thomas.

- Sí, Peggy. – Contesta feliz y yo sonrío.

Lo tomo suave sin lastimarlo y me acerco a William, cuando ve que tomo a Thomas se sorprende y luego se enoja.

- Mi bebé, acepta las disculpas de Thomas. – William me mira enojado y comienza a llorar.

- ¡Papi!.. – Vuelve a llamar a Ryder mientras llora muy fuerte.

- Amor, sólo dile "Está bien, no hay problema" – Le guía Ryder muy cariñoso.

- ¿Papi?... – Lo llama sorprendido. Creo que piensa que Ryder lo está traicionando, pero aun así lo hará, siempre le obedece a su papá en todo.

- Eta bien, noan ploglema. – Esas palabras son tan secas y sin vida, pero al menos las dijo.

- Gracias. bebé. – Agradece Thomas muy feliz mientras toma una manito de William y quien la aparta con desprecio. Cosa que no veo que le importe a Thomas ya que la pasa por alto.

Bajo con cuidado a Thomas y él va fue con Escarleth y Diego. Yo me acerco a mi bebito y le doy un beso, luego Ryder, consiguiendo que deje de llorar y ría por nuestros besos.

- Roce... – Me llama Escarleth, así que volteo a mirarla con una sonrisa.

- Él es mi esposo, Diego. – Lo presenta muy enamorada. Estoy muy feliz por ella, sonrío.

Me acerco a él y le tiendo la mano, él corresponde y las estrechamos. – Un gusto conocerlo, Diego, soy Rocío, pero me dicen Roce. – Me presento con mi aun sonrisa y amable.

Él iba a hablar, pero se escucha el gruñido de mi celoso, Escarleth y Thomas se asustan, pero a Diego parece no afectarle tanto.

- Un placer Rocío, pero me puedes tratar de "tú" si gustas. – Me dice muy amable ignorando por completo el reciente ruido que emitió Ryder.

Él se mira muy serio, tiene una bonita voz muy varonil e interesante.

- Claro. – Le digo separando nuestras manos. – Él es mi esposo Ryder y bueno ya conocen a mi bebito, él se llama William. – Les digo voleando un poco dejando que los vean sin estorbar su vista mientras los apunto con mi mano abierta.

Ellos asienten, Ryder se acerca, estrecha las manos con Escarleth y Diego, para luego presentarse de una manera cordial, que ya ahora conozco bien.

Este hombre, o más bien macho, solo espero que no empiece una discusión por algo totalmente absurdo con alguien a quien a penas ha visto una vez.

Afortúnamele no fue así. En el transcurso de las compras Escarleth y yo logramos platicar un rato más de nuestra vida, anécdotas divertidas, el pasado, y traer recuerdos hermosos a la actualidad. Eso hasta que terminamos de hacer las compras.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora