Capítulo 65

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P.O.V. Rocío.

Cierro los ojos y me acomodo mejor en la cama. No mucho tiempo después escucho las pesadas puertas abrirse un poco rápido y estruendosamente.

Tengo mucho miedo, mi reacción es correr hacía la cuna y tomar a mi bebito. Podría ser Ryder, pero también cualquier otro hombre. Cuando lo tomo camino hasta la sala, muy despacio, mi cometido es flotar, necesito ser lo más sigilosa posible.

Cuando llego veo la forma de un hombre, por su silueta parece ser Ryder, pero está en una posición amenazante, cómo acechando a su presa para después devorar hasta sus huesos.

Ese hombre sigue aquí, aún no se percata de mi presencia, está de espaldas recargándose en las puertas, mientras su cuerpo dice todo eso de él.

Me acerco un poco y puede escuchar que su respiración está muy agitada, cómo cuando alguien corre, se asusta o le duele algo.

Me armo de valor y decido enfrentar esto.

- Ry-Ryder... ¿E-eres tú? – Me insulto por no hablar bien.

Gime, pero su gemido termina siendo un gruñido. Solo se queja.

Me dirijo al interruptor de la luz, tomo bien a mi bebito con cuidado de no dejarlo caer, con mi mano libre pongo la mano en el interruptor y lo presiono.

Al principio no veo bien, todo es borroso y confuso. Se va aclarando mi vista y la luz haciéndose más fuerte dándome paso a lo que quiero ver.

- ¡Ryder! – Grito angustiada.

Si es Ryder, se retuerce de dolor, puedo notar que tiene una reciente barba. No sé de dónde apareció, apenas y hace dos horas no la tenía, pero eso no importa ahora, es lo menos importante... Nunca lo había visto así, tal vez es el celo o tal vez algo muy malo le ha pasado.

Corro un poco suave hacía él, con cuidado de no lastimar a William. Para este punto él ya está en el suelo, me arrodillo frente a él y pongo mi mano libre en su mejilla tratando de auxiliarlo.

- Amor... ¿Qué tienes? – Mi voz suena muy preocupada. Puede estar lastimado.

Él levanta la cabeza y me ve, no puedo descifrar de qué manera.

- Ayúdame, mi Luna. – Me dice entre palabras de dolor.

- No entiendo que...

Él me quita a William. Lo sigo con la mirada, se levanta débilmente y camina hacía la cuna para dejar a William dentro de ella, lo cubre con sus mantitas y le da un beso.

Se gira hacia dónde yo estoy, para este momento yo ya me estoy incorporado. Él camina hacía mí y me toma un poco brusco por mis caderas atrayéndome a él.

Me besa... Lo hace cómo si quisiera arrancarme los labios.

Siento que se separa de mí, abro los ojos y puedo notar los suyos, ahora entiendo a quién me enfrento realmente. Sus ojos son azules, pero un azul muy fuerte y brillante. Se trata de alguien más y no de cualquier persona, alguien a quién no conozco muy bien, pero aun así confío en él.

Es el Alfa, pero el de instintos completamente animales.

- ¿Dark? – Pregunto un poco desconfiada.

- Sí, mi Luna. – Responde con esa voz. Ya lo había visto antes, pero su voz es realmente temible.

- Por favor, haz que vuelva Ryder, cariño. – Pido amorosa.

- Por hoy estarás más tiempo conmigo, pero aun así nos amarás a los dos. – Sus palabras no las entiendo, y solo me dan un resultado de pánico.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora