Cuando 57

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P.O.V. Rocío.

Entramos al salón, para este punto ya estoy más familiarizada con estas reuniones por lo que los nervios me han ido abandonando. A penas captan nuestros alores todos giran para mirarnos e inclinar sus cabezas. Eso es algo a lo que jamás me acostumbraré, por lo que he adoptado un gesto personal, cuando ellos hacen una reverencia yo bajo levemente la cabeza, y eso hago ahora.

- ¡Larga vida al Alfa y a la Luna! – Saludan todos en conjunto.

- ¡Larga vida a la manada! – Respondemos el saludo.

Caminamos entre las personas mientras las saludamos y ellas a nosotros... Nos dirigimos hacía la familia del nuevo alfa, al llegar nos encontramos con un muchacho guapo, un señor maduro, pero guapo también, y una señora muy bonita. Ellos inclinan sus cabezas.

 Ellos inclinan sus cabezas

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Edwin.

Jerald

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Jerald.

Jerald

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Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora