Capítulo 60

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☆ Pocos días después. ☆
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P.O.V. Rocío.

Hoy decidimos ir a un paseo, así que aquí estamos, es más un paseo de caminata. Ryder está transformado en su lobo, lo ha estado desde que nos trajo desde la casa, mi bebito y yo tratamos de pescar copos de nieve y Ryder hace guardia. ¿Por qué? No lo sé, pero está muy atento a todo a nuestro alrededor y a nosotros.

- ¡Papiii... Mamiii! - Mi bebito grita feliz porque finalmente ha conseguido un copo de nieve después de intentarlo por mucho tiempo.

- Mi bebito, felicidades. Es hermoso. - Lo felicito aplaudiendo por su hazaña, aunque casi no logro ver qué tipo de copo de nieve es.

Ryder le ronronea en forma de felicitarlo, William cómo puede se acerca a él y le muestra sus manitos donde lo tiene, Ryder le lame la mejilla haciéndolo feliz.

Seguimos jugando así por un tiempo más, pero se siente algo extraño cómo si nos observaran. Veo que Ryder se pone en alerta, estaba sentado sobre sus patas traseras, pero se ha levantado tomando una postura defensiva, creo que él también lo siente. Seguimos igual mientras él está cerca. De repente escucho unos crujidos que provienen de la espesura del bosque, es como si se rompieran muchas ramas de los enormes pinos.

Ryder nos gruñe suave y yo entiendo, tomo a mi bebito y me acerco a él quedándonos juntos un tiempo. La verdad tengo miedo, pero yo sé que Ryder nos protegerá. De repente él se pone muy alerta, baja su cabeza y abre sus patas dejándolas bien separada como acechando a su presa o esperándola. Aún puedo escuchar esos pasos, y cómo no, si cada vez que caminan crujen las ramas.

Ryder se deja caer al suelo, rápidamente subo a su lomo con William, al hacerlo él se levanta para incorporarse en la misma posición y sigue observando hacía el lugar de dónde provienen los sonidos que como una tortura desesperante no acaban.

No sé por qué no se mueve.

- Mi amor, vámonos por favor. - Pido desesperada.

- Tranquila, mi Luna, yo los protejo, no tengas miedo. - Escucho en mi mente por nuestro vínculo así que me relajo.

- Está bien. - Contesto, la verdad es que hasta hace pocos meses aprendí a comunicarme por el vínculo, antes no sabía hacerlo, pero con la practica lo conseguí.

Nos quedamos así y cada vez se sienten más cerca, no sé cuántos son o que son.

Ryder aúlla y de pronto aparecen Lia y Tyler en su forma de lobos y un puñado de guerreros de la misma forma.

De dónde se esperaba salen dos hombres, son muy blancos y visten de negro y gris.

Ryder se deja caer al suelo, y yo bajo con William, veo que él se transforma a su forma humana.

Esos hombres no dejan de vernos y sonreír, se ven bastante malos, la verdad si dan mucho miedo. Me escondo detrás de Ryder para evitar seguir viendo sus rostros malvados.

- Amor, se quedan con Ezequiel y Gregorio. ¿Ok? Por ningún motivo te separes de ellos. - Esa fue una orden.

- Cielo, tengo miedo.

- Ya lo sé, tengo que hacerme cargo. ¿Bien?

Yo asiento con nervios de pavor, él nos lleva con dos de los guardias, y nos acerca a ellos.

- Protejan a mi familia. La vida de ustedes depende de la de ellos.

- Si, Alfa. - Contestan.

- Papi. - Lo llama triste.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora