Ryder es el Rey Alfa de la manada Gray Moon, la cual es la más antigua de todas, conocida por su fuerza y valentía, además de la fama de ser sádica y despiadada.
Él aun no encuentra a su mate.
Rocío es una maestra de kinder tierna y maternal quien e...
Desde esa batalla con Travis y su gente, Ryder sueña con ella donde mis bebés y yo morimos, se levanta gritando y siendo muy violento. Trato de calmarlo, así que siempre le muestro a nuestros hijos y se calma. También le digo que estamos bien y que él nos salvó. Me preocupa mucho eso, pero gracias a Dios las pesadillas han ido cesando.
Ahora él está trabajando, está exagerando un poco, contrató más guardias y logró poner un campo de fuerza en todo el territorio de la manada, dijo que si no funciona pondrá rayos láser o cercas eléctricas.
Desde ese momento se ha vuelto más enojado que antes, no con nosotros, pero si con los demás y no quiero que él sea así.
Ahora estoy amamantando a mi bebita, ya qué no quiere soltar mi pecho, pero no me preocupa, ella come; pure de frutas y comida sólida, y bebe leche de fórmula artificial y jugos, sólo no quiere soltar el pecho, pero no me importa, me encanta amamantarla, ella es tan tierna, hace soniditos lindos mientras succiona y siempre acaricia la piel de mi pechos.
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Ryder está en el bosque y se llevó a William, y mi bebita y yo nos quedamos en la casa, aún es muy pequeña y evitamos llevarla al bosque.
- ¿Terminaste mi amor?.
Intenté quitarle mi pecho, pero ella lo abrazó.
- Está bien nena hermosa, bebe toda la lechita que quieras.
Dije y le di un besito.
Ella me sonrió y yo a ella, aún no sabe decir palabras sólo balbucea. Cuando ella crezca extrañaré a mi bebé, me encanta ser mamá, parecerá loco, pero amo estar embarazada y amamantar, me siento cómo la mujer más afortunada del mundo cuando lo hago.
Pero tampoco quiero tener más bebés, y cuando estoy ovulando. Ryder se pone muy loco y muy pervertido.
En fin, mi bebita se durmió, la dejé en mis pechos, ya qué le gusta dormir allí y me dormí junto a ella.
Desperté por unos jalones en mi blusa, abrí los ojos y vi qué era mi bebita, quién exigía más leche, vi la hora y dormí tres horas, volví la vista a mi bebita, seguía jalando mi blusa con una manito y con la otra dentro de mi sostén, tratando de sacar mi pecho.
- Tranquila princesa comelona.
Me senté y la dejé en mi pecho, bajé mi blusa y le ofrecí mi pecho, ella lo tomó y empezó a succionar.
Después de un rato llegaron Ryder y William y nos vieron en esa posición.
