Capítulo 87.

10K 470 1
                                    

P.O.V. Rocío.

Ya pasaron algunos meses y mi princesa aprendió muchas cosas y sigue en ello, mi bebito sigue entrenando y claro, él sabe mucho más, pero mi princesa lo alcanzará pronto.

Pensaba en algunas cosas cuando escuché el rugir de ¿un oso? sacandome de ellos.

Estamos en el bosque, yo busco flores y Ryder está en su forma de lobo con nuestros hijos apoyados en él.

Estamos en el bosque, yo busco flores y Ryder está en su forma de lobo con nuestros hijos apoyados en él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El oso salió de los árboles y allí lo vi, parece amigable, se parece a Daniel, pero él es un asesino.

Corrí hacía Ryder cuando él me gruñó suave.

Mis bebitos y yo nos quedamos detrás de él, yo un poco asustada y mis bebitos felices, claro... el oso rugió y Ryder gruñó.

Él se asustó y se fué perdiéndose en el bosque y nosotros regresamos a la casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Él se asustó y se fué perdiéndose en el bosque y nosotros regresamos a la casa.

Cenamos y después de un rato nos fuimos a dormir.

Acostamos a nuestros hijos y ellos dormían en sus respectivos cuartos.

Nosotros estamos en nuestro cuarto, estoy sentada en un mueble y Ryder en el suelo mientras tengo mis piernas en sus anchos hombros.

Nosotros estamos en nuestro cuarto, estoy sentada en un mueble y Ryder en el suelo mientras tengo mis piernas en sus anchos hombros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo vi tan relajado y le di algunos besitos mientras él daba masajes a una de mis piernas.

Él es tan hermoso y tierno que cualquier mujer se enamoraría de él con sólo olerlo.

Aún no puedo creer que alguien tan guapo cómo él se haya fijado en mí, afortunadamente nuestros bebés se parecen a él y no a mí, serían feos, Dios es muy sabio y lo dejó ver en mis bebitos.

Le daba masajes a Ryder en el pelo mientras él se relajaba un poco más.

Sé que se la pasa muy estresado, entre la manada, las otras manadas, sus empresas y nosotros, ha estado mucho tiempo trabajando, sólo esperamos que William y Elizabeth crezcan y se encarguen de esos asuntos por su papá.

Miró a mi bebito consentido y vuelvo a darle muchos besitos.

- Te amo mi amor.

Digo muy tierna, cómo sé que a él le encanta.

- Yo te amo mucho más mi Luna, mucho más que cualquier cosa.

Le sonreí, me encanta que diga esas palabras para mí. Es cómo la dulce música que se escucha en la mente una sola vez y se vive tratando de recordarla, pero que ya no hay nada... así son las palabras de mi Ryder, con la diferencia que a menudo me las dice.

- Mi Ryder hermoso.

Dije y él se sonrojó un poco.

- Siempre me dices cosas nuevas muy lindas.

Dijo cómo niño travieso.

- Sólo por y para ti mi amor.

Él me sonrió y yo a él.

- Amor...

- Dime nena.

- Cómo te convertiste en licántropo.

Él sonrió un poco y luego me miró.

- Soy lobo de cuna, por eso soy pura sangre, cómo nuestros cachorros...

Yo asentí, esperando que hable un poco más.

- Hace muchos años atrás el primer Ryder caminaba por aquí, era de noche y había luna llena, escuchó un rugido potente y luego un empujón extremo seguido de una mordida espantosa... lo mordió un lobo prehistórico, según mi ADN era y no habrá otra especie Canis Lupus cómo sea, sólo existe en mi ADN y en el de nuestros hijos.

Eso me sorprendió mucho.

- Él habrá dormido tres semanas, despertó y ya no era cómo antes, caminaba en cuatro patas, su pelaje era negro y su apariencia era humanoide. Tiempo después se unió a una manada cercana, era considerado un "lobo maldito" ya que fue mordido e infectado por un lobo, en ese tiempo por su condición de "lobo maldito" habría tenido que ser vasallo de los lobos de cuna, pero todos le tenían miedo. Poco tiempo después los lobos cansados de él, su actitud y agresividad, decidieron asesinarlo, todos los alfas se unieron y pelearon contra él... los mató a todos, posicionándose cómo el Alfa supremo. Desde entonces somos una monarquía. Después de eso conoció a su mate, su Luna y se unió a ella, poco tiempo después eso nació el segundo Ryder.

- ¡¡Es increíble!!.

Dije muy emocionada.

- ¿Y puedes hacer cosas qué él hacía?

Pregunté.

- Sí, pero he mejorado, puedo controlar mi fuerza y emociones, casi siempre. Tengo un lobo interno y puedo convertirme en él o en humano cuando yo quiera y he podido vivir muchos más años.
También soy más fuerte y con los sentidos superdesarrollados, no me sorprendería que nuestros cachorros tengan dones, cada generación tiene nuevas cosas y mejorías.

- Se escucha muy increíble.
¿Y tú tienes algún don?

- No lo sé, lo qué hago lo he hecho desde siempre.

- ¿Y qué puedes hacer?

- Corro más rápido que cualquiera, pero no creo que sea un don, escucho y leo mentes, controlo el bosque, no lo sé.

- No sabía que podías hacer todo eso.

- Siempre hay algo nuevo que saber.

- Es cierto, yo puedo memorizar idiomas tan rápido que me es imposible creerlo yo misma.

- No sabía eso, con razón sabes tantos idiomas, en cambio yo, veinte años aprendiendo español.

- Todo está en la mente, imagina, escucha y pronuncia.

- Lo haces sonar tan fácil.

Dijo y yo reí al recordar que no pudo memorizar una sola palabra en ningún idioma, francés, italiano, alemán o coreano.

Después de tanto hablar nos acomodamos y acurrucamos juntos.

Podría estar eternamente así con él y jamás me cansaría o aburriría.

- Buenas noches mi gruñón.

- Buenas noches mi Luna.

Sonreímos y nos dimos un beso.

Sus labios son tan firmes y dulces que parecen gomitas, me encantan.

Él puso su mano en uno de mis pechos y comenzó a apretarlo y amasarlo, es su nueva forma para dormir.

Él lo hacía y yo daba masajes en su antebrazo, así estuvimos un rato hasta que sentía mis párpados muy pesados, pero Ryder seguía con mi pecho en su mano, lo apretaba fuerte, hasta que sentí que su agarre se hacía más suave, quería confirmarlo, así que lo vi y él comenzaba a cerrar sus ojos... al final se durmió, quité su mano, pero él la volvió a posar en mi pecho, no me importó y me dormí muy rápido junto a él.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora