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Al día siguiente.
☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆P.O.V. Rocío.
¿Qué hay qué pensar cuándo los esposos están raros y ocultan algo?
¿Me es infiel? ¿Ya no le gusto? ¿Hice algo malo? Una esposa normal pensaría en eso, pero ese no es mi caso. Ryder no es así, solo anda muy misterioso, lo noté muy rápido.
Así ha estado Ryder desde que despertamos, no entiendo que tiene, me cuida mucho y no me deja caminar. Es cierto que aún no puedo hacerlo, pero ni siquiera me deja intentarlo. Y su instinto de sobreprotección es otra de las cosas que me está haciendo dudar.
Ahora estamos desayunando, pero él pidió comida de más.
- Amor... ¿Estás bien? – Me mira con preocupación y asiente mientras le da su comida a William.
- Si, nena estoy muy bien. ¿Y tú, quieres más comida? – Está preocupado por algo, pero no sé qué es.
- No, ya estoy satisfecha... Estás raro cómo cuando... – Me interrumpo y es aquí cuando vuelven todos mis recuerdos a mi mente. Él actúa cómo cuando estaba embarazada de William... ¿Será qué... no, no creo, o sí?
Estoy intranquila pensando en eso cuándo siento unos leves movimientos en mi vientre, quienes me lo confirman.
- ¿Mi amor?... ¿Mi amor? – Salgo de mi trance y lo miré. – ¿Estoy cómo cuándo qué? – Me pregunta, pero lo ignoro totalmente.
- Estoy embarazada ¿Verdad? – Pregunto seria, él se asusta y sigue mirándome con cara de terror.
- Yo... – Lo interrumpo. – ¿Por qué no me lo dijiste ayer? – Pregunto tranquila, pero seria. ¿Qué acaso no sabía que la embarazada soy yo? ¿Qué puedo sentir lo que pasa internamente en mi cuerpo?
- No creí que era una buena idea decírtelo porque no sabía cómo lo ibas a tomar, pero sí. Si estás embarazada.
Eso es... No puedo explicarlo. ¡Voy a tener otro bebito! Me siento muy feliz, había olvidado lo completa que me hacía sentir. No puedo evitar sonreír y acariciar mi vientre, qué importa si me pongo más huesuda qué un esqueleto o si el parto duele cómo si me rompieran la piel, es mi bebito y lo amaré.
Sé lo que decía antes, sin embargo, no puedo odiar a mi propio hijo. Y es que ya lo amo. También sé el hecho de cómo fue concebido, pero eso ya no importa ahora. Tan solo necesité el hecho de sentirlo moviéndose en mi interior es suficiente.
- Mi Luna. ¿No estás enojada? – Pregunta viéndome con ojos inocentes.
- Sí... me lo ocultaste, pero a la vez no. ¡Voy a tener otro bebé! – Digo feliz, é se sorprende por mi confesión. Quisiera saltar o celebrar, pero aún me duele todo el cuerpo.
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Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)
Hombres LoboRyder es el Rey Alfa de la manada Gray Moon, la cual es la más antigua de todas, conocida por su fuerza y valentía, además de la fama de ser sádica y despiadada. Él aun no encuentra a su mate. Rocío es una maestra de kinder tierna y maternal quien e...