Capítulo 6

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P.O.V. Ryder.

Cuando ella se dirigió al baño me escondí detrás de un muro. No me gustó para nada que hablara con ese hombre, pero ya no volverá a pasar. Cuando salió la tomé por la cintura y la pegué al muro rápido y suave a la vez, me acerqué y olí ese delicioso aroma; enterrar mi cabeza en su cuello y oler más allá de su perfume de lavanda para oler su aroma natural a vainilla y lirios es lo mejor que existe, ella gritó así que tapé su linda boca con mi mano.

 Cuando salió la tomé por la cintura y la pegué al muro rápido y suave a la vez, me acerqué y olí ese delicioso aroma; enterrar mi cabeza en su cuello y oler más allá de su perfume de lavanda para oler su aroma natural a vainilla y lirios es lo me...

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Ronroneé en su cuello y gruñí, ella estaba petrificada y a la vez intentaba escaparse, pero su fuerza es demasiado débil, estoy seguro que ni se dio cuenta de los sonidos que hice. Empecé a oler más su aroma, no me contuve y dije.

- ¡MÍA... SOMO MÍA! - Pareció tensarse aún más por mis palabras y me separé, ella elevó la mirada hacia arriba ya que soy mucho más alto. Me miró de manera confundida, yo también miré su hermoso rostro y su perfecto cuerpo, quería seguir oliendo así que lo hice y dije repetidas veces. "MÍA"

Ella se separó de mí como pudo y dijo.

- Yo no soy tuya, ni de nadie, así que aléjate de mí. ¡PERVERTIDO! – Gritó un poco mientras me veía de mala gana.

Eso me dolió, no lo de pervertido ya que yo sé bien que seré pervertido con ella, pero nos dolió a mí y a Dark que dijera que no es nuestra. Me enojé y gruñí, eso pareció horrorizarla mucho más.

Pues bien, al parecer no aceptará estar conmigo por voluntad propia. No quería hacerlo, pero no me deja opción; debo recurrir al método tradicional. Rápidamente y en movimientos ágiles la tomé pegando su espalda a mi pecho, con la mano izquierda tomé su cintura y con mi mano derecha le tapé la boca así no se escucharían sus gritos. La llevé al carro y la metí en el. Tomé el pañuelo de mi traje y le puse cloroformo, (este estaba en la bolsa del asiento del piloto, mis empleados/hombres siempre lo preparan para mí, los chicos o para ellos mismos. Nunca se sabe cuándo encontraremos a un mate. Siempre nos acompañan empleados sin mates, y estamos nosotros tres, mejor ser precavidos) Se lo puse en su hermosa cara tapando su boca y nariz, se resistió tratando de pelear en vano para luego quedar dormida casi al instante.

 Siempre nos acompañan empleados sin mates, y estamos nosotros tres, mejor ser precavidos) Se lo puse en su hermosa cara tapando su boca y nariz, se resistió tratando de pelear en vano para luego quedar dormida casi al instante

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Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora