Capítulo 67

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P.O.V. Rocío.

De verdad estoy pensado en dejarlo, estoy tan enojada que esa opción la pienso mucho.

Dormí por mucho tiempo y el dolor es insoportable, ni siquiera podía reaccionar así que no sé que tanto habrá pasado.

Lo amo, pero lo que me hizo fue feo. Quería ayudarlos, lo único qué quería a cambio era, amor y suavidad y no obtuve ninguna.

Ahora pienso. "¿Estaré embarazada?" Dejar a mi esposo sería duro, pero alejar a mi bebito y si estoy embarazada, al otro bebé, de su papá... ¿Es correcto?

No lo sé... Pienso eso con la cabeza baja. De repente veo a Ryder, llora, verlo así hace que mi corazón se arrugue como una hoja de papel. Tomo su rostro y limpio sus lágrimas. Ya sé, soy de esas qué tienen el corazón en la manga, es una espada de doble filo, por un lado, me pueden pisotear y por el otro conservar mi humanidad. Después escucho a Ryder hablarme.

Esto me parte el corazón, lo amo y no se puede ver a la persona qué se ama llorar

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Esto me parte el corazón, lo amo y no se puede ver a la persona qué se ama llorar. Aunque se sienta mal por haberme lastimado.

- Ya no llores, bebé, no llores. No me gusta verte así... Ya pasó. – Le digo tierna para que no se sienta mal y le doy un beso.

- ¿Me perdonas? – Pregunta en una combinación de tristeza y con una sonrisa de dolor.

- Sí. Con la condición de qué jamás lo vuelvan a hacer. – Digo firme y seria.

- Si mi amor, te lo prometo... Antes muerto qué volver a lastimarte. – Dice besando mi mano.

- Está bien. – Le sonrío y veo mis piernas cubiertas por el agua... ¿A qué hora se pintó el agua de rojo? Ahora recuerdo que tuve un sangrado.

- Nena, yo...

- No importa. Ayúdame a salir, me duele caminar. – Pido un poco adolorida, ya que he hecho un esfuerzo, así que es mejor no moverme por ahora.

- Si, mi Luna. – Quita el protector de la bañera para que el agua comience a bajar hasta desaparecer. Me tomó y me sienta en la superficie de concreto de la bañera. Toma muchas toallas y me las pone mientras con otras hace fricción para secar mi cuerpo. – Buscaré tu ropa, ya vuelvo.

Asiento y él sale del baño... Regresa muy rápido y me ayuda a vestirme con una camisa blanca y un short negro.

Al terminar me toma suave... Lo veo y le doy un beso, aún se siente culpable, lo sé... Él me sigue el beso y se sienta en la superficie donde yo estaba dejándome sentada en sus piernas.

 Él me sigue el beso y se sienta en la superficie donde yo estaba dejándome sentada en sus piernas

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Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora