Capítulo 64

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Seis meses después.
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P.O.V. Rocío.

Han pasado siete meses en total desde el primer cumpleaños de mi bebito, él sigue igual que siempre, no hay progreso. Tal vez ahora hasta más parecido a Ryder, ahora que ya camina bien lo sigue a todas partes y claro, Ryder lejos de enojarse sólo se emociona.

Él y yo seguimos igual, parece que él único que ha envejecido es William.

Ahora estamos almorzando sopa. Hace muy poco tiempo comenzó un nuevo mes así que el clima cambia y se vuelve más frío.

- Mi Luna. – Me llama.

- Si. – Respondo mientras ayudo a William a almorzar.

- Pronto comenzará la época de celo. – Lo veo, él deja su sopa de lado.

- ¿Te irás al nido a pasarla cómo las últimas veces? – Pregunto, ya que desde la luna de miel no lo acompaño al nido, así que él se ha tenido que ir solo.

- Sí, y ustedes vienen conmigo. – Responde de manera dura, aunque la última confesión en verdad que no la esperaba.

- ¡¿Qué?! – Ya sé por dónde va esto, nunca debí preguntar.

- Sí, nos vamos hoy mismo, comienza hoy en la noche. – Responde y vuelve a tomar de su sopa como si nada.

- No, amor, por favor, no nos hagas esto, te lo pido. – Si tengo que arrodillarme y suplicar lo haré.

- ¡Nada, nos vamos hoy, ya dije! – Golpea la mesa muy fuerte asustándonos a William y a mí. Cuando habla con su voz de Alfa es mejor callarse y así es cómo estamos mi bebito y yo.

Yo asiento bajando la cabeza y él se relaja. Termino de almorzar y de ayudar a William a hacerlo.

Dejo a mi bebito en la sala con la Nana y yo voy a empacar nuestras cosas. Las cosas de William, Ryder y las mías. Al terminar saco las maletas de los vestidores y las dejo junto a la cama mientras yo me siento sobre esta.

- ¿Ya, mi amor? – Pregunta entrando al cuarto y yo asiento triste y sin verlo.

- No te sientas así, por favor. Perdóname por hablarte así y gritarte. – Me dice suave llegando hasta mí.

- No importa. A fin de cuentas, lo que tú digas o lo que yo diga no te hará cambiar de opinión. – No negaré que estoy resentida con él.

- Sabías que esto pasaría tarde o temprano... No me voy a aguantar para siempre, William ya está más grande, así que vámonos. Hay que hacer más grande la familia. – Lo dice como si hablara de tomar agua.

Si pudiera lo golpearía, lo peor es que si lo hago ahora mismo se me rompería la mano y aun así no cambiaría nada.

Él toma nuestras cosas y yo las de mi bebito, bajamos y nos encontramos a William jugando con la Nana. William está listo al igual que nosotros así que solo tenemos que irnos.

- Bien, mi bebé, ya te tienes que ir con tus padres. – Le dice la Nana mientras él la ve. – ¿No sé puede quedar conmigo? – Ve a Ryder y le pregunta.

- Lo siento, Nana, pero no sé puede. Él va dónde nosotros vamos. – Dice un poco serio. Ella asiente y yo voy hasta donde ellos para tomar a William.

- Adiós, Nana, nos vemos pronto. – Me despido abrazándola. Si me vieran parecería que me voy muy lejos y por mucho tiempo.

- Tranquila, mi niña. – Yo asiento aguantando las ganas de llorar.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora