Capítulo 43

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P.O.V. Ryder.

La Nana se fue después de aconsejarme un rato más, he de admitir que tiene razón, sé que la tiene, pero el otro lado de mi conciencia no está nada de acuerdo. Estuve jugando con el almuerzo, moviendo la comida de aquí a allá con el tenedor mientras tenía apoyada la cabeza en mi mano y miraba la silla de mi hermosa Luna. Quería llorar por cómo le hablé, la quiero cerca de mí. Estando así y sin ganas de nada termino de comer, finalmente me levanto de allí y voy a la sala inmediatamente encontrándome con nuestras fotos, ya que prácticamente la sala está tapizada por ellas. Miro cada una y recuerdo cuando las tomaron y que hacíamos, estábamos felices.

 Miro cada una y recuerdo cuando las tomaron y que hacíamos, estábamos felices

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Tengo que ahogar mis sentimientos por ahora. Voy a la oficina y me encierro en mi trabajo. Dos horas después del almuerzo y durante el trabajo me percato que no siento tan fuerte las conexiones de ambos, siento sus aromas y sé que están bien, pero aun así me preocupa. Rápidamente dejo todo y voy corriendo al cuarto, cuando llego abro la puerta y veo que ambos están los profundamente dormidos. No sé cómo hizo para dormir a mi cachorro, me acerco a ellos y aspiro con fuerza el aroma de ambos, su sangre huele a las pastillas que uso para dormir.

- ¿Mi amor, que hiciste? – Mi voz ahora suena preocupada nada que ver cómo le hablé anteriormente, acaricio el rostro de ambos. Es que me siento mal, solo de imaginar que los pierdo o les pasa algo malo, es un sentimiento que me destruye por dentro como una rio fuera de su cauce destruye todo.

De verdad me siento como un idiota, soy un idiota. La madre Luna no me perdonará por cómo le hablé al tesoro que me regaló, yo no me perdonaré. Si tenía un último rastro de furia, entonces el contacto con la piel de ellos se lo llevó.

- Mi amor, despierta. ¿Sí? – Le digo entre lágrimas. – Es inútil, duermen como osos. esperaré a que despierten. – Me digo a mí mismo y me siento cerca de ellos en un mueble, desde allí los veo dormir.

Veo a mi cachorro moverse y justo despierta a las 6:42 P.M. Cuándo lo veo corro hacía él y lo tomo con cuidado, está llorando muy fuerte por lo que le pongo uno de mis dedos en su boca calmándolo mientras lo chupa. Regreso al mueble con él y me siento a esperar a que despierte mi hermosa Luna.

(Conexión ** mental)

- * ¡Papi! Mi mami estaba muy triste y me dio algo en mi lechita y me dormí. *

Reacciono de inmediato al saber quién ha entrado en mi mente. Miro hacia abajo y veo a mi hijo, él me mira fijamente así que decidí hablar con él, claro es mi cachorro.

- * Lo sé mi cachorro, tranquilo ella no lo volverá a hacer, te lo prometo. *

- * ¿Ella estaba triste por qué tú le gritaste? *

- * Es complicado, cachorro. No estaba triste, ella te hizo dormir porque quería que durmieras y tú nunca lo haces con ella. *

- * No me gusta, papi. Casi no me gusta estar con ella, te prefiero a ti, eres mucho mejor. *

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora