_ ¿Tienes un nombre? _pregunto el chico, habían estado caminando sin detenerse por lo que parecieron horas y aunque aún tenían algo de luz dentro de poco la noche caería sobre ellos._ ¿Sabes? Me recuerdas a alguien y realmente le echó de menos... _suspiro profundamente. _ Ojalá estuviera aquí, él sabría que hacer... _de repente las rodillas del niño se doblaron y el chico cayó haciendo que el lobo se detuviera preocupado._ No puedo más... Me duele mucho... _se quejo de su pierna dolorida._ Lo siento.
El lobo se dio cuenta de que el niño no podía dar un paso más, ya se encontraba agotado por el esfuerzo que estaba haciendo y realmente no quería forzarlo más pero no podían detenerse pues sino la noche caería y con ella los peligros que traería. Si se quedaban allí estarían expuestos y sabía que aquellos lobos de antes regresarían porque ya tenían el rastro de la sangre de Peter, pero él no permitiría que llegarán hasta él.
Por lo que el lobo tomó la decisión de cargarlo en su lomo para llevarlo él mismo a un lugar seguro.
_ ¿Que... Que estas haciendo? _pregunto el menor confundido mientras el lobo volvía a ayudarlo para que se pusiera de pie y pese al dolor que sentía, el chico volvió a levantarse todavia apoyandose en su salvador._ No puedo... _se callo cuando delante de sus ojos el lobo agachó su cabeza y parte de su cuerpo, doblando sus patas en el suelo como si estuviera haciendo una reverencia, y luego lo miro._
Solo hizo falta una mirada para que entendiera lo que quería.
_ ¿Estas seguro? _pregunto dubitativo no queriendo herir al animal, pero este dirigió su mirada a su lomo y luego de nuevo a él, animandolo a que subiera a su espalda._
Y Peter con cuidado se subió a su lomo sintiendo los nervios recorrer su cuerpo cuando el lobo volvió a levantarse. Ante el gran tamaño del animal, se encontró estando a unos pocos metros del suelo, pero no tuvo miedo de caerse, por alguna razón ese ser le hacia sentir increíblemente seguro, y hasta la fecha sólo una persona era capaz de transmitir ese sentimiento en Peter.
El lobo volteo la cabeza hacia él y fue como si pudiera predecir lo que le estaba diciendo con sólo mirarlo."Agarrate fuerte chico."
Y entonces comenzó a correr.
Peter podía sentir el viento en su cara, se agarro más fuerte al pelaje del animal ante la velocidad a la que iban sin chocarse en ningún momento con nada, era como si él lobo conociera él bosque de memoria, conociendo cada rincón cada planta o árbol por lo que era imposible no correr libremente sin preocuparse de tropezar o toparse de frente con algo y Peter se encontró disfrutando de esa sensación pues estaba seguro que él lobo no lo dejaría caer.
No dejaría que le ocurriera nada.
El suave pelaje lo mantenía anclado y seguro por lo que dejó de preocuparse por el mundo y por primera vez desde que esta travesía comenzó, sonrió.
Rió y el eco de su risa llegó al corazón de lobo provocando un ladrido de pura felicidad.
Por fin él y Peter eran uno.
Y aunque el niño todavía no lo sabía era parte de su manada, una manada que llevaba formándose hacia mucho tiempo.
[...]
El sol ya había caído por completo y la noche reinaba a su alrededor haciendo que el bosque antes hermoso ahora fuera lugar de sombras escalofriantes y un silencio ensordecedor. A pesar de ser solo su imaginación quien le estaba haciendo pasar una mala jugada viendo cosas que no había, el chico tembló de miedo ante la oscuridad que lo rodeaba y la sensación de ser observado, sin darse cuenta apretó su agarre en el pelaje del animal, el lobo que sintió su temor se apresuró a llegar al lugar seguro, soltando un gruñido que Peter supo escuchar como una promesa de que nada le pasaría estando él aquí.
Y Peter le creyó.
Cuando por fin pudo distinguir, apenas por la inexistente luz, una pequeña cabaña a lo lejos supo que allí era donde el lobo quería llevarlo.
Al llegar al umbral de la puerta de madera el lobo volvió agacharse permitiendo que Peter bajara de su lomo, pero el chico olvido por completo su pierna y en su prisa por entrar a un lugar cálido casi cae de no ser por un agarre firme en su hombro que lo mantuvo firme, cuando volteo su mirada vio el hocico del animal a escasos metros de su cara, el lobo había agarrado su ropa con sus afilados dientes para evitar que cayera y se hiciera más daño.
_ Gracias... _susurro moviéndose para quedar parado y a la misma altura que el animal._ En verdad gracias por todo. _dijo acariciando la cabeza del lobo, sintiéndose cariñoso con él._ No se que hubiera echo si tu no hubieras aparecido. _y sin más, cerrando los ojos acerco su frente a la cabeza del lobo, perdiéndose la manera en como este también cerro los ojos y como poco a poco comenzaba a relajarse por primera vez en presencia del niño que despertada sus instintos más protectores y que había provocado que se mantuviera siempre alerta para que nadie pudiese herir a su cachorro._ Te debo la vida. _murmuro él niño acariciando él pelaje con ternura de su lomo y sin pensárselo demasiado termino rodeando su cuello en un abrazo causando la sorpresa del lobo._ Gracias por cuidarme. _murmuro enterrando su rostro entre el suave pelaje del animal._
Y pasados unos segundos cuando su sorpresa desapareció, el lobo cubrió el pequeño cuerpo del niño con su cabeza, correspondiendo así al abrazo.
En ese momento Peter juro que pudo escuchar claramente dentro de su cabeza la suave voz de su figura paterna.
"Siempre niño."
Después de aquel momento Peter se sintió más unido al lobo.
Al separarse, el lobo lamió su cara en un acto de puro amor y él niño sonrió.
_ Ew detente. _dijo pero sin ninguna pizca seriedad en su voz, más bien estaba llena de felicidad._
Y el lobo pudo sentir esa felicidad dentro del chico por lo que su interior también explotó de alegría.
Sus sentimientos estaban ligados, si él niño sonreía él sentiría su felicidad, si él niño lloraba correría a consolarlo, si él niño se encontraba herido, una ira floreceria en su corazón ansiando clavar sus colmillos en quien le hubiera hecho daño. Pasará lo que pasará estaría conectado a él. Sentiría su dolor como propio y su felicidad dependería de la del niño.
Sin darse cuenta se había creado un lazo irrompible entre el lobo y el niño.
Siendo este niño con ojos de bambi ahora el corazón del lobo.
Aquella noche el lobo se mantuvo más alerta que nunca, atento a cualquier sonido o movimiento, velando por la seguridad de su cachorro quien ahora se encontraba profundamente dormido con su cabeza y parte de su cuerpo apoyado en su lomo y cuello mientras le brindaba calidez con su cola y su cabeza colocadas de manera cuidadosa en su pecho, estando bien cubierto por todo su cuerpo.
De esa manera lo mantenía protegido y acobijado para que nadie pudiese hacerle daño alguno.
Pero cuando la luna llegó a la más alto, el lobo aulló y todo su cuerpo comenzó a brillar.
[...]
A la mañana siguiente Peter se despertó y lo primero que sintió fue que unos brazos lo acurrucaban contra un pecho cálido, lo segundo fue que olía a algo familiar.
Olia hogar.
Y cuando abrió los ojos se encontró con unos pares castaños que lo miraban como si fuese la cosa más valiosa del mundo.
_ Buenos días kiddo. _dijo la voz que tanto habia añorado escuchar cuando sólo había silencio a su alrededor._
Estaba aquí.
Él estaba aquí.
_ ¿Tony? _pregunto sin poder evitar que una sonrisa se mostrará en sus labios._
🕸🕷🕸
A todos lo que pensaron en Tony, acertaron, pero que podía hacer si no puedo evitar escribir sobre este duo tan tierno.
¿Y ahora? ¿Que creen que pasará?
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I love you 3000, kid. [Mini-historias Irondad y Spiderson]
FanfictionPeter, es la prueba de que Tony Stark tiene corazón. ~*~ Descubre las historias de este hermoso duo entre estas páginas.